Joyce Carol Oates quiere ser Margaret Atwood
La ¨²ltima novela de la veterana y prol¨ªfica escritora es una distop¨ªa feminista, y no es la ¨²nica ?estar¨¢ convirti¨¦ndose 'El cuento de la criada' en un subg¨¦nero a explotar?
Con motivo de la publicaci¨®n de su novela n¨²mero 72 (?72!), Hazards of Time Travel, la revista Interview pidi¨® a un grupo de escritores que entrevistara a Joyce Carol Oates. Les pidi¨®, en realidad, que le hicieran una pregunta cada uno. Una pregunta dice tanto o m¨¢s de esos escritores, de lo que la respuesta dice de la propia Oates. Por ejemplo, Stephen King quiso saber cu¨¢l era su cuento de terror favorito. Oates respondi¨® que el cap¨ªtulo final de A trav¨¦s del espejo y lo que Alicia encontr¨® all¨ª, de Lewis Carroll, novela que ley¨® a los ocho a?os y con la que todav¨ªa tiene pesadillas. A. M. Homes le pregunt¨® qu¨¦ era un d¨ªa bueno para ella. Oates dijo que un d¨ªa tranquilo, en el que pudiese contemplar el jard¨ªn desde su despacho, sabiendo que todo estaba en marcha, porque ¡°nunca est¨¢ mejor un escritor que cuando todo est¨¢ en marcha, empezar cualquier cosa es siempre dif¨ªcil¡±.
Lena Dunham le pregunt¨® por lo que sent¨ªa cuando escrib¨ªa escenas violentas. En concreto, le pregunt¨® si su cuerpo reaccionaba de alguna manera especial. Oates dijo que no. Gillian Flynn quiso saber si el hecho de conocer la verdadera historia de ciertos iconos femeninos ¨C v¨ªctimas ¨C como Mary Jo Kopechne o la Dalia Negra, habr¨ªa hecho que no escribiera sobre ellas, o si hubiera necesitado igual hacerlas formar parte de su universo a su manera. Oates responde que la escritura es siempre un intento de explorar una realidad alternativa. Y Jeffrey Eugenides, tan, casi siempre, a vueltas con la muerte, le pregunt¨® por el M¨¢s All¨¢. En realidad, le pregunt¨® por las experiencias cercanas a la muerte. Si cre¨ªa en todo ese asunto de la luz al final del t¨²nel y ella dice que el cerebro es un mentiroso y que nunca hay que fiarse de ¨¦l pero tambi¨¦n que lo que m¨¢s le interesa del asunto es hasta qu¨¦ punto es humano creer en algo as¨ª.
De haber podido formularle una pregunta del estilo ¨Cla pregunta que no le formul¨¦ la vez que estuve con ella en la terraza de un hotel barcelon¨¦s, cuya prueba es mi ejemplar firmado de Zombi¨C, supongo que, teniendo en cuenta que Hazards of Time Travel es una distop¨ªa, una distop¨ªa en tiempos post El cuento de la criada, le habr¨ªa preguntado qu¨¦ le atrae de lo fant¨¢stico. Y probablemente la respuesta hubiera sido muy parecida a la que le dio a Flynn cuando Flynn le pregunt¨® por la Dalia Negra. Que la literatura est¨¢ ah¨ª para explorar una realidad alternativa, ?y qu¨¦ mejor manera de explorar esa realidad alternativa que viajando en el tiempo? S¨ª, Hazards of Time Travel es El cuento de la criada de Joyce Carol Oates, una novela pol¨ªtica en la que, lo que est¨¢ en juego, es la libertad de expresi¨®n, en un mundo totalitario. La protagonista es una chica, Adriane Strohl, que habla m¨¢s de la cuenta y acaba exiliada no lejos de Estados Unidos sino el Estados Unidos de 1959.
As¨ª, su apuesta no es, dir¨ªamos, claramente fant¨¢stica, como tampoco lo es la de Margaret Atwood, cuyos pasos no s¨®lo ella parece estar siguiendo estos d¨ªas. El viaje en el tiempo para Oates s¨®lo es una manera de volver a un pasado que ella misma habit¨®, y hacerlo con la visi¨®n del presente. Es Oates pregunt¨¢ndose qu¨¦ hubiera pensado de s¨ª misma y de la gente que la rodeaba en 1959, es decir, cuando ten¨ªa 21 a?os ¨Cnaci¨® en 1938¨C y, a la vez, qu¨¦ piensa del mundo de hoy ¨Cel presidente que aparece no se llama Donald Trump pero es claramente Donald Trump¨C, de su aparente absolutismo, comparado con aquel. Es, pues, una lecci¨®n de Historia, con may¨²sculas, disfrazada de distop¨ªa en la que el elemento fant¨¢stico es la excusa que pone en marcha la reflexi¨®n. Lo curioso es que, como dec¨ªamos, no es la ¨²nica que est¨¢ tratando de emular el ¨¦xito de Atwood. Nora Roberts, sin ir m¨¢s lejos, acaba de dar comienzo, con Year One, a una trilog¨ªa apocal¨ªptica, de punto de partida similar, sino id¨¦ntico, al Apocalipsis de Stephen King.
Pero el caso de Roberts es distinto. Roberts, autora de 215 novelas, ha sido siempre una escritora de ciencia ficci¨®n, aunque no lo parezca. Porque los libros que publica como Nora Roberts ¨Cun seud¨®nimo, su nombre es Eleanor Marie Robertson y naci¨®, por cierto, en 1950¨C no son los ¨²nicos que publica. Nora Roberts tambi¨¦n publica literatura fant¨¢stica con el seud¨®nimo de J. D. Robb. Como J. D. Robb tiene hasta novelas negras ambientadas en el futuro (en concreto, en la Nueva York de 2058), como Desnuda ante la muerte. Pero el hecho de que esta trilog¨ªa la publique como Nora Roberts est¨¢ dici¨¦ndole al mercado ¨C del que Roberts es parte sustanciosa: se venden 27 libros suyos al minuto en todo el mundo ¨C lo mismo que le dice Hazards of Time Travel, de Joyce Carol Oates: que la literatura dist¨®pica escrita por respetadas damas de las letras, o en su defecto, superventas, es, ya, un hype.
Babelia
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