Papa Cage
Nicolas Cage es una seductora singularidad: mientras el gusto consensuado le considera uno de los peores actores en activo, sus incondicionales crean fanzines a su mayor gloria
MAM? Y PAP?
Direcci¨®n: Brian Taylor.
Int¨¦rpretes: Nicolas Cage, Selma Blair, Anne Winters, Zachary Arthur.
G¨¦nero: terror. Estados Unidos, 2017
Duraci¨®n: 86 minutos.
Como bien saben sus devotos, Nicolas Cage es al cine de g¨¦nero lo que Raphael a la canci¨®n ligera: un volc¨¢n en erupci¨®n, una catedral de diamantes en llamas levantada en medio del desierto, una explosi¨®n de barroquismo que hace del exceso su punto de partida¡ Cage es una seductora singularidad: mientras el gusto consensuado le considera uno de los peores actores en activo, sus incondicionales son capaces de crear fanzines a su mayor honra y gloria ¨C?h¨¢ganse con un ejemplar de la imprescindible NicCagepedia si alguna vez lo tienen a su alcance!- y de apreciar con conocimiento de causa su talento para elevar la sobreactuaci¨®n a la condici¨®n de elevado arte.
Para el iniciado, sus puntuales ejercicios de contenci¨®n interpretativa suelen ser recibidos como un baj¨®n, porque el artista brilla y deslumbra no cuando se le doma, sino cuando se le desata: Furia ciega (2011), de Patrick Lussier, fue un paradigm¨¢tico ejemplo de energ¨ªa Cage amplificada por la complicidad del director al mando, como al parecer tambi¨¦n lo es Mandy, de Panos Cosmatos, presentada en el pasado Cannes. Aunque, en ocasiones, la suma de cineastas dados a la hip¨¦rbole y Nicolas Cage no ha dado con la qu¨ªmica anticipada: ocurri¨® as¨ª en Ghost Rider. esp¨ªritu de venganza (2011), que puede ser recordada como la pel¨ªcula en la que Cage meaba fuego, pero tambi¨¦n como el trabajo donde el t¨¢ndem formado por Mark Neveldine y Brian Taylor se situ¨® muy por debajo de sus logros en el d¨ªptico Crank: Veneno en la sangre (2006) y Crank: Alto voltaje (2009). En Mam¨¢ y pap¨¢, Taylor, en solitario, s¨ª que le ha proporcionado al actor un buen traje a medida.
Comedia negra de premisa extrema ¨Cun agente biol¨®gico desactiva el instinto de protecci¨®n del ser humano hacia su prole-, Mam¨¢ y pap¨¢ filma sus iniciales secuencias dom¨¦sticas con un eficaz sentido de la perturbaci¨®n. El estilo visual se hace abrupto y se afea un tanto en las secuencias de acci¨®n, pero el humor autoconsciente que tanto Cage como Selma Blair (otra giganta) imprimen a sus personajes se mantiene hasta el incisivo, demoledor plano final, que viene a subrayar que lo narrado no es tanto fantas¨ªa como lectura de la estructura profunda de toda vida familiar. El flash-back de la mesa de billar es una de las cumbres Cage en esta pesadilla que incluso sabe jugar con un muy siniestro fuera de campo.
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