Clarice Lispector, la escritora incalificable en estilo y en forma
Reconocida como una de las m¨¢s importantes literatas del siglo XX, con su lenguaje po¨¦tico e innovador y su personalidad enigm¨¢tica se fragu¨® una leyenda que sigue de actualidad
¡°No escribo para agradar a nadie¡±, repiti¨® en innumerables ocasiones Clarice Lispector cuando le recriminaban que no entend¨ªan lo que quer¨ªa decir en sus obras. Jam¨¢s le import¨® el qu¨¦ dir¨¢n, sobre todo partir de que rechazaran, en un peri¨®dico de Pernambuco cuando era una ni?a, los cuentos que enviaba para una secci¨®n infantil de relatos. Porque mientras que el resto de ni?os enviaba textos narrativos, los suyos solo conten¨ªan "sensaciones".
Siempre tuvo claro que se dedicar¨ªa a escribir, y de hecho ejerci¨® no solo como escritora, sino que tambi¨¦n fue periodista con art¨ªculos de opini¨®n, de cocina y de moda. Deseaba ser considerada una mujer normal y, aparentemente, como madre de dos hijos, esposa y alguien que pertenec¨ªa a la clase media, lo era. Sin embargo, destacaba en todo porque no era normal en nada de lo que hac¨ªa, era una artista genial imposible de encasillar, reconocida en sus c¨ªrculos ¨ªntimos y en los literarios de Brasil, pero poco m¨¢s all¨¢ a pesar de haber viajado mucho durante su escaso medio siglo de vida.
Clarice Lispector es considerada, junto con Guimar?es Rosa, la gran escritora brasile?a de la segunda mitad del siglo XX gracias a su estilo, entre la poes¨ªa y la prosa. Una marca que llenaba de espiritualidad los detalles cotidianos y que se caracterizaba por utilizar la primera persona en los relatos. No se parec¨ªa a nadie y su visi¨®n no recuerda a ning¨²n movimiento, si bien pertenece a la tercera fase del modernismo, el de la Generaci¨®n del 45 en Brasil.
Chaya Pinkhasovna Lispector fue el nombre que le pusieron al nacer el 10 de diciembre de 1920, en la localidad ucraniana de Chetchelnik. De origen jud¨ªo, fue la tercera hija de Pinkhas y Mania. Su nacimiento supuso un alto en el camino de huida en una ¨¦poca de hambre, caos y persecuci¨®n racial. Su abuelo fue asesinado, su madre fue violada y su padre fue exiliado, sin dinero, al otro lado del mundo.
Al a?o siguiente de nacer Clarice, toda la familia huy¨® de los pogromos antijud¨ªos del entonces Imperio Ruso, primero a lo que en la actualidad es Moldavia y Ruman¨ªa y m¨¢s tarde, en 1922 a la ciudad de Macei¨® (capital del estado de Alagoas), donde ya estaban unos familiares. Al llegar a Brasil todos tomaron nombres portugueses: Pinkhas se convirti¨® en Pedro, Mania en Marieta, y Chaya recibi¨® el nuevo nombre de Clarice.
La madre de Clarice Lispector, que hab¨ªa sido violada durante la Primera Guerra Mundial y hab¨ªa contra¨ªdo la s¨ªfilis, muri¨® 10 a?os despu¨¦s. La creencia popular en el este de Europa dec¨ªa que un embarazo pod¨ªa sanar a una mujer afectada por esta enfermedad, pero en este caso tampoco fue as¨ª. Clarice naci¨® de este af¨¢n por salvarla y supo desde muy peque?a su origen, por lo que el sentimiento de culpa marc¨® tambi¨¦n su vida y su creatividad como escritora.
En Brasil, su padre, que era alguien brillante y liberal, sobreviv¨ªa vendiendo ropa y apenas lograba mantener a la familia, pero estaba decidido a que el mundo viera qu¨¦ clase de hijas ten¨ªa. A los cinco a?os la familia se mud¨® a Recife y cuando Clarice ten¨ªa 10 lo hicieron a R¨ªo de Janeiro. Gracias a este empe?o del cabeza de familia, Clarice continu¨® su educaci¨®n mucho m¨¢s all¨¢ del nivel permitido a las chicas m¨¢s favorecidas econ¨®micamente y entr¨® en uno de los reductos de la ¨¦lite, la Facultad de Derecho Nacional de la Universidad de Brasil. All¨ª, en la escuela de leyes, no hab¨ªa jud¨ªos y solo tres mujeres.
