El resbaladizo espa?ol neutro
La pol¨¦mica por los subt¨ªtulos de ¡®Roma¡¯ revela la riqueza de un idioma que es unitario pero se resiste a la uniformidad
La decisi¨®n de Netflix de subtitular (y traducir en los r¨®tulos a la variante peninsular) el espa?ol en el que hablan los protagonistas de la exitosa Roma ha saltado a los titulares debido a las copias que se exhiben en los ¨²nicos cinco cines que proyectan la pel¨ªcula en Madrid, Barcelona y M¨¢laga. Porque el servicio de streaming hace tiempo que ofrece esa opci¨®n en multitud de series y pel¨ªculas en espa?ol. Pero lo que en un ordenador, un tel¨¦fono o un televisor es opcional algunos espectadores lo han vivido en las salas como una imposici¨®n. Otros, sin embargo, lo consideran una ventaja. Sea como sea, la pel¨ªcula de Cuar¨®n, que defini¨® la decisi¨®n en EL PA?S como ¡°parroquial, ignorante y ofensiva¡±, reabre el debate sobre la existencia de un espa?ol neutro, al tiempo que revela la fuerza de un idioma que se resiste a su uniformidad.
Sergio Morera, del equipo de Comunicaci¨®n, Programaci¨®n y Marketing de los cines Verdi, dio ayer alguna pista de lo ocurrido: ¡°Organizamos un pase privado de Roma, donde muchas personas nos dijeron que les costaba bastante seguir la pel¨ªcula. Decidimos que lo mejor ser¨ªa tener una versi¨®n subtitulada y as¨ª se lo pedimos a Netflix¡±. Morera asegura que, una vez recibida, comprobaron que todo funcionara desde el punto de vista t¨¦cnico, pero no analizaron el contenido de los subt¨ªtulos: ¡°No creo que tenga que ver con el colonialismo. Desde luego, no era la intenci¨®n. Si se ha percibido as¨ª, lo sentimos. Solo quer¨ªamos que la mayor¨ªa de p¨²blico fuera capaz de entender la pel¨ªcula, y por eso siempre optamos por la versi¨®n original. En absoluto pretendemos difuminarla o taparla¡±.
Netflix declin¨® ayer de nuevo hacer declaraciones a este diario. En el cat¨¢logo online de la compa?¨ªa, hay dos tipos de subt¨ªtulos: los que consignan literalmente lo que dicen los di¨¢logos y los que los traducen. Esas traducciones parecen ir siempre en el mismo sentido: del espa?ol latinoamericano al peninsular, que se tiene por un ¡°espa?ol neutro¡±. Las principales series espa?olas, como La casa de papel o ?lite, permiten a?adir subt¨ªtulos que reflejan exactamente lo dicho en pantalla. En cambio, la pel¨ªcula peruana Soltera codiciada, entre otras, tiene hasta tres versiones de una misma secuencia. En la pantalla, tres se?oras se agachan para esquivar una mosca. Una grita: "?Aguarda!". Los subt¨ªtulos en ¡°espa?ol¡± rezan: ¡°?Espera!¡±. Y si se escoge lo que Netflix llama ¡°espa?ol latinoamericano¡±, aparece: ¡°?Cuidado!¡±.
M¨¢s all¨¢ de las dudas que suscita sobre el espa?ol como lengua com¨²n, los defensores de los subt¨ªtulos para acercar recuerdan que esto ha favorecido el triunfo del series espa?olas, como La casa de papel o ?lite, en los pa¨ªses latinoamericanos donde se han pasado. Y lo cierto es que m¨¢s veces en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas se han subtitulado filmes latinoamericanos o espa?oles en las salas de otros pa¨ªses hispanohablantes. La colombiana La vendedora de rosas, la mexicana Amores Perros o la argentina Nueve Reinas son algunos de los casos. Aunque las principales dudas, m¨¢s all¨¢ de los subt¨ªtulos en s¨ª, rodean la elecci¨®n de adaptarlos al p¨²blico espa?ol.
En Filmin, otro portal online con amplia presencia de cine espa?ol y latinoamericano, la mayor¨ªa de estos filmes se presenta en versi¨®n original pura. Hay excepciones, como Nueve Reinas, que ofrece subt¨ªtulos, a lo Roma. Y tambi¨¦n en Filmin Latino, su brazo mexicano, ciertas pel¨ªculas llevan subt¨ªtulos en castellano. Aunque en su caso es a menudo una elecci¨®n econ¨®mica: si eligen incluir los subt¨ªtulos, optan por una sola versi¨®n. La traducci¨®n, en todo caso, siempre depende de las productoras de las pel¨ªculas.
¡°Ofrecer los subt¨ªtulos se ha hecho desde siempre y si permite que m¨¢s gente pueda entender, no me parece mal. Recuerdo que hace a?os, cuando vi Y tu mam¨¢ tambi¨¦n, los hubiera agradecido. Y tambi¨¦n en filmes recientes como El club o El clan¡±, defiende Jaume Ripoll, cofundador y responsable de contenido y desarrollo de Filmin. Y ampl¨ªa el debate: en el mercado de la Berlinale de 2011, la pel¨ªcula El irland¨¦s, de habla inglesa, se proyect¨® con subt¨ªtulos en ese mismo idioma.
