La restituci¨®n del arte robado por los nazis sigue pendiente 20 a?os despu¨¦s
La falta de transparencia y los procesos legales complican la devoluci¨®n de obras confiscadas a la que decenas de pa¨ªses se comprometieron hace dos d¨¦cadas
La visita a la muestra que exhibe estos d¨ªas el museo Martin-Gropius-Bau de Berl¨ªn es sin duda una experiencia art¨ªstica placentera, pero que produce a la vez, cierto desasosiego. El Monet, el Munch o el Nolde son una maravilla, pero forman parte de una colecci¨®n bajo sospecha. Cornelius Gurlitt hered¨® 1.566 cuadros y objetos de su padre, un marchante de arte a sueldo de los nazis, que presuntamente particip¨® en la confiscaci¨®n a gran escala de obras de arte a los jud¨ªos. La investigaci¨®n que trata de indentificar qu¨¦ obras de Gurlitt son arte confiscado por los nazis y cu¨¢les no, avanza a ritmo lento.
Puede que el caso de Gurlitt, que sali¨® a la luz hace cinco a?os, sea el m¨¢s conocido, pero no es ni mucho menos el ¨²nico. Cuando se cumplen 20 a?os de los llamados principios de Washington, los que sentaron las bases para la restituci¨®n de arte robado a los jud¨ªos, el balance indica que queda mucho hacer y poco tiempo, antes de que los testigos del Holocausto y su memoria mueran. En los museos y en los almacenes de los coleccionistas de toda Europa hay todav¨ªa miles de obras de arte robado, seg¨²n los expertos en restituci¨®n, que se han dado cita esta semana en Berl¨ªn. Coinciden en que la digitalizaci¨®n de los fondos de los museos es una de las claves para que v¨ªctimas y herederos puedan localizar obras que fueron confiscadas.
¡°Esta es probablemente la ¨²ltima oportunidad. No podemos dar la espalda a los supervivientes del Holocausto¡±, clam¨® esta semana en Berl¨ªn el diplom¨¢tico estadounidense Stuart Eizenstat, organizador de la conferencia hace dos d¨¦cadas en Washington. La titular de Cultura del Gobierno alem¨¢n, Monika Gr¨¹tters, ahond¨® en la necesidad de culminar el proceso de restituci¨®n. ¡°Se lo debemos a las personas cuya vida fue arrebatada por el nacionalsocialismo. La memoria puede sensibilizarnos contra el totalitarismo en un momento en el que asistimos a una brutalizaci¨®n del lenguaje y en el que se relativizan los cr¨ªmenes nazis¡±, estim¨® durante las jornadas
El problema, es que m¨¢s all¨¢ de buenas intenciones, la restituci¨®n de obras expoliadas hace 80 a?os termina atascada a menudo en una mara?a burocr¨¢tica y judicial. Inaugur¨® el evento en Berl¨ªn Ronald Lauder, presidente del congreso jud¨ªo mundial y fundador de la Comisi¨®n para la recuperaci¨®n del Arte, quien asegur¨® que apenas un 10% de las instituciones implicadas han iniciado la b¨²squeda.
Los principios de Washington no son jur¨ªdicamente vinculantes y los suscribieron 44 pa¨ªses que los aplican de manera muy desigual en sus museos y colecciones p¨²blicas. Se enunciaron para impulsar la devoluci¨®n de las cerca de 600.000 obras de arte que se calcula que los nazis confiscaron u obligaron a vender a precio de saldo. Hungr¨ªa, Polonia, Espa?a, Rusia Argentina y Brasil son pa¨ªses, que seg¨²n Eizenstat arrastran los pies a la hora de dedicar esfuerzos y recursos a las restituciones.