Pero sus estudios de Derecho dejaron poca huella en ella porque persegu¨ªa su sue?o en las redacciones de los peri¨®dicos de la capital brasile?a, donde su belleza y su brillantez ya deslumbraban por sus rasgos asi¨¢ticos, con p¨®mulos marcados y elevados y ojos un poco rasgados. Era, adem¨¢s, una joven culta que conoc¨ªa y le¨ªa con asiduidad a los autores nacionales y extranjeros de m¨¢s relevancia, como Machado de Assis, Rachel de Queiroz, E?a de Queiroz, Jorge Amado y F¨¦dor Dostoievski.
El 25 de mayo de 1940 public¨® su primera historia conocida, El triunfo. Tres meses despu¨¦s, su padre muri¨® con solo 55 a?os, por lo que antes de cumplir 20 a?os Clarice era hu¨¦rfana. A los 21 a?os public¨® Cerca del coraz¨®n salvaje, obra que hab¨ªa escrito a los 19 y por la que recibi¨® el premio Gra?a Aranha como mejor novela.
En 1943 Clarice Lispector se cas¨® con un hombre cat¨®lico, algo inaudito en aquel momento en Brasil. Fue con el diplom¨¢tico Maury Gurgel Valente, a quien conoci¨® mientras estudiaba Derecho. A finales de ese a?o, la pareja comenz¨® a viajar, por lo que en poco tiempo no solo hab¨ªa dejado a su familia, a su comunidad ¨¦tnica y su pa¨ªs, sino tambi¨¦n su profesi¨®n, el periodismo, en el que ten¨ªa una reputaci¨®n creciente.
Durante 15 a?os, hasta que se separaron en 1959, Clarice llev¨® una vida aburrida de esposa perfecta pero echando siempre de menos Brasil. Su primer viaje fue a N¨¢poles en 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, como voluntaria para ayudar en hospitales a los soldados brasile?os heridos. En 1946 public¨® su segunda novela, El lustre, y en los siguientes cinco a?os la escritora viaj¨® en innumerables ocasiones de Inglaterra a Par¨ªs hasta que, finalmente, la familia se instal¨® en Berna, donde naci¨® su primer hijo, Paulo.
Clarice nunca encontr¨® su sitio fuera de Brasil y fue propensa a la depresi¨®n, pero en realidad fue gracias a su marido por lo que consigui¨® escribir, ya que su origen inmigrante la hizo menos permeable a las ideas de la sociedad brasile?a, y su matrimonio fue un paso adelante en t¨¦rminos econ¨®micos, porque nunca fue rica pero tampoco tuvo que trabajar en nada m¨¢s que en escribir. Era esposa y madre pero ten¨ªa ayuda a tiempo completo para dedicarse a escribir y pod¨ªa hacerlo en una habitaci¨®n para ella sola.
Los temas tradicionales y costumbristas que ten¨ªan que ver con las mujeres, la maternidad, el cuidado de la casa y los hijos ya se hab¨ªan escrito antes, pero nadie lo hab¨ªa hecho como ella. Tal vez esa vuelta de tuerca supuso para Clarice un nuevo idioma, con una extra?a gram¨¢tica que quiz¨¢s pueda atribuirse a la influencia del misticismo jud¨ªo que su padre le ense?¨®. Pero otra parte de su extra?eza del estilo y la forma pueden atribuirse a su necesidad de inventar y de transmitir sensaciones m¨¢s all¨¢ de hechos. Cualquiera que lea sus historias de principio a fin se ver¨¢ afectado por una b¨²squeda ling¨¹¨ªstica incesante y una inestabilidad gramatical que impiden leer con demasiada rapidez y a veces no entender el significado a la primera.
En 1949 Clarice Lispector publica La ciudad sitiada. Comienza a escribir cuentos y en 1952 publica Algunos cuentos. Viaja junto a su marido a Estados Unidos, donde nace su segundo hijo, Pedro, en 1953. Un a?o despu¨¦s, en 1954 se public¨® la primera traducci¨®n de un libro suyo: Cerca del coraz¨®n salvaje, en franc¨¦s, con portada de Henri Matisse.
En 1959 se separ¨® de su esposo diplom¨¢tico y regres¨® a R¨ªo de Janeiro, donde volvi¨® a la actividad period¨ªstica para conseguir el dinero necesario para vivir de manera independiente. Un a?o despu¨¦s public¨® Lazos de familia, un libro de cuentos aplaudido por la cr¨ªtica, y un a?o m¨¢s tarde la novela La manzana en la oscuridad, que fue llevada al teatro. En 1963 public¨® la que es considerada su obra maestra, La pasi¨®n seg¨²n G.H., escrita en tan solo unos meses.
