El ministro de Cultura: ¡°Nunca se sabe lo que podemos encontrar en la SGAE¡±
Guirao pide a la Audiencia Nacional una "intervenci¨®n temporal" por un plazo inicial de seis meses En caso de ser concedida, un gestor se har¨¢ cargo de la entidad, pero las Elecciones Generales dejan en el aire su ejecuci¨®n
Jos¨¦ Guirao lo hab¨ªa anunciado y lo ha cumplido. El ministro de Cultura pidi¨® el viernes pasado, tras el anuncio de las elecciones anticipadas, la autorizaci¨®n para intervenir la SGAE a la Audiencia Nacional. Solicita una ¡°intervenci¨®n temporal¡± por un ¡°plazo inicial¡± de seis meses, tal y como ha podido saber EL PA?S. En su escrito tambi¨¦n pide a la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional ¡ªa trav¨¦s de la Abogac¨ªa General del Estado¡ª la medida cautelar de ¡°remoci¨®n de los ¨®rganos de gobierno¡±. La SGAE lamenta que Cultura "haya optado por judicializar a¨²n m¨¢s una entidad ya suficientemente judicializada" y apunta en un comunicado: "Esta petici¨®n de intervenci¨®n tiene el riesgo de paralizar y debilitar la entidad".
"Nunca se sabe lo que podemos encontrar en la SGAE pero lo que ya est¨¢ a la vista es intolerable. Se les da hado tiempo y margen y no ha habido manera de arreglarlo as¨ª que hemos optado por lo que dice la ley", ha afirmado Guirao hoy lunes en una entrevista con la Cadena Ser. "Yo tampoco s¨¦ qu¨¦ me voy a encontrar, ya que no hemos recibido ninguna notificaci¨®n oficial y he tenido que enterarme por la prensa", responde el presidente de la entidad, Jos¨¦ ?ngel Hevia, a EL PA?S. Por eso, el responsable no aclara los pasos que quiere dar: "No puedo avanzar nada. Pero estamos obligados a velar por el inter¨¦s de nuestros autores".
El Ministerio considera que el apercibimiento enviado el pasado 27 de septiembre a la principal entidad de gesti¨®n de derechos de autor de Espa?a, con m¨¢s de 124.000 socios, no ha sido cumplido, transcurridos m¨¢s de tres meses desde que fuera comunicado, ¡°y que concurren razones de urgencia para realizar esta solicitud al juez¡±. En aquel documento, Cultura ped¨ªa a la SGAE reformar sus estatutos, introducir el voto electr¨®nico en las elecciones y modificar sus normas de reparto: nada de ello ha ocurrido, aunque Hevia recuerda que hace d¨ªas propuso al ministerio cumplir con sus exigencias a cambio de evitar la intervenci¨®n: "Si el ministro nos dice qu¨¦ hacer, estamos a su disposici¨®n. Esta junta no lleva ni cien d¨ªas en el poder, no somos magos".
Si el juez lo autoriza, Guirao nombrar¨¢ un gestor interno constituido bajo la forma de una comisi¨®n, compuesta por el subsecretario de Cultura, Javier Garc¨ªa Fern¨¢ndez, una subdirectora general de Hacienda y un abogado de un bufete privado de Madrid, "un juez de lo mercantil en excedencia", especializado en el tema, seg¨²n relat¨® el ministro. Este procedimiento est¨¢ previsto en el art¨ªculo 192.9 de la Ley de Propiedad intelectual. Ser¨¢ dicho gestor quien asumir¨¢ las funciones legales y estatutarias de los ¨®rganos de gobierno de la entidad removidos, ¡°y que tendr¨¢ como objetivo regularizar el funcionamiento institucional de la entidad, clarificar su gesti¨®n e implantar cuantas medidas resulten necesarias para el cumplimiento de las obligaciones legales previstas en la normativa vigente en materia de propiedad intelectual¡±. Frente a ello, Hevia no piensa dimitir: "La opini¨®n o la actuaci¨®n de un ministro no me da ni me quita legitimidad".
