Los Hermoso de Mendoza, ante su primer mano a mano en San Sebasti¨¢n

Los Hermoso de Mendoza forman una saga de rejoneadores; toreros a caballo prefieren definirse ellos. Pablo, el padre, una figura que ha tocado el cielo en esta especialidad taurina, comparte apellido y profesi¨®n con Guillermo, su hijo, que acaba de tomar las riendas y quiere seguir la misma senda de triunfos. Los 29 a?os de carrera del primero se acompasan ahora con la incipiente trayectoria del descendiente. ¡°Me estoy viendo reflejado en ¨¦l y me est¨¢ sirviendo para pulir muchos aspectos de mi trabajo con los caballos. Me identifico con los errores que comet¨ªa en mis inicios y nos sirve para ir perfeccionando ambos", comenta la leyenda. Pablo y Guillermo Hermoso de Mendoza, que acaban de firmar una tarde redonda en su Estella (Navarra) natal, premiados con cuatro orejas y un rabo cada uno, van a protagonizar un cartel in¨¦dito este s¨¢bado en San Sebasti¨¢n. Un mano a mano entre ambos, la primera vez que torear¨¢n los seis toros de la lidia en una plaza de primera.

En la finca estellesa de Zarapuz se ultiman estos d¨ªas los preparativos para una cita hist¨®rica. "Es todo un reto. Estoy presentando en p¨²blico a mi hijo. Me apasiona esta etapa de mi vida". La familia Hermoso de Mendoza abre la puerta grande de Zarapuz a EL PA?S. "Esta es mi obra: aqu¨ª est¨¢n los caballos que yo he creado. Es una de mis mayores satisfacciones", confiesa Pablo. Es un remanso de prados donde pastan y se entrenan los equinos, un campo abierto a los pies de Montejurra donde tambi¨¦n se dedican a la crianza de ganado bravo. Un complejo con dos picaderos, una plaza de tientas, las cuadras, los corrales para las yeguas y los potrillos, un almac¨¦n para piensos, adem¨¢s de la residencia familiar, conforman el universo donde el n¨²mero uno del toreo a caballo ve nacer, cuida, doma y forma a sus animales.

Medalla de Oro al M¨¦rito en las Bellas Artes en 2016, con m¨¢s de 2.500 corridas a sus espaldas, Hermoso de Mendoza asegura a sus 52 a?os que siempre se ha sentido torero: "Soy torero,? montado a caballo, pero torero". Est¨¢ inmerso en una temporada especial porque ya se codea en las plazas con su hijo. Son el presente y el futuro del rejoneo. "No quer¨ªamos que Guillermo fuera un ni?o torero y que empezara su carrera sin cumplir los 18 a?os. De repente, en un solo a?o, hemos visto que tiene la madurez necesaria para enfrentarse a un oficio muy exigente, siempre expuesto al juicio del p¨²blico y con un componente de peligrosidad".

Guillermo, que este mes cumple 19 a?os, ha completado el pasado invierno la primera gira por M¨¦xico, donde su padre es idolatrado. El joven celebr¨® en mayo su mejor actuaci¨®n hasta la fecha, saliendo por la puerta grande del anfiteatro romano de Nimes (Francia) ante 15.000 personas. "Estoy muy ilusionado porque las cosas han ido muy bien en M¨¦xico, pese a que fui all¨ª con apenas cuatro corridas aisladas", afirma. Su estirpe y el aprendizaje que ha acumulado al lado del maestro garantizan un porvenir muy prometedor, porque, como a?ade Pablo, "en casa ha conocido grandes caballos que han toreado mucho, ellos le han marcado mucho y son sus aut¨¦nticos maestros del toreo. Posiblemente por todo eso, a ¨¦l se le va a exigir mucho m¨¢s que a m¨ª cuando comenc¨¦".

