El coro de 70 hombres que quiere salir del armario

Josu¨¦ ha llegado con su guitarra y sus ganas afinadas. No tiene formaci¨®n en canto, pero quer¨ªa probarlo desde hace tiempo. ¡°No somos bichos raros, somos normales¡±, dice al salir de la audici¨®n para formar parte del coro de hombres gays de Madrid. El grupo ha reservado una de las salas del C¨ªrculo de baile para captar nuevas voces y auditar a los veteranos. Entre acordes de salsa, bachata y kizomba, un grupo de hombres se arremolina en el pasillo esperando su turno. Hay bromas, alegr¨ªa y buen rollo. Un insuperable ¨¢nimo de reivindicaci¨®n.

¡°La visibilidad es fundamental para no quedarnos en el orgullo. Es una forma festiva, sin exceso de formalidad¡±, dice Josu¨¦, que en breve sabr¨¢ si ha entrado a formar parte de este grupo de casi 70 hombres, que en el escenario se ajustan la pajarita y el traje para cantar las glorias del pop espa?ol. ¡°Sin pelucas, ni tacones¡±, aclara Pablo Malav¨¦, fundador y presidente de la agrupaci¨®n. Hay abogados, profesores, m¨¦dicos, ingenieros, trabajadores de banca, hombres con buena voz pero no cantantes profesionales. Hombres comprometidos para acabar con la discriminaci¨®n, la violencia y el rechazo de cualquier condici¨®n sexual. Y si hay que cantar un chotis, se hace. Se hizo.

El rechazo que no para

A pesar de la labor musical y social que tiene el grupo por misi¨®n, no lo tienen f¨¢cil para entrar en espacios p¨²blicos, ni para recibir una subvenci¨®n. Las han pedido a todas las instituciones p¨²blicas, nunca se les ha concedido ni un euro. Al a?o tienen cerca de una decena de actuaciones y los empresarios teatrales s¨ª les llaman. Los programadores de espacios p¨²blicos, no. ¡°Hay un rechazo evidente. La primera vez que nos contestaron a un correo electr¨®nico fue desde el actual Ayuntamiento de Madrid. Pero el resto, no¡±, cuenta Malav¨¦.

¡°Hacemos una labor social al reivindicar nuestros derechos a trav¨¦s de la m¨²sica y contra los estereotipos homosexuales¡±, cuenta Luis Garc¨ªa, int¨¦rprete del coro. Jos¨¦ Mena se encarga de la direcci¨®n del coro desde hace tres a?os y reconoce que esta experiencia ayuda a cambiar la visi¨®n que tiene la gente del colectivo gay, que ¡°le da una dimensi¨®n nueva a la gente que no conoce el colectivo¡±. Para Marcelo, otro de los int¨¦rpretes del coro, la clave es la calidad de la propuesta art¨ªstica: ¡°Debemos demostrar que somos m¨¢s coro que gay, para entrar en los espacios p¨²blicos¡±. ?l tampoco es cantante profesional, aunque participa en otros coros y en este ha encontrado un refugio y una f¨®rmula social integradora. Insiste en la lucha contra los prejuicios y los estereotipos: ¡°La ¨²nica diferencia con un coro mixto son las voces¡±.

Visibilidad y libertad

Como escribi¨® Luis Alegre en su ensayo?Elogio de la homosexualidad (Arpa) ¡°los homosexuales hemos hecho m¨¢s libres a todos¡±. El coro cumple con ese cambio radical que abre nuevos caminos a la diversidad, porque no hay organizaci¨®n que no sea permeable a los cambios sociales y a la libertad que plantean estos hombres. David ha llegado a su primera audici¨®n. Canta en casa. ¡°Me interesa porque tengo pendiente mi visibilizaci¨®n. Me cuesta hablar de mi sexualidad, aunque me acabo de casar¡±, cuenta. Con el matrimonio homosexual no basta, la normalizaci¨®n necesita romper muchas otras barreras.

Malav¨¦ cuenta que el a?o pasado fueron a Valladolid y compraron una cu?a publicitaria en la COPE para convocar al concierto, pero en el anuncio que emiti¨® la radio desapareci¨® una palabra de la expresi¨®n ¡°coro de hombres gays¡±. Montaron una manifestaci¨®n en las taquillas del teatro para boicotear la actuaci¨®n, que pudo celebrarse. La temporada que viene ser¨¢ su quinto a?o en marcha y en el espect¨¢culo habr¨¢ temas de Gloria Trevi, Paulina Rubio y Shakira, entre otros. Latinoamerica como leit motiv. Por primera vez Raphael y Alaska se quedar¨¢n fuera de repertorio, aunque el publico m¨¢s fiel pedir¨¢ Bailando a los bises.