El alcalde m¨¢s duradero de Zalamea
La representaci¨®n popular cumple 25 a?os y el actor que m¨¢s veces ha interpretado a Pedro Crespo resalta la denuncia de Calder¨®n de la Barca al maltrato a la mujer
¡°Fue un domingo de 1995, no ten¨ªa tablas, no hab¨ªa hecho teatro en mi vida y cuando sub¨ª al escenario las canillas me temblaban, estaba muy nervioso, lo que quer¨ªa, antes de estar arriba, era bajar porque lo pasaba muy mal¡±, rememora con nostalgia Jos¨¦ Calvente (Zalamea de la Serena, 64 a?os), uno de los ejemplos palmarios que cada verano, desde hace 25 a?os, realzan y reivindican el teatro popular con la representaci¨®n de El alcalde de Zalamea. Desde aquella primera vez, en el cuarto de siglo que cumple la representaci¨®n de los habitantes, este electricista de oficio ha interpretado en 24 ocasiones a Pedro Crespo, el calderoniano edil que se rebela ante el abuso de poder y avasallamiento del capit¨¢n Don Lope, autor de la deshonra de su hija Isabel.
Calvente, como la mayor¨ªa de los primeros participantes de la obra en sus inicios, fue captado por el director en el mejor caladero de personajes que puede darse en un pueblo de Extremadura en medio de la abrasadora can¨ªcula estival: los bares. ¡°Estaba en lo que era el pub Rivas, de mi amigo Baltasar, con mi cerveza y mi peri¨®dico y se me acerc¨® Isabel Castro, compa?era de Nieto, para invitarme a sentarme con ellos. El director me dijo que si me gustar¨ªa representar el papel de alcalde. Yo no hab¨ªa hecho teatro en mi pu?etera vida y por mi trabajo no ten¨ªa tiempo. Con todo, me dio para que lo intentara, nada m¨¢s y nada menos, el di¨¢logo inicial de Pedro Crespo con su hijo. Llegu¨¦ a casa y se lo cont¨¦ a mi esposa. Le dije que era algo muy dif¨ªcil, pero ella me solt¨®: ¡®Pues si los dem¨¢s lo han hecho¡¡¯. ?Y claro, si te dicen eso¡!¡±.
Calvente recuerda, como si fuera ayer, esos primeros d¨ªas en los que decidi¨® abordar la compleja interpretaci¨®n. ¡°Era verano y mis cr¨ªas eran peque?as, ¨ªbamos a la piscina y me llevaba el libreto. Mi esposa me preguntaba y yo respond¨ªa. Por la noches, me quedaba dormido leyendo y cuando me levantaba yo estaba por un lado y los papeles por otro. Si iba en coche iba recitando el papel¡¡±. Echando la mirada 25 a?os atr¨¢s y poni¨¦ndose en la piel del director, el figurado Alcalde reflexiona sobre lo que parec¨ªa una empresa imposible. ¡°Imag¨ªnese, alguien que llega a un pueblo, que no conoce a nadie, que empieza a reclutar a la gente en los bares y consigui¨® 200 personas. Por entonces nos llamaban los 200 locos del teatro¡±. Ahora son m¨¢s de 800 ilipenses los que forman parte del montaje. El crecimiento de aquella aventura que ahora aspira ser nombrada fiesta de inter¨¦s tur¨ªstico nacional, ha ido de la mano del mismo prop¨®sito con el que Lorca deambul¨® por la Espa?a rural con el teatro ambulante de la compa?¨ªa La Barraca: que el pueblo hiciera suya la cultura para disfrutarla y, por qu¨¦ no, para crearla. ¡°El nivel de hoy no es ni comparable al de hace 25 a?os. Miguel Nieto siempre ha tratado de inculcar la idea de perfeccionar a los actores. Nos pon¨ªa un l¨¢piz en la boca para mejorar vocalizaci¨®n o nos hac¨ªa cerrarlos ojos para que pens¨¢ramos y actu¨¢ramos como si fu¨¦ramos ni?os que est¨¢n en una playa para ayudarnos a superar la verg¨¹enza. Esas cosas para m¨ª fueron muy valiosas para mejorar como actor¡±. Su progresi¨®n en la interpretaci¨®n y en la declamaci¨®n le permitieron gastarle una broma a una se?ora sevillana. ¡°Le dije que yo era el ¨²nico actor profesional y que cobraba 6.000 euros por pase y se lo crey¨®. Luego le cont¨¦ la verdad, aqu¨ª los ¨²nicos profesionales son el director y los t¨¦cnicos de iluminaci¨®n y sonido¡±.
Sobre las tablas, imbuido ya en el papel de Pedro Crespo y en el mensaje que quiso transmitir Calder¨®n de la Barca, en la plaza de Zalamea retumba a la noche la voz del alcalde ante su hijo.
"No hables mal de las mujeres,
que la m¨¢s humilde, te digo
es digna de estimaci¨®n,
porque al fin y al cabo de ellas nacimos".
¡°Esta obra transmite lo que hay en la actualidad. Pedro Crespo, que fue un personaje real, si no fue un sabio, fue medio sabio. Son palabras que ya en el siglo XVI reflejan lo que tenemos ahora, casos de maltrato o violaciones que encima, a veces, la que es violada, tiene la culpa y ah¨ª, a la justicia yo no la entiendo¡±, espeta Calvente, que como exjugador y entrenador de f¨²tbol del equipo local hace bueno un dicho de Jorge Valdano: ¡°La pelota no rompe los jarrones de la cultura¡±. ¡°Una obra de teatro es como un equipo de f¨²tbol. Aqu¨ª es tan importante el que hace de herrero o lleva los animales como el que hace de alcalde. Si falla uno, falla la obra¡±.
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