Godard se pasa al ¡°cine de c¨¢mara¡±
El director franc¨¦s presenta su ultima pel¨ªcula dentro de una habitaci¨®n de hotel en el marco del Festival de Rotterdam
A los 88 a?os, Jean-Luc Godard sigue dispuesto a reinventar el cine. Su nueva pel¨ªcula, El libro de im¨¢genes, acaba de ser presentada en el Festival de Rotterdam, certamen propicio para el cine experimental desde su creaci¨®n en 1972. Pero las proyecciones no tienen lugar en una sala de cine convencional, sino en una habitaci¨®n del Hotel Atlanta, uno de los pocos edificios del centro que no fueron destruidos en el bombardeo alem¨¢n de 1940 que arras¨® con la ciudad holandesa. Cada una de las tres sesiones diarias de la pel¨ªcula tiene capacidad para solo 30 personas. ¡°No es una pel¨ªcula pensada para la pantalla grande. Fue concebida para ser vista en la intimidad¡±, explica Fabrice Aragno, mano derecha del cineasta, que en El libro de im¨¢genes ejerce de productor, montador y director de fotograf¨ªa.
La pel¨ªcula se ver¨¢ en cines en algunos pa¨ªses, como Estados Unidos, donde se estren¨® el viernes pasado en Nueva York, o Espa?a, adonde llegar¨¢ el 22 de febrero a un n¨²mero limitado de salas. ¡°Cada distribuidora es libre de hacer lo que quiera, pero Jean-Luc quiso que fuera una pel¨ªcula de c¨¢mara¡±, afirma Aragno junto a la sala acondicionada para las proyecciones en Rotterdam. Decorada con viejas butacas y alfombras persas, reproduce el ambiente del estudio que Godard tiene en su casa, en la localidad suiza de Rolle, donde se realiz¨® el montaje de este singular proyecto. ¡°Es una forma de mostrar la pel¨ªcula en el contexto en que fue fabricada. Es como ver el cuadro de un pintor colgado en su taller¡±, opina Aragno.
Para Godard, la originalidad consiste en volver al origen. ¡°No es una idea revolucionaria. Las pel¨ªculas de los hermanos Lumi¨¨re ya se ve¨ªan en caf¨¦s y lugares p¨²blicos, y no en salas de cine delante de un cubo de palomitas¡±, asegura el productor, opuesto a esos ¡°espacios neutros y anodinos que tratan igual a una superproducci¨®n y a una pel¨ªcula como esta¡±. En su lugar, la nueva obra de Godard se ver¨¢, en este mismo formato, en un teatro de Par¨ªs, en una fundaci¨®n de Hong Kong, en una biblioteca suiza y en un museo de Bruselas antes de que termine 2019.
Cuando se apagan las luces, aparece un collage hecho de fragmentos de pel¨ªculas, im¨¢genes televisivas y v¨ªdeos virales de Internet. Este ensayo f¨ªlmico ¨Cl¨²cido pero inteligible solo a medias, igual que los or¨¢culos de otros tiempos¨C es un concentrado de im¨¢genes trituradas en el que caben desde una vieja pel¨ªcula de Joan Crawford hasta las noticias de un canal 24 horas, desde V¨¦rtigo y Pasolini hasta la propaganda del Isis. Acompa?ado de la narraci¨®n temblorosa del propio director, que recita una larga serie de aforismos, es otro empe?o enciclop¨¦dico al estilo de sus m¨ªticas Historia(s) del cine, que complet¨® en cuatro episodios entre 1988 y 1998. Entre la infinidad de ideas por segundo que contiene la pel¨ªcula, sobresale su discurso sobre la representaci¨®n del mundo ¨¢rabe, que parece enmarcado en la teor¨ªa del orientalismo que formul¨® Edward Sa?d.
¡°Los cr¨ªticos se limitan a identificar las pel¨ªculas, pero no se trata de reconocer las fuentes, sino de buscar una relaci¨®n entre ellas¡±, se?ala Nicole Brenez, catedr¨¢tica en la Sorbonne Nouvelle y gran especialista en cine experimental, a la que Godard reclut¨® para el proyecto como coproductora. Brenez tambi¨¦n ve en El libro de im¨¢genes ¡°una pel¨ªcula de renacimiento¡± tras el ataque al coraz¨®n que sufri¨® Godard en 2015. ¡°Uno de los t¨ªtulos provisionales de la pel¨ªcula era, justamente, Renacimiento. Es un resurgimiento personal despu¨¦s de haberse enfrentado a la muerte¡±, dijo Brenez durante una masterclass en Rotterdam.
La pel¨ªcula tuvo su estreno mundial el pasado mayo en el Festival de Cannes, donde fue estrenada en el gran auditorio Lumi¨¨re, sala principal del certamen con capacidad para 2.300 espectadores. Pero fue un accidente que terminase all¨ª. ¡°Cuando la pel¨ªcula fue seleccionada por Cannes, Godard les dijo que no. Su idea original era que solo fuese vista en este peque?o formato¡±, revela Aragno. ¡°Cambi¨® de opini¨®n cuando nos retiraron la financiaci¨®n del Consejo Federal suizo. Pens¨® que estar en Cannes har¨ªa que se lo replantearan¡±. Y no se equivoc¨®: horas despu¨¦s, la oficina gubernamental que concede las subvenciones le dio los 50.000 euros necesarios para terminarla.
Pol¨ªticamente, era insostenible que una pel¨ªcula de nacionalidad suiza presentada en Cannes no tuviera financiaci¨®n p¨²blica. ¡°Pero no me olvido de que, solo unos d¨ªas antes, nos hab¨ªan dicho que eso no era cine, que no entend¨ªan nada y que no iba a interesar al p¨²blico¡±, explica Aragno. La pel¨ªcula se termin¨® llevando una Palma de Oro especial, la primera en la historia del certamen, que Godard exhibe con orgullo al inicio del metraje. La presidenta del jurado, Cate Blanchett, la defini¨® como un filme ¡°fuera del tiempo y del espacio¡±. Resulta l¨®gico que una obra tan abstrusa y genial no termine en un multiplex.
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