La pasi¨®n seg¨²n G.H. relata la vivencia de una mujer que un d¨ªa encuentra una cucaracha en el armario del cuarto de la criada. La protagonista no puede evitar quedarse paralizada por la contemplaci¨®n de ese insecto, que est¨¢ atrapado en la puerta y que, a pesar de la repulsi¨®n que le produce, contin¨²a mir¨¢ndolo obsesivamente, hasta hacer de esa experiencia el desencadenante de una renovaci¨®n vital.
A finales de los a?os 60, Clarice Lispector public¨® art¨ªculos m¨¢s personales en el peri¨®dico Jornal do Brasil?en los que se retrataba de manera ¨ªntima y que hicieron de ella una firma popular, hasta el punto de que su perro Ulisses aparec¨ªa en ellos y se convirti¨® en una leyenda en la ciudad al ser uno de los pocos nexos con la realidad brasile?a, ya que apenas hablaba de temas locales o nacionales.
Pero la escritora continu¨® siendo un enigma inexpugnable, que contestaba con monos¨ªlabos a la prensa o no se presentaba a las entrevistas, lo cual tambi¨¦n aument¨® su leyenda de artista y casi de mito. Por si fuera poco para su ansiedad y tendencia a la depresi¨®n, un suceso aceler¨® esta parte de su personalidad. En 1966 la escritora se durmi¨® con un cigarrillo encendido y su dormitorio qued¨® destruido. Ella sufri¨® quemaduras en gran parte de su cuerpo y estuvo ingresada varios meses en el hospital. Su mano derecha, muy afectada, casi tuvo que ser amputada y jam¨¢s recuper¨® la movilidad anterior. El incidente afect¨® a su estado de ¨¢nimo y las cicatrices y marcas en el cuerpo le causaron continuas depresiones.
Sin embargo, Clarice ten¨ªa ya un reconocimiento global a su trayectoria, por lo que a finales de los a?os 60 y principios de los 70 se dedic¨® a publicar libros infantiles y algunas traducciones de obras extranjeras, que compagin¨® con charlas y conferencias en distintas universidades de Brasil. Su ¨²ltimo libro, La hora de la estrella, es un volumen que escribi¨® en el reverso de cheques y en cajetillas de tabaco. Tiene menos de 100 p¨¢ginas y habla de una chica que, al igual que ella a?os atr¨¢s, viaja del noreste a R¨ªo de Janeiro.
Clarice Lispector muri¨® en R¨ªo de Janeiro el 9 de diciembre de 1977 a los 56 a?os, un d¨ªa antes de cumplir 57, v¨ªctima de un c¨¢ncer. Su despedida en el hospital, a una enfermera, fue: ¡°?Se muere mi personaje!¡±, tal vez la mejor definici¨®n de su literatura. Fue enterrada dos d¨ªas despu¨¦s en el cementerio de Caj¨² por el rito ortodoxo, envuelta en lino blanco. Su l¨¢pida, simple, lleva su nombre hebreo: Chaya Bat Pinkhas, que significa ¡°la hija de Pinkhas¡±.
Su extra?o nombre extranjero, que siempre hab¨ªa sido un tema de especulaci¨®n constante durante su vida, la convirti¨® en leyenda a su muerte. Los cr¨ªticos hab¨ªan sugerido que hasta podr¨ªa ser un seud¨®nimo mientras que otros se hab¨ªan preguntado en m¨¢s de una ocasi¨®n si era un hombre. En el fondo, todo refleja la inquietud de que ella era algo diferente a lo que parec¨ªa y a lo conocido hasta entonces.
En las 85 historias que escribi¨®, Clarice Lispector evoc¨® siempre, en primer lugar, a la propia escritora, a ella misma. Desde su primera historia, publicada cuando ten¨ªa 19 a?os, hasta la ¨²ltima, encontrada despu¨¦s de su muerte, hay una vida de experimentaci¨®n a trav¨¦s de diferentes estilos y experiencias que no todos entienden: incluso algunos brasile?os cultos se han visto desconcertados por el fervor que inspira sin ser capaces de comprender lo que escribe.
Pero el arte de Clarice Lispector invita siempre querer conocer a la mujer, y a trav¨¦s de sus historias se puede rastrear su vida art¨ªstica, desde la promesa de la adolescencia y la madurez asegurada, hasta llegar a la cercan¨ªa inexorable de la muerte.
Babelia
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