Macron promete reconstruir Notre Dame en cinco a?os
Los franceses se conjuran para reconstruir la catedral de Notre Dame, s¨ªmbolo de todas las Francias
Nadie muri¨® y finalmente el edificio sobrevivi¨®. S¨ª, solo era un edificio, pero el incendio de la catedral de Notre Dame de Par¨ªs y la devastaci¨®n que dej¨® han creado un raro momento de comuni¨®n nacional en un pa¨ªs dividido por las clases sociales, los or¨ªgenes ¨¦tnicos y las ideolog¨ªas pol¨ªticas. Porque Notre Dame era mucho m¨¢s que un vetusto templo g¨®tico de un culto en retroceso. Es como si Francia se diese un respiro tras meses de resentimiento y desprecio, de un malestar cr¨®nico que estall¨® con la crisis de los chalecos amarillos. El presidente Emmanuel Macron fij¨® en cinco a?os el plazo para reconstruir la catedral.
Hoy el pa¨ªs aparece como un bloque conjurado para la reconstrucci¨®n. Fluctuat nec mergitur, ¡°Se tambalea pero no se hunde¡±, es el lema en lat¨ªn de la capital francesa, tan repetido tras los atentados de 2015. Herida pero todav¨ªa en pie, e imponente, Notre Dame honra el lema parisiense.
¡°Lo que creemos indestructible puede ser golpeado. Todo lo que hace Francia, lo material y lo espiritual, est¨¢ vivo, y por este mismo motivo es fr¨¢gil. No debemos olvidarlo¡±, dijo Macron en un breve discurso a la naci¨®n en horario de m¨¢xima audiencia.
Los pocos que han podido entrar en la nave describieron un paisaje casi b¨¦lico. ¡°Hay dos grandes agujeros enormes, como si hubiese ca¨ªdo una bomba. Esto representar¨¢ un trabajo largo¡±, declar¨® Patrick Chauvet, rector de Notre Dame, que acababa de recibir la visita de los representantes del culto musulm¨¢n y jud¨ªo en Francia. Chauvet explic¨® que har¨ªan falta dos d¨ªas para que el conjunto estuviese estabilizado y se pudiese entrar. ¡°Dentro, est¨¢ al aire libre. No hay techo¡±. ?Fecha para la reapertura? ¡°No hay que so?ar. Son meses de obras¡±, respondi¨® el rector. Los 13 millones de visitantes anuales que el templo recib¨ªa deber¨¢n mirarlo desde la distancia, como hac¨ªa ayer una multitud agolpada a la otra orilla del r¨ªo Sena.
La causa del incendio fue accidental, seg¨²n todos los indicios. ¡°Nada, en el momento actual, apunta en el sentido de un acto voluntario¡±, dijo el fiscal de Par¨ªs, R¨¦my Heitz, que ha abierto una investigaci¨®n por ¡°destrucci¨®n involuntaria por incendio¡±.
Una de las primeras dificultades para aclarar los hechos es precisamente el acceso al edificio del medio centenar de investigadores que trabaja en el caso. Han empezado a interrogar a obreros y empleados en las obras de renovaci¨®n. ¡°Todo lo que puedo decir por ahora es que en el momento del inicio del incendio, absolutamente ninguno de los asalariados de mi sociedad estaba presente en el lugar¡±, dijo a la cadena BFMTV Julien Le Bras, presidente ejecutivo de una de las empresas encargada de la renovaci¨®n. ¡°Se respetaron todos los procedimientos de seguridad¡±, a?adi¨®.
Los c¨¢maras de seguridad podr¨ªan aclarar el origen del incendio. ¡°Se detect¨® a las 18.50 [del lunes] pero pudo estar incub¨¢ndose durante horas¡±, dijo una fuente citada por France Presse. La primera alerta lleg¨® a las 18.20, pero no se detectaron las llamas, seg¨²n el fiscal Heitz. Una segunda alerta, a las 18.43, permiti¨® detectar fuego en la estructura de madera del techo. Fue entonces cuando se decidi¨® evacuar el edificio.
Las llamas, que devastaron parte del techo de Notre Dame y derribaron la ic¨®nica aguja, han trastocado la agenda pol¨ªtica. No es momento para la batalla, seg¨²n el presidente, que considera prioritario dedicar todos los esfuerzos al rescate de la catedral. El Consejo de Ministros se dedicar¨¢ hoy ¨ªntegramente a Notre Dame. Por la tarde prev¨¦ lanzar una gran colecta para sufragar la catedral que ya es una causa nacional. En un d¨ªa, la recaudaci¨®n por donativos super¨® los 700 millones de euros.
¡°M¨¢s bella a¨²n¡±
¡°Recordemos estas ¨²ltimas horas. Cada uno dio lo que ten¨ªa¡±, dijo Macron antes de recordar a los bomberos y polic¨ªas, a parisienses y extranjeros, a periodistas y fot¨®grafos que la mostraron al mundo y a los ricos y pobres que dieron dinero para hacer renacer Notre Dame. ¡°Somos este pueblo de constructores. Tenemos tanto que reconstruir. As¨ª que, s¨ª, reconstruiremos la catedral de Notre Dame, y m¨¢s bella a¨²n, pero quiero que esto se realice en cinco a?os. Podemos¡±, dijo el presidente. ¡°Creo muy profundamente que hay que convertir esta cat¨¢strofe en la ocasi¨®n de avanzar todos juntos, reflexionando en lo que hemos sido y lo que debemos ser¡±.
Parece como si estas tragedias fuesen la ocasi¨®n para los presidentes de vestirse con los ropajes de un cargo mon¨¢rquico y republicano a la vez, de pol¨ªtico que no se conforma con ser pol¨ªtico y quiere ser poeta, o arquitecto, reconstructor de la naci¨®n como es el caso de Macron. Incluso sus rivales m¨¢s feroces ¡ªlos l¨ªderes de la izquierda y la derecha radicales, Jean-Luc M¨¦lenchon y Marine Le Pen¡ª enterraron el hacha. ¡°Hoy, sean cuales sean nuestras posiciones todos estamos embarcados en el mismo dolor. Pertenecer a una naci¨®n es esto. Cuando nos preguntamos qu¨¦ es ser franc¨¦s, es tener l¨¢grimas en los ojos al ver arder Notre Dame¡±, dijo Le Pen a un grupo de corresponsales.
Es dif¨ªcil no ver en el esfuerzo com¨²n por Notre Dame, como desea Macron, una met¨¢fora de la naci¨®n remando al mismo tiempo. Pero la met¨¢fora es imperfecta. Una catedral, por mucho que signifique, no es un pa¨ªs, pero traduce una nostalgia y una aspiraci¨®n.
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