La estrella del ballet que no quer¨ªa bailar
La directora Ic¨ªar Bolla¨ªn muestra en 'Yuli' el incre¨ªble recorrido vital del cubano Carlos Acosta, figura mundial de la danza, y la fiereza y el sentimiento de su disciplina
Desde hace a?os Carlos Acosta (La Habana, 1973) sab¨ªa que su vida era material f¨ªlmico. Cuando escribi¨® No Way Home en 2006 no pensaba nada m¨¢s que "en aprender a perdonar". Pero la gente le¨ªa su libro y le empujaba: no hab¨ªa nadie como ¨¦l, surgido de un barrio marginal de La Habana, ni?o aficionado al break dance y al f¨²tbol, alumno de danza a rega?adientes por empe?o de su padre, un camionero rudo, finalmente primer bailar¨ªn del English National Ballet, del Houston Ballet y del Royal Ballet de Londres. Y siendo negro. Nadie hab¨ªa llegado tan lejos. "Estuve una d¨¦cada empujando", recuerda en San Sebasti¨¢n el bailar¨ªn y core¨®grafo, "hasta que en mi camino se cruz¨® la prestigiosa productora brit¨¢nica Andrea Calderwood". La brit¨¢nica supo que aquel era un material para Paul Laverty. "Y hoy agradezco que todo lo anterior fracasara, porque Paul e Ic¨ªar me entendieron", comenta Acosta.
As¨ª naci¨® Yuli, una biograf¨ªa descarnada, una pel¨ªcula que encara un reto complejo: ?se puede mostrar en pantalla la danza con toda su fiereza audiovisual y su hondura emocional? "Paul me dijo que si me apetec¨ªa, y yo acept¨¦ corriendo", recuerda Ic¨ªar Bolla¨ªn (Madrid, 1967). Ambos leyeron la biograf¨ªa fascinados: "Es un material muy rico, con elementos incre¨ªbles como que no quisiera bailar de ni?o, que venga de familia de esclavos y de casa muy humilde para acabar en el Royal Ballet. Su familia es tambi¨¦n espejo de 40 a?os de Cuba". Y la relaci¨®n con su padre. "Despu¨¦s, con Paul ya en el guion, nos preguntamos: ?qu¨¦ pasa si adem¨¢s incluimos a Carlos en persona y a su compa?¨ªa, si filmamos la danza y la mezclamos con la trama? Un doble mortal sin red. Fui a una reuni¨®n en la BBC, que participan en Yuli, y me preguntaron: 'Pero esto, ?c¨®mo va a ser?'. Y solo pude responder: 'Pues ya veremos". Ese "veremos" concurs¨® este domingo en el festival de San Sebasti¨¢n antes de su estreno comercial el 14 de diciembre.
De la pareja Bolla¨ªn-Laverty uno espera f¨¦rrea direcci¨®n y escritura f¨ªlmica. Eso est¨¢ en Yuli, pero se necesitaba algo m¨¢s para salir con bien del reto. "Por eso enrolamos a ?lex Catal¨¢n, director de fotograf¨ªa con el que yo ya hab¨ªa trabajado en Tambi¨¦n la lluvia, y al compositor Alberto Iglesias", asegura la directora. "Los necesit¨¢bamos para dar ese algo m¨¢s, y me busqu¨¦ buenos aliados. Y con todo, hasta que no acab¨¦ el montaje no estaba segura de haber logrado lo que quer¨ªa".? Como ejemplo, describe la dificultad de la danza: "Esta gente [se?ala a Carlos] se sale de cuadro al moverse. Si acercas la c¨¢mara, pierdes movimiento; si te alejas, te aburres porque parece teatro y no cine". ?Cambia la manera de trabajar por colaborar con alguien como Catal¨¢n, tan meticuloso? "S¨ª, llevas todo m¨¢s planificado, no te permites tanta capacidad de improvisaci¨®n. Pero fue m¨¢s complejo el trabajo con los bailarines, porque no puedes hacerles repetir y repetir".
Carlos Acosta no recuerda ese proceso tan doloroso como el de revivir sus vivencias familiares: "No tengo arrepentimientos de aquellos a?os, y mis padres disfrutaron de mis primeros ¨¦xitos. Sin embargo, sufr¨ª". En Yuli Acosta se encarna a s¨ª mismo bailando coreograf¨ªas de aquellos momentos complicados. "Yo sab¨ªa que todos est¨¢bamos en la misma l¨ªnea. Es una pel¨ªcula muy art¨ªstica, y a la vez conmovedora, ¨ªntegra e innovadora. Su lenguaje es rompedor; ser parte de esto me enorgullece", cuenta el core¨®grafo. Porque en manos de Bolla¨ªn, Acosta ha dejado sus dos tesoros m¨¢s preciados: su vida y su baile. Un doble riesgo. "Pues tuve m¨¢s miedo de ser yo, cuando bailara, quien enviara al infierno mi pel¨ªcula", r¨ªe el cubano. "Yo ya no salto tres metros, tengo 45 a?os, y dud¨¦: ?qu¨¦ se espera de m¨ª en Yuli? ?Aquel chaval o qu¨¦ cosa? Ic¨ªar me quit¨® el peso cuando me dijo: 'Te quiero a ti ahora, con tu verdad actual'. As¨ª que me dej¨® ser quien soy, sin pretensiones".
Y ese Carlos Acosta es, seg¨²n ¨¦l mismo, "alguien que ya ha hecho lo que ten¨ªa que hacer, y convencido a la gente que ten¨ªa que convencer". El primer bailar¨ªn negro en protagonizar Romeo y Julieta. "Solo ten¨ªa que expresarme". Yuli es tambi¨¦n la constataci¨®n de la paz final que lograron padre e hijo. "Fue a Londres, vio el escenario del Convent Garden con 80 bailarines y en medio su hijo convertido en pr¨ªncipe. Disfrut¨® de la gloria que tanto ansiaba para m¨ª", cuenta emocionado. "Llegaron a ver Tocororo, f¨¢bula cubana, mi ballet autobiogr¨¢fico. Qued¨¦ tranquilo".
Hace pocos d¨ªas que falleci¨® la primera gran estrella negra del ballet, Arthur Mitchell, m¨¢s centrado en el contempor¨¢neo -con su gigantesca colaboraci¨®n con el core¨®grafo George Balanchine en el New York City Ballet- que Acosta, que primero triunf¨® en el cl¨¢sico. "?Sabes? Yo trabaj¨¦ con ¨¦l", dice Acosta. Sin embargo, Yuli no subraya el racismo. Solo se apunta cuando, por ejemplo, su familia materna, blanca, no quiere llevarles a la playa a ¨¦l y a su hermana. Seg¨²n el cubano, "el ballet es clasista, aunque ha evolucionado. En mis inicios no sab¨ªan qu¨¦ hacer conmigo. Hoy un cuerpo de danza se asemeja a la sociedad. Yo tuve la suerte de que mis profesores priorizaron mi talento y muchas veces me convert¨ª en el precedente". Y humildemente, acaba: "Solo quer¨ªa satisfacer a mi profesora".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.