¡°Cuando alguien te plantea ¡®hagamos espa?ol neutro¡¯, yo me pregunto ?qui¨¦n lo habla?¡±, explica Juan Pablo Villalobos (Guadalajara, M¨¦xico, 1973), que subraya que nunca ha tenido que adaptar sus escritos originales a un espa?ol bajo demanda. ¡°En M¨¦xico estamos muy acostumbrados a leer castellano de Espa?a, de Argentina, de Colombia. El problema surge cuando la industria editorial o cinematogr¨¢fica trata de hacer el lenguaje m¨¢s transparente para eliminar el argot. Pero no sirve de nada cambiar ¡®pendejo¡¯ por ¡®gilipollas¡¯. Es una chapuza adaptar, porque no existe la diferencia¡±. Por ah¨ª camina tambi¨¦n el razonamiento de Mar¨ªa Fernanda Ampuero (Guayaquil, Ecuador, 1976), autora de Pelea de gallos, que cree que en Latinoam¨¦rica est¨¢n m¨¢s acostumbrados al argot de Espa?a porque no se dobla el cine. ¡°All¨ª s¨ª vemos cine en idioma original y entendemos que hay gente que habla distinto. Consumimos televisi¨®n mexicana, venezolana o espa?ola¡±, dice. Emiliano Monge (Ciudad de M¨¦xico, 1978) a?ade que ¡°hay editores espa?oles que buscan limpiar ciertos libros, hacerlos m¨¢s neutros¡±. ¡°?Como si el castellano neutro existiera! En cambio, nunca me ha pasado a la inversa¡±, cuenta.
Esas exigencias de despojar el idioma de sus particularidades se han dado tradicionalmente en el teatro. Son muchos los int¨¦rpretes latinoamericanos que durante a?os eliminaron cualquier vestigio de acento al llegar a Espa?a, como el fallecido argentino H¨¦ctor Colom¨¦, que recitaba versos del Siglo de Oro como si hubiera nacido en Valladolid. Pero los tiempos han cambiado y el p¨²blico no parece tener problema para seguir una funci¨®n interpretada por voces latinoamericanas. Actores como H¨¦ctor Alterio, Miguel ?ngel Sol¨¢ o Fernanda Orazi act¨²an habitualmente en producciones espa?olas sin cambiar su acento. Y uno de los grandes ¨¦xitos de los ¨²ltimos a?os procedente de Argentina, La omisi¨®n de la familia Coleman, de Claudio Tolcachir, encadena con ritmo endiablado decenas de expresiones que no se usan en la Pen¨ªnsula, pero nunca en los m¨¢s de 10 a?os de vida de esta producci¨®n, en los que ha visitado varias veces distintas ciudades espa?olas, se ha retocado: el contexto y la propia interpretaci¨®n de los actores ayudan a seguir la funci¨®n sin problemas.
Con informaci¨®n de Raquel Vidales y Ana Roca Barber.
Puedes darle al play para escucharlo, descargarlo haciendo click en la flecha de la derecha, o escucharlo en tu m¨®vil a trav¨¦s de:?Apple Podcasts | Podcasts de Google |?RSS Feed
Traducir a trav¨¦s de los siglos
Andr¨¦s Trapiello, que en 2015 public¨® una traducci¨®n del Quijote al castellano actual, cree que cualquiera podr¨ªa ver 'Roma' sin subtitular ¨C"el l¨¦xico mexicano y el espa?ol est¨¢n muy cerca"- pero no cree que haya que rasgarse las vestiduras: "El original mexicano es una delicia, pero los subt¨ªtulos son una opci¨®n que puede acompa?ar a algunos espectadores, como cuando ves una pel¨ªcula en una lengua que no dominas del todo. Recuerdo haber visto en Londres un musical estadounidense que sobretitulaba las partes habladas en ingl¨¦s americano porque hab¨ªa muchas expresiones callejeras". Trapiello cree que es menor la distancia que existe entre el espa?ol de Espa?a y el de M¨¦xico que la que existe entre el espa?ol del siglo XVII y el actual. De ah¨ª su versi¨®n de la novela de Cervantes: "Habr¨¢ quien diga que puede leer el 'Quijote' sin diccionario y sin cinco mil notas, pues estupendo, pero hay partes que no se entienden. Sobre todo las m¨¢s pegadas a la oralidad. Los continuos refranes de Sancho, por ejemplo. ?Qu¨¦ es "pedir cotufas en el golfo"? Literalmente es pedir chufas en alta mar, o sea, "peras al olmo". O "cast¨ªgame mi madre, y yo tr¨®mpogelas", es decir, "r¨ª?eme mi madre, por un o¨ªdo me entra y por otro me sale".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.