¡°Cada vez nos interesa m¨¢s la espiritualidad y menos la religi¨®n organizada¡±
El fil¨®sofo y ensayista franc¨¦s Fr¨¦d¨¦ric Lenoir publica un breve tratado de historia de las creencias
En los plat¨®s de la televisi¨®n francesa, cuando toca hablar de religi¨®n, ah¨ª est¨¢n el pelo blanco, los ojos azules y la sonrisa f¨¢cil de Fr¨¦d¨¦ric Lenoir (Madagascar, 1962). Fil¨®sofo, soci¨®logo e historiador de las religiones, Lenoir nunca ha temido bajar de la torre de marfil y mancharse los zapatos fuera del mundo acad¨¦mico. Desde 2004 publica unos tres libros al a?o y se atreve con todos los palos: ensayos, novelas y hasta obras de teatro o c¨®mics, principalmente sobre religi¨®n, b¨²squeda de la felicidad y animalismo. En Espa?a acaba de publicar Breve tratado de historia de las religiones (Herder).
Acusado en ocasiones de omnipresencia medi¨¢tica y de bordear el g¨¦nero de la autoayuda, el intelectual franc¨¦s que m¨¢s vende (por encima de tres millones de copias) defiende su apuesta por la "divulgaci¨®n seria¡±.
Monje en su juventud, Lenoir sigue siendo creyente y considera a Jesucristo "el mayor sabio de la historia", pero subraya que ninguna religi¨®n es mejor que otra, ataca con frecuencia a la Iglesia y es un ferviente apologeta de?la meditaci¨®n budista, que aprendi¨® en la veintena con unos monjes. Divorciado y sin hijos, pasa medio a?o de promoci¨®n fren¨¦tica y el otro medio en una caba?a de pescador en C¨®rcega, donde responde al tel¨¦fono con un entusiasta "?hola!" en castellano.
"Somos menos religiosos en cuanto a compromiso con los rituales institucionalizados, pero cada vez tenemos m¨¢s inter¨¦s por la dimensi¨®n espiritual, por el sentido de la vida", responde Lenoir a la pregunta de si vivimos un auge o un retroceso de la religiosidad. El historiador cita tres elementos por los que las iglesias est¨¢n cada vez m¨¢s vac¨ªas y las ¨®rdenes cat¨®licas sufren para encontrar vocaciones: "el individualismo, la globalizaci¨®n y el esp¨ªritu cr¨ªtico". "La religi¨®n es colectiva y ha habido una individualizaci¨®n en todo, una tendencia a espiritualizarse, de liberalizaci¨®n respecto a las instituciones, al grupo. Hay un rechazo a la religi¨®n organizada", a?ade.
En Breve tratado de historia de las religiones, el autor se?ala que ¡°la religi¨®n tiene dos dimensiones esenciales que se cruzan¡±: una horizontal, ¡°que tiende a unir a los hombres entre s¨ª¡±, y otra vertical, ¡°que une al ser humano con el mundo invisible, con una trascendencia¡±. La espiritualidad, explica luego por tel¨¦fono, es tan ¡°universal¡± y ¡°poderosa¡± justamente porque responde a algo que todos, como especie, compartimos: el miedo a la muerte (¡°es lo que hace nacer la religi¨®n, por eso la primera ritualizaci¨®n es funeraria¡±) y la necesidad de v¨ªnculos sociales.
Lenoir est¨¢ ¡°muy de acuerdo¡± con la tesis que Yuval Noah Harari expone en su ensayo superventas Sapiens: que nuestra especie prevaleci¨® por su capacidad de creer en ficciones compartidas, la religi¨®n entre ellas. "El homo sapiens es un hombre religioso: es curioso y se hace preguntas metaf¨ªsicas", subraya. ?Eso significa que ser ateo ir¨ªa contra nuestra esencia como especie? "No", responde con rapidez, "porque lo que constatamos son otras formas de espiritualidad con elementos de religiosidad: la creencia, la pol¨ªtica, el deporte... No hay m¨¢s que ver el f¨²tbol. Cuando se sustituye a la religi¨®n, hay una forma de comportamiento o pr¨¢cticas con elementos religiosos, pero en las que nadie utilizar¨ªa la palabra Dios¡±.
Unos cien mil a?os despu¨¦s de que los protocroma?ones diesen las primeras muestras de religiosidad humana al enterrar los cad¨¢veres en una cuidada posici¨®n, cubiertos de ocre y con objetos rituales, Lenoir habla de un ¡°balance hist¨®rico mixto¡± de las religiones. En su haber figuran ¡°las grandes ideas de cuidado del otro que aportaron en lo moral¡±. En el debe, el ¡°estar detr¨¢s de una gran violencia, por considerarse en posesi¨®n de la verdad frente a otras y por su v¨ªnculo hist¨®rico con el poder pol¨ªtico".
Otra historiadora de las religiones, Karen Armstrong, contaba a este peri¨®dico tras ser galardonada en 2017 con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales que tem¨ªa el momento en que se sub¨ªa a un taxi en Londres y le preguntaban por su trabajo, porque sol¨ªa recibir como respuesta una diatriba contra las religiones como causa de muchos males del mundo. Tambi¨¦n Lenoir lamenta el discurso sin matices sobre las creencias que permea a parte de la sociedad occidental y lo atribuye a un ¡°recuerdo traum¨¢tico¡±. ¡°Esta visi¨®n negativa se debe a los ¨²ltimos siglos, en los que la religi¨®n se ha opuesto a todos los valores modernos, como los derechos humanos, el feminismo o los avances cient¨ªficos. (¡) El coraz¨®n del cristianismo es la compasi¨®n. Por eso los derechos humanos nacieron en Europa. Episodios como la Inquisici¨®n pasaron porque la Iglesia pas¨® de perseguida a tener el poder".
El historiador lamenta asimismo la "amalgama" que sufre el Islam, al asociarse una religi¨®n al "car¨¢cter violento de una minor¨ªa". "En el Cor¨¢n conviven vers¨ªculos de llamamiento a la guerra santa con otros de paz. Si coges la Biblia hebrea [muy similar al Antiguo Testamento cristiano] ves exactamente lo mismo. No hay que analizar una religi¨®n por sus textos fundamentales. El problema del Islam no es el Cor¨¢n, es la ausencia de esp¨ªritu cr¨ªtico ante el mismo, que s¨ª ha habido en el pasado, como en los tres siglos posteriores a la muerte de Mahoma. En el siglo IX en Bagdad hab¨ªa m¨¢s esp¨ªritu cr¨ªtico del que hay ahora. Por eso no es grave: porque puede volver".
Mejor imagen tienen en Occidente las religiones orientales, en su edulcorada versi¨®n importada. "Se ha cogido lo m¨¢s f¨¢cil. No los rituales, las reglas morales, sino lo m¨¢s light. Al mismo tiempo, la pr¨¢ctica de la meditaci¨®n es la cumbre del budismo y una elecci¨®n inteligente", se?ala el autor de Philosopher et m¨¦diter avec les enfants (Filosofar y meditar con los ni?os).
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