Raven Wilkinson, talentosa bailarina afroamericana
Miembro del Ballet Russe de Montecarlo y del Ballet Nacional de Holanda, ha fallecido en su casa en Manhattan a los 83 a?os
La bailarina estadounidense Raven Wilkinson muri¨® el pasado d¨ªa 17 a los 83 a?os en su casa de Manhattan. Hab¨ªa nacido en Harlem el 2 de febrero de 1935 y fue la primera bailarina de ballet negra en obtener un contrato en una gran compa?¨ªa, el Ballet Russe de Montecarlo (agrupaci¨®n cosmopolita asentada en Estados Unidos y activa entre 1938 y 1962). Su talento, elegancia y discreci¨®n la hicieron mantener un discreto segundo plano en muchas ocasiones, pero es innegable su papel simb¨®lico en la historia del ballet.
Raven Wilkinson vio?Copp¨¦lia por el mismo conjunto que luego fue su compa?¨ªa cuando ten¨ªa 5 a?os y ella misma cont¨® que sus emociones fueron tan fuertes que llor¨® sin parar durante toda la obra; despu¨¦s vio bailar a Janet Collins y eso defini¨® su vocaci¨®n. Collins, otra pionera, hab¨ªa pasado tambi¨¦n por la experiencia de la audici¨®n y la humillaci¨®n de que le exigieran pintarse la cara de blanco, cosa que no acept¨® y deriv¨® su carrera al musical y a Hollywood.
La madre de Raven, a partir de los 9 a?os, la llev¨® a la clase de ballet del ruso Vecheslav Svoboda, y despu¨¦s estudi¨® con Ludmila Schollar, artista legendaria de San Petersburgo y ligada a los Ballets de Diaghilev. Su entrenamiento se bas¨® en su tes¨®n y sus b¨²squedas, pues fue rechazada en la School of American Ballet y otras escuelas oficiales por el color de su piel. El Ballet Russe de Montecarlo fue pionero en la inclusi¨®n. Primero en entre 1953 y 1955 dio admisi¨®n y lugar art¨ªstico destacado a varios grupos, como los latinos (Nicholas Magallanes, Lupe Serrano, Alicia Alonso), italoamericanos como Eleonor D¡¯Antuono y artistas procedentes de minor¨ªas indias como Rosella Hightower, Mar¨ªa Talchief, Yvonne Chouteau y Moscelune Larkin. Menos de un a?o despu¨¦s, admiti¨® una primera bailarina negra: Raven Wilkinson, que entr¨® con un contrato especial de seis semanas, momento que aprovech¨® para afianzar su clase y darse a conocer.
Ya entonces los directores dijeron a su familia que no deb¨ªa decir que era negra, aprovechando que su tez era clara. Luego su contrato se afianz¨® aunque comenzaron los problemas. Una vez en Atlanta no pudo pernoctar con sus compa?eras y fue enviada a otro hotel por ser negra. El propietario del hotel la interrog¨®. Raven no quiso mentir. Poco despu¨¦s en la propia compa?¨ªa le insinuaron que dejara el ballet cl¨¢sico y abriera una escuela de danza africana. En Montgomery (Alabama) dos miembros del KKK subieron al escenario gritando: ¡°?Es verdad que hay una negra aqu¨ª?¡±. Lograron parar la orquesta, pero la funci¨®n continu¨®. Aquello colm¨® su resistencia, y Raven dej¨® el Ballet Russe de Montecarlo. Su decepci¨®n la llev¨® a ingresar en un convento anglicano en Fon de Lac (Wisconsin) donde estuvo m¨¢s de ocho meses antes de volver a entrenarse como bailarina. Consciente de su calidad profesional, prob¨® con audiciones en el American Ballet Theatre, el New York City Ballet y el Metropolitan Opera Ballet; en todos fue rechazada. Entonces, tras hacer estudios inconclusos en la Universidad de Columbia, se dedic¨® a dar conferencias ilustradas con su danza y a peque?os recitales individuales; dio el salto a las islas Bahamas, donde logr¨® dar clases y bailar brevemente. As¨ª la vio en Washington Sylvester Campbell, que la anim¨® a presentarse en el Het National Ballet (Ballet Nacional de Holanda) donde fue admitida enseguida con rango de solista, permaneciendo en Amsterdam entre 1967 y 1974, cuando vuelve a Nueva York y entra en la New York City Opera, primero como bailarina y luego como actriz y ensayadora.
Raven Wilkinson no volvi¨® a bailar en ninguna compa?¨ªa estadounidense de ballet y solamente apareci¨® como invitada en Washington por el Capitol Ballet y junto al tambi¨¦n afroamericano Campbell. Ellos bailaron?Festival de las flores en Genzano, y en la funci¨®n estaba como espectadora Virginia Johnson, despu¨¦s primera bailarina del Harlem Ballet, que coment¨® hace unos d¨ªas a The New York Times: ¡°Ella era exquisita. Fue la primera bailarina negra que vi hacer ballet acad¨¦mico¡±. Wilkinson siempre rechaz¨® que se la tratara con excepcionalidad o ser considerada una pionera. Amaba el ballet, luchaba por ello y por bailar, y por eso su repertorio fue amplio.
En 2015 Raven Wilkinson se convirti¨® en mentora de Misty Copeland, la primera bailarina negra en alcanzar el rango de principal en el American Ballet. Cuando Misty estren¨® Lago de los cisnes, Raven le entreg¨® las flores al final de la funci¨®n. Copeland ha escrito un libro,?Firebird, inspirado en la vida de Wilkinson
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.