"Guillermo me supera con creces en el entendimiento del toro. Yo he sido y soy tan apasionado del caballo que el toro me parec¨ªa algo secundario, siempre quise solventar todos los problemas con las riendas. ?l es m¨¢s analista del toro y ve m¨¢s r¨¢pido c¨®mo le puede embestir el astado". Pablo hace esta descripci¨®n de su hijo mientras el resto del equipo se dedica a alimentar, ba?ar, herrar, peinar y vigilar la salud de los animales. El rejoneador interrumpe el entrenamiento para mostrar orgulloso su cuadra de corceles ¡ª"ahora tenemos unos 50 caballos y otras tantas yeguas"¡ª de entre los que destaca uno: "Acordaos de este nombre, Lancelot. Es un potro de tres a?os y es uno de los mejores que yo he criado. Las sensaciones que te da no la consigues con caballos que llevo montando 10 a?os. Tiene equilibrio, elasticidad, resistencia, se desliza como una bailarina. Lo puedes poner a mil por hora, pero si se lo pides, se calma al instante. Si me tengo que montar en un caballo es en este. Lancelot es el que m¨¢s futuro tiene, aunque habr¨¢ que ver c¨®mo responde delante de un toro".

Lancelot se podr¨ªa unir a una larga de caballos m¨ªticos con los que ha toreado Pablo Hermoso de Mendoza. Chenel, Mazantini, Gallo o Labrit, entre otros muchos. Y por encima de todos ellos, el m¨¢s grandioso,?Cagancho. La carrera del torero no podr¨ªa entenderse sin su compa?¨ªa: "Lo compr¨¦ en 1990 al criador portugu¨¦s Brito Paes por unos 1.500 euros de entonces. Era un potro torpe, sin mec¨¢nica, pero era barato y entonces no ten¨ªa dinero".

Cagancho, debutante en 1993, experiment¨® de repente una progresi¨®n extraordinaria, y ser¨ªa aclamado en todas sus actuaciones, eclipsando incluso a su jinete. Fue tal el boom, que lleg¨® a ser una pieza de deseo del cartel de Medell¨ªn. Hermoso de Mendoza cuenta as¨ª el d¨ªa en que estuvo a punto de perderlo para siempre: "El narco [colombiano] Fabio Ochoa vio actuar a Cagancho en una televisada en 1994 y se encaprich¨® de ¨¦l. Envi¨® a Estella a un sicario con la ¨²nica misi¨®n de comprar el caballo a toda costa. Me ofreci¨® todo el dinero del mundo, cueste lo que cueste. Yo estaba tieso entonces y le ofrec¨ª otros caballos, pero quer¨ªa a Cagancho. Todo tiene un precio en esta vida, me dijo. P¨ªdeme lo que quieras, dime una cantidad que me asuste. Dime una locura de dinero y yo te dar¨¦ el doble. No le puse precio y esa fue mi suerte. Cuando se march¨® me dijo: 'Tienes caballo porque no has dicho una cifra".

Cagancho era un patito feo, pero empez¨® a gustar al p¨²blico y acab¨® siendo "brillante toreando". "Toda mi fama se fue canalizando a trav¨¦s de este caballo. Me ayud¨® a camuflar mi timidez, porque el protagonista era ¨¦l", afirma. Hermoso de Mendoza cruz¨® la puerta grande de las mejores plazas (Madrid, Sevilla, Pamplona o M¨¦xico) a lomos de ¨¦l, hasta que lo retir¨® con 15 a?os en 2002. En Estella fue despedido dos a?os despu¨¦s, pero ese d¨ªa corri¨® por la plaza sin montura y con un pa?uelico rojo al cuello. Despu¨¦s vivi¨® "como un marqu¨¦s" en Zarapuz hasta su fallecimiento, en agosto de 2015.

Los dos rejoneadores desplazan ahora entre 18 y 20 caballos cada vez que torean en la misma plaza, como es el caso de su participaci¨®n en San Sebasti¨¢n. Januc¨¢, Berl¨ªn, Disparate o Pirata van a las ¨®rdenes del padre; J¨ªbaro, Extra?o Napole¨®n o ?gora son dirigidos por el hijo. En la finca de Zarapuz todo est¨¢ a punto para mantener viva la leyenda del toreo a caballo.