Se abre as¨ª un largo proceso que depende del plazo en el que el juez responda a la petici¨®n de intervenci¨®n de Guirao. Como las propias fuentes del Ministerios de Cultura han se?alado a este peri¨®dico, puede dilatarse un a?o. En ning¨²n caso contemplan que la decisi¨®n pueda ejecutarse antes del 28 de abril, fecha de las elecciones generales de las que saldr¨¢ el nuevo Ejecutivo. Todo apunta a que ser¨¢ el siguiente equipo quien tenga que aclarar los problemas de la SGAE, si no retira la petici¨®n de autorizaci¨®n antes de que la Audiencia Nacional tome una decisi¨®n. El propio ministro dej¨® abierta la puerta, al se?alar que si la SGAE "se pone al d¨ªa" antes, "no habr¨¢ motivo" para ejecutar la intervenci¨®n. Desde luego, el silencio entre entidad y Cultura, que solo se hablan a trav¨¦s de requerimientos y comunicados, no ayuda.
En todo caso, incluso dentro de la entidad, hace tiempo que la intervenci¨®n se consideraba casi inevitable. La semana pasada, un directivo de la SGAE aseguraba que no quedaba otra opci¨®n y que el presidente, Jos¨¦ ?ngel Hevia, estaba demostrando su "nulo conocimiento de la gesti¨®n colectiva de derechos". "Era esperable. Hevia tendr¨ªa que haberse ido. Ahora decidir¨¢ un juez que no sabe nada de esto", subraya un miembro del gobierno de la SGAE. "El ministro tampoco ha contribuido mucho. Est¨¢ muy muy influenciado por una de las partes. Esta no es una soluci¨®n", agrega.
Lo cierto es que tanto Cultura como la entidad llevan meses tensando la cuerda de su relaci¨®n, condenada a romperse tarde o temprano. Aun as¨ª, la intervenci¨®n siempre fue considerada por ambas como el ¨²ltimo recurso, que el ministerio ha intentado evitar por temor a entrar a fondo en la gesti¨®n de la SGAE y la propia entidad por su imagen y porque, pese a sus crisis y desencuentros, sigue repartiendo unos 300 millones de euros anuales en derechos de autor, un pastel goloso para muchos.
Sin embargo, la par¨¢lisis de la anterior gesti¨®n, presidida por Jos¨¦ Miguel Fern¨¢ndez Sastr¨®n, y el poder de la llamada rueda ¡ªuna presunta trama que investiga la justicia por la que socios de la SGAE y empleados de televisi¨®n ingresan millones gracias a la m¨²sica emitida de madrugada, y sin apenas audiencia, en las cadenas¡ª llevaron a Cultura poco a poco hasta el apercibimiento del 27 de septiembre. En octubre, las elecciones devolvieron una nueva junta, liderada por Hevia, que promet¨ªa un esp¨ªritu conciliador y reformas, pero en la que el propio presidente y varios miembros del gobierno deb¨ªan buena parte de sus ingresos precisamente a la m¨²sica nocturna, tanto que la comisi¨®n deontol¨®gica de la entidad est¨¢ analizando su posible conflicto de intereses. Todav¨ªa en el reparto semestral de junio de 2018 estos temas se embolsaron un 40% de los ingresos totales de la m¨²sica emitida en televisi¨®n, siendo el apartado que m¨¢s recauda. El propio presidente de la entidad reconoce: "La crisis de la SGAE viene de lejos, desde que sali¨® a la luz en 2011. A menudo esta casa ha funcionado con compra de voluntades, intereses muy cruzados y el salir adelante como sea, aunque eso traiga problemas, incluso judiciales, en el futuro".
En diciembre, la propuesta de reforma de los estatutos que exig¨ªa Cultura y que la junta elabor¨® fue votada en una Asamblea General, donde fue aprobada por el 58%, frente a los dos tercios necesarios. Tampoco los socios respaldaron el reparto de la entidad, lo que la dej¨® al borde de la intervenci¨®n. Un mes y medio despu¨¦s, el tiempo se ha agotado. Como resume otro socio, "en la casa existe esa sensaci¨®n de cuando est¨¢s muy dolorido y piensas: 'M¨¢tame" . Puede que el juez sea la cura. O la ¨²ltima agon¨ªa.
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