¡°Espa?a ha fracasado en la restituci¨®n de arte robado¡±
Ronald Lauder, impulsor de la devoluci¨®n de obras expoliadas por los nazis acusa a Espa?a de incumplir su responsabilidad de investigar y transferir obras a herederos de las v¨ªctimas
Ronald Lauder (Nueva York, 1944) es presidente del congreso jud¨ªo mundial, pero es adem¨¢s la fuerza motora que pelea desde hace 30 a?os por la restituci¨®n de obras de arte expoliadas por los nazis. Fundador de la Comisi¨®n para la recuperaci¨®n del Arte y de la Neue Galerie de Nueva York, Lauder no oculta su frustraci¨®n ante lo que considera falta de voluntad pol¨ªtica de Europa en la reparaci¨®n del expolio nazi. La cr¨ªtica es especialmente afilada para Espa?a, a la que acusa de incumple su responsabilidad a la hora de investigar y restituir obras robadas. Ex embajador, coleccionista e influyente representante de la comunidad jud¨ªa, recibe a este diario en un despacho de un lujoso hotel de Berl¨ªn, rodeado por un s¨¦quito y una seguridad propias de un jefe de Estado.
Pregunta. ?Cu¨¢l es el principal obst¨¢culo para lograr restituciones de arte robado?
Respuesta. La falta de transparencia y una herramienta para combatirlo es la digitalizaci¨®n. Es esencial para que la gente pueda buscar en las colecciones y saber a qui¨¦n pertenece cada obra y desde cu¨¢ndo. ?Por qu¨¦ no pueden los museos digitalizar sus colecciones y mostrar al p¨²blico lo que tienen?. No deber¨ªa ser una iniciativa privada. Los pa¨ªses firmantes de los principios de Washington deber¨ªan impulsarlo, pa¨ªses como Espa?a y Alemania.
P. ?Puede Espa?a hacer m¨¢s?
R. A pesar de que Espa?a respald¨® los principios de Washington, ha fracasado por completo en su aplicaci¨®n, para la restituci¨®n del arte robado. El Gobierno espa?ol encarg¨® un informe en 1998, cuyas conclusiones fueron criticadas, porque dec¨ªa que Espa?a hab¨ªa sido un pa¨ªs de tr¨¢nsito durante el Holocausto pero no de destino de arte robado, a pesar de que se probara lo contrario. Espa?a decidi¨® que no era responsable de llevar a cabo investigaciones sobre las obras de arte que acabaron en museos espa?oles durante y despu¨¦s de la guerra. Espa?a no tiene leyes de restituci¨®n y sus museos no investigan y eso es inaceptable. El mayor ejemplo es el caso Cassirer.
P. El caso ir¨¢ el pr¨®ximo martes a los tribunales en Estados Unidos. El museo defiende que fue una adquisici¨®n leg¨ªtima y de buena fe en 1993 al bar¨®n Thyssen-Bornemisza.
R. El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid tiene el Rue Saint-Honor¨¦, dans l'apr¨¨s-midi. Effet de pluie de Camille Pissarro y esa obra fue vendida bajo coacci¨®n en 1939 cuando su due?a, Lilly Cassirer-Neubauer, tuvo que huir de la Alemania nazi. Era claramente parte de las propiedades de la familia Cassirer y debe ser restituida. Este caso deja a Espa?a y al Thyssen-Bornemisza en muy mal lugar.
P. Usted cree que los Cassier van a ganar el caso. ?Por qu¨¦?
R. Porque est¨¢ muy bien documentado que ese cuadro pertenec¨ªa a la familia Cassirer. Espa?a defiende que ha habido prescripci¨®n adquisitiva, [la figura legal que protege a quien haya pose¨ªdo un objeto de forma pac¨ªfica e ininterrumpida], a pesar de que sea considerado arte robado seg¨²n los principios de Washington. Espa?a deber¨ªa haber reconocido que devolver el cuadro es lo correcto y lo deber¨ªa haber hecho hace tiempo.