Cuadros evaporados en el circuito internacional del arte
Willi Korte, especialista en restituciones, explica que hay dos etapas. La primera, entre 1933 y 1938, en la que los jud¨ªos vendieron sus obras a precio de saldo porque necesitaban el dinero para salir de Alemania y pagar la tasa que les exig¨ªan los nazis. Y otra, a partir de 1938, cuando el r¨¦gimen empieza a confiscar en los pa¨ªses que ocupan. ¡°La mayor¨ªa de las obras no acabaron en los museos nazis, sino que las vendieron y se perdieron en el circuito internacional del arte¡±, explica Korte.
Los grandes maestros expresionistas o impresionistas reaparecen en cualquier parte del mundo porque tienen un inter¨¦s global. Los de pintores alemanes del XIX y principios del XX suelen haberse quedado en el pa¨ªs.
En Alemania, el pa¨ªs que carga con la mayor responsabilidad hist¨®rica, las restituciones tampoco avanzan a buen ritmo. En parte, explican los expertos, porque la descentralizaci¨®n de sus 5.000 museos, que dependen de los Estados federados y de las ciudades complica cualquier esfuerzo conjunto. Seg¨²n el centro de investigaci¨®n de Magdeburgo se han devuelto en total en Alemania 5.750 obras de arte adem¨¢s de unos 11.670 libros y documentos. Gr¨¹tters explic¨® que han triplicado la financiaci¨®n para la investigaci¨®n y que entre 2008 y 2017 destinaron 31 millones de euros a la restituci¨®n.
La idea ahora de las autoridades alemanas es crear ahora un portal ¨²nico de ayuda y una base de datos que unifique y permita el acceso al p¨²blico de los datos de los cuadros. Porque a menudo, los familiares de las v¨ªctimas se topan con una carrera de obst¨¢culos burocr¨¢ticos y ling¨¹¨ªsticos cuando quieren acceder por ejemplo a los fondos de los museos.
Willi Korte, jurista y conocido investigador de obras usurpadas por los nazis. Lleva 30 a?os dedicado a esclarecer el pasado y tiene claro que el mayor problema es lo que en la jerga llaman ¡°la falta de transparencia¡±, seg¨²n explica por tel¨¦fono a este diario desde Estados Unidos. ¡°Solo puede funcionar si los museos hacen p¨²blicas sus colecciones en Internet. No sabemos qu¨¦ obras est¨¢n investigando. Es muy dif¨ªcil saber qu¨¦ pasa dentro de los museos alemanes¡±, dice Korte.
Bautizado como el detective del arte por la prensa alemana, Korte es la cabeza visible del caso del conocido galerista Max Stern, obligado a liquidar su galer¨ªa en D¨¹sseldorf cuando los nazis decretaron su cierre. Una de las obras reapareci¨® en una casa de subastas en 2007 y desde entonces, pelea por recuperar las 228 pinturas del lote denunciado a Interpol y ante el FBI. Korte utiliz¨® la ley militar de EE UU de 1949 que establece que aquello vendido bajo coacci¨®n equivale a una confiscaci¨®n.
Hace apenas unas semanas, una de las piezas sali¨® a la luz en Italia, otra en Colonia, pero le volvi¨® a perder la pista, porque seg¨²n asegura, las leyes europeas son mucho menos favorables que las estadounidenses para los herederos. ¡°Es dif¨ªcil recuperar obras de arte. A diferencia de un inmueble, el arte viaja r¨¢pido por todo el mundo y ah¨ª entran en juego las leyes de los distintos pa¨ªses¡±. Por eso, los expertos coinciden en que no solo los museos p¨²blicos, sino tambi¨¦n los coleccionistas privados y las casas de subastas tienen que implicarse.
Pero si algo dej¨® claro la conferencia de Berl¨ªn, es que soplan nuevos aires tambi¨¦n en el mundo del arte. Que de la misma manera que el pasado colonial del arte empieza a propiciar restituciones, puede que las v¨ªctimas del expolio nazi acaben recuperando sus obras. ¡°Los museos, pero tambi¨¦n los coleccionistas privados se miden hoy tambi¨¦n por c¨®mo tratan la historia de sus colecciones¡±, sentenci¨® Gr¨¹tters.
Babelia
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