¡®La quietud¡¯, la telenovela de Pablo Trapero

B¨¦r¨¦nice Bejo (Buenos Aires, 1976), la actriz que salt¨® a la fama en la oscarizada El Artista, relat¨® este domingo lo dif¨ªcil que fue para ella el rodaje de La quietud, del cineasta argentino Pablo Trapero. Bejo solo vivi¨® tres a?os en Argentina. En 1979 su familia dej¨® Argentina para irse a vivir a Francia por el Gobierno de la Junta Militar. Para su primer trabajo en su pa¨ªs natal eligi¨® a uno de los directores m¨¢s talentosos del pa¨ªs. Aterriz¨® en Am¨¦rica con la idea de protagonizar un drama familiar, pero se encontr¨® con que la historia ten¨ªa la dictadura como tel¨®n de fondo.

¡°Mi madre perdi¨® muchos amigos y se opuso ferozmente a la dictadura¡­ siempre que mi mam¨¢ se pone a hablar sobre eso llora¡±, contaba la actriz a su coprotagonista, Martina Gusman, esposa de Trapero. Toda esa intensa carga emotiva hab¨ªa hecho que Bejo evitara protagonizar pel¨ªculas argentinas relacionadas con la dictadura. Por eso, cuando descubri¨® el secreto dentro del guion de La quietud se vio afectada personalmente. ¡°Fue una mezcla intensa de sentimientos. Hablaba de m¨ª¡±. ¡°Sent¨ª mucha confusi¨®n. Me hizo sentir muy inc¨®moda y tuve que apoderarme de m¨ª lentamente¡±. ¡°Me sent¨ª una p¨¦sima actriz despu¨¦s del rodaje¡±, admiti¨® en una entrevista.

La d¨¦cima pel¨ªcula de Trapero (San Justo, 1971) deja algo de esa incomodidad en el espectador. El cineasta considera a La quietud la contracara femenina de su exitosa El clan, la ominosa historia real de la familia Puccio, que se dedicaba a secuestrar y asesinar por ¨®rdenes de los militares en la d¨¦cada de los 80. La cinta le vali¨® el Le¨®n de plata de Venecia por su trabajo de direcci¨®n en la edici¨®n de 2015. ¡°Tuve la necesidad de hacer algo sobre el universo femenino¡­ un retrato ¨ªntimo de dos hermanas¡±, asegura. ¡°El pasado en esta familia es muy importante. El pasado es presente, como ocurre en otras de mis pel¨ªculas¡±.

La quietud es el nombre de una gran hacienda en el campo argentino. En ella vive Esmeralda (Graciela Borges), la matriarca de una familia de clase media alta que queda expuesta despu¨¦s de que el padre sufriera un accidente cardiovascular mientras se preparaba para declarar en una causa judicial. El incidente re¨²ne en la portentosa casa familiar ¡ª en la que impera un ambiente semi fant¨¢stico que hace recordar a Leopoldo Lugones¡ª a la hija menor Mia (Martina Gusman) y Eugenia (B¨¦r¨¦nice Bejo), quien llega desde Francia, donde vive.

Estos elementos forman parte de la receta del culebr¨®n latinoamericano: la inmensa casa de una familia rica, la tirante relaci¨®n de amor y rencor entre las hermanas, una madre villana que elige a una de sus hijas sobre la otra, escenas de sexo (algunas incestuosas), infidelidad. No pueden faltar los secretos que la familia ha guardado celosamente durante a?os, y que salen a la luz en el momento de crisis. Trapero eleva la apuesta agregando a la f¨®rmula ingredientes del realismo social que caracteriza su cine con un hilo sobre la dictadura y la Escuela de Mec¨¢nica de la Armada, el infame sitio donde los militares torturaban a los perseguidos pol¨ªticos. El resultado es una pel¨ªcula que parece, en realidad, dos.

¡°Era m¨¢s seguro hacer algo similar a mis pel¨ªculas anteriores, pero los directores que me gustan siempre hacen algo nuevo as¨ª que lo hice¡±, dijo Trapero, quien cumple 20 a?os tras la c¨¢mara con esta cinta que se exhibe fuera de concurso en Venecia, el Festival donde pase¨® por primera vez en 1999 su ¨®pera prima Mundo Gr¨²a. La quietud se estren¨® en Argentina el viernes. En noviembre llegar¨¢ a Espa?a.