P. ?C¨®mo podr¨ªa el Gobierno espa?ol impulsar las restituciones?
R. Llevo 30 a?os implicado en la restituci¨®n de obras de arte. En mi experiencia, necesitas tanto voluntad pol¨ªtica como leyes para conseguirlo y Espa?a no tiene ninguna de las dos. Desde el punto de vista legal en EE UU y en mi opini¨®n personal, si una pieza es robada y la persona que la posee sabe que es robada, es tan culpable como la persona que la rob¨®.
P. ?Cree que Alemania, el pa¨ªs que deber¨ªa servir de ejemplo arrastra los pies?.
R. Hay voluntad pol¨ªtica, pero las acciones no concuerdan a menudo con las palabras. Me temo que los museos alemanes no quieren hacerlo porque significa digitalizar 5.000 colecciones y dejar al mundo que vea lo que tienen. Es mucho trabajo y pueden perder muchas obras, pero al final, todo se reduce a una pregunta. ?Est¨¢n dispuestos a hacer lo correcto?
P. Pero Alemania dedica muchos recursos a la restituci¨®n y ha habido importantes avances.
R. Pero deber¨ªan hacer m¨¢s. Han pasado 20 a?os desde los principios de Washington y este asunto no ha sido resuelto. A menudo, vemos que los pa¨ªses solo reaccionan a casos como el de Gurlitt.
P. ?Cu¨¢l cree que es la motivaci¨®n ¨²ltima para obstaculizar las devoluciones a los herederos de las v¨ªctimas del Holocausto?
R. Es una mezcla de avaricia, intransigencia y una falta de sensibilidad extrema hacia las v¨ªctimas. Cada vez m¨¢s pa¨ªses est¨¢n devolviendo arte robado porque quieren defender su reputaci¨®n y es una pena que Espa?a, que tiene una reputaci¨®n tan maravillosa ignore este asunto.
P. Al margen de los museos, falta la implicaci¨®n de las colecciones privadas.
R. No es f¨¢cil. Eso requer¨ªa que la gente abriera sus propias colecciones privadas y muchos no lo har¨¢n de forma voluntaria. Hace falta una estrategia integral para las colecciones privadas y los vendedores de arte.
Una dilatada batalla judicial
La batalla legal entre la familia Cassirer la Fundaci¨®n Colecci¨®n Thyssen-Bornemisza y el Estado espa?ol acumula ya m¨¢s de tres lustros. El litigo versa entorno a un cuadro de Camille Pisarro, Rue Saint-Honor¨¦, Apr¨¨s-midi, Effet de Pluie, que reclama la familia de una mujer jud¨ªa, forzada a vender el cuadro en 1939 para poder escapar de los nazis. El cuadro se expone en Madrid desde 1992.
El pr¨®ximo 4 de diciembre est¨¢ prevista la celebraci¨®n del juicio en California. ¡°Lo que se dilucida el martes es si en el momento de la compra, la Fundaci¨®n sab¨ªa o pod¨ªa haber sabido que lo que compraban era robado¡±, explica Bernardo Cremades Rom¨¢n, que representa a la Federaci¨®n de Comunidades Jud¨ªas de Espa?a, personadas en el juicio. ¡°Hay indicios de que el an¨¢lisis en el momento de la compra fue deficiente¡±, sostiene.
La Fundaci¨®n argumenta que en 1993 adquirieron el cuadro sin que existiera ¡°el m¨ªnimo indicio de mala fe¡±, al bar¨®n Thyssen-Bornemisza. ¡°La compraventa se llev¨® a cabo con la m¨¢xima publicidad y repercusi¨®n p¨²blicas¡±, recuerda la Fundaci¨®n en una nota, donde explica que el estudio la legitimidad en el momento de la compraventa ¡°no revel¨® ninguna irregularidad¡±. El bar¨®n hab¨ªa comprado a su vez el cuadro en 1976 en la galer¨ªa Stephen Hahn de Nueva York y hab¨ªa formado parte de exposiciones internacionales. Pero en el a?o 2002, la familia Cassirer reclam¨® el cuadro tras enterarse de que estaba en Madrid. En cualquier caso, el museo madrile?o sostiene que ¡°habr¨ªa adquirido la propiedad por prescripci¨®n, por el transcurso de tres a?os de posesi¨®n pac¨ªfica e ininterrumpida con buena fe y justo t¨ªtulo¡±.
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