La imaginaci¨®n tiene un problema
El argentino Dami¨¢n Tabarovsky firma 'Fantasma de la vanguardia', uno de los ensayos m¨¢s combativos de 2018
Una tarde de hace tres a?os lleg¨® a casa de Rafael S¨¢nchez Ferlosio una caja con ejemplares de uno de sus libros. El escritor la abri¨®, contempl¨® el contenido y exclam¨®: ¡°?Qu¨¦ barbaridad! El nombre del autor sale m¨¢s grande que el t¨ªtulo¡±. Ferlosio y su exclamaci¨®n son de otro tiempo, aquel en que el marketing se llamaba mercadotecnia y a¨²n no era una rama de la literatura. Esa rama es justo la que se echa de menos en Fantasma de la vanguardia (Mardulce), uno de los ensayos m¨¢s combativos de 2018. Lo firma el argentino Dami¨¢n Tabarovsky, que ya en 2004 tir¨® una piedra al estanque con el provocador Literatura de izquierda.
Como hace 14 a?os, el autor de El amo bueno, reivindica una escritura ¡°exc¨¦ntrica y pol¨ªtica¡± que sea lo segundo por ser lo primero, no por el tema que toque: ¡°Una novela no es pol¨ªtica porque hable de dictadores ni social porque hable de narcotraficantes, ni filos¨®fica porque aparezca Heidegger como personaje. Esa es la soluci¨®n sencilla, trivial. Insignificante. Es la literatura que viene preparada para ser reproducida, publicitada y festejada por el mercado (...) Lo que vuelve pol¨ªtica a la literatura es la pregunta por la frase¡±.La pregunta por la frase es, en el fondo, la pregunta por una sintaxis que ¡°imposibilite su absorci¨®n por el mercado¡±. No es raro que Tabarovsky tambi¨¦n se pregunte si no fue la teor¨ªa la ¡°gran novela¡± de la segunda parte del siglo XX. Por ¡°la teor¨ªa¡± se entiende, claro, aquel momento de los a?os 60 en que vanguardia est¨¦tica y vanguardia pol¨ªtica iban de la mano, momento que el propio ensayista matiza con una ¡°frase terrible¡± de H¨¦ctor Libertella: ¡°Mientras nosotros le¨ªamos a Foucault y a Derrida, Foucault y Derrida le¨ªan a Borges¡±.
Aunque Fantasma de la vanguardia se?ala la aparici¨®n de una ¡°sensibilidad pol¨ªtica¡± de izquierda que ¡°se expresa en est¨¦ticas de tipo conservador¡±, el ensayo lo discute todo sin salir del interior de los libros, es decir, sin entrar en aquello que desde fuera busca facilitar su tr¨¢nsito por el famoso y absorbente mercado. ?Est¨¢ la literatura cr¨ªtica al margen de la mec¨¢nica consumista que Pasolini denunciaba como la gran mutaci¨®n antropol¨®gica de nuestro tiempo? Si lo est¨¢, maneja bien los resortes del sistema que dice denunciar: la cifra de ventas como argumento de autoridad, los elogios en la faja del libro, la faja misma, los premios concedidos por una editorial a escritores que ya figuran en su cat¨¢logo... A veces sales de una exposici¨®n de arte comprometido y te encuentras con los logos de los ¡°patronos corporativos¡± (multinacionales, aseguradoras). A veces cierras un libro que retrata los desmanes del capital y te encuentras con una nota que dice que ha sido escrito con una beca de la fundaci¨®n de un banco. ¡°Hoy es m¨¢s f¨¢cil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo¡±, dice una famosa frase de Fredric Jameson citada por Tabarovksy. Lo dif¨ªcil es imaginar a un novelista que piense que su nombre sale demasiado grande.
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