Pablo Ibar: condenado a muerte en EE UU, personaje televisivo en Espa?a
Una serie y un documental ahondan en la figura del condenado a muerte Pablo Ibar
El empresario nocturno Casimir Sucharski y dos mujeres fueron asesinados salvajemente en la casa del primero, en Miramar (Florida). Lo hicieron dos individuos. Era junio de 1994. Seis a?os despu¨¦s, un pelotari vasco, Pablo Ibar, fue condenado a muerte por el crimen. Hab¨ªa dos pruebas en su contra: que se parec¨ªa a uno de los asaltantes, grabado por una c¨¢mara de circuito cerrado, y que un testigo declar¨® en su contra. A su favor, muchos detalles que su creciente n¨²mero de defensores fue recopilando y usando como arma para exigir su libertad. Tras un largo proceso de apelaci¨®n, el juicio se declar¨® nulo en 2016. Se repiti¨® el pasado enero, y el veredicto fue el mismo: culpable. La sentencia se conocer¨¢ el pr¨®ximo 15 de mayo. Pero mientras se desarrolla en el mundo real, la historia del ¨²nico espa?ol en el corredor de la muerte estadounidense ¡ªun falso culpable para muchos, un asesino para la justicia¡ª se contar¨¢ dos veces en televisi¨®n: en una serie de ficci¨®n de cuatro cap¨ªtulos en Movistar + y, en paralelo y con un enfoque bastante distinto, en una serie documental.
¡°Merece ser contada, tanto desde el punto de vista period¨ªstico como audiovisual. Habla de un caso concreto pero tambi¨¦n de cosas universales: un sistema injusto, la pena de muerte, la lucha de una familia...¡±, explica el periodista Nacho Carretero. Su ensayo En el corredor de la muerte (Espasa) es la base de la serie hom¨®nima que prepara Movistar + producida por Bamb¨², la misma productora que se encarg¨® de adaptar su otro ensayo period¨ªstico, Fari?a. "Tambi¨¦n habla del racismo en Estados Unidos. Es un pa¨ªs racista con los latinos, y un espa?ol sigue siendo un latino para ellos¡±, a?ade el productor y guionista Ram¨®n Campos.
En sus cuatro cap¨ªtulos ¡ªtodav¨ªa sin fecha de emisi¨®n pero cuyo rodaje ya ha terminado¡ª, el actor Miguel ?ngel Silvestre interpreta a Ibar. ¡°Empez¨® a hablar con acento el d¨ªa que le dijimos que estaba dentro¡±, elogia Campos. Silvestre tuvo que ganar peso y corpulencia para tratar de parecerse f¨ªsicamente al personaje. ¡°Cuando le pregunt¨¦ a Pablo por qu¨¦ est¨¢ en el corredor de la muerte, me dijo ¡®porque me parezco a alguien que sale en un v¨ªdeo¡¯. Y me dijo: ¡®Pero podr¨ªas ser t¨² perfectamente, estoy yo aqu¨ª, pero podr¨ªas ser t¨²¡±, cuenta Carretero.
El corredor de la muerte y la celda en la que Ibar ha pasado los ¨²ltimos 16 a?os hasta la repetici¨®n del juicio se encuentran en una nave de Madrid (otras escenas se han rodado en Panam¨¢, como si fuese Miami). Aqu¨ª la celda mide un poco m¨¢s que la real, 3x2 metros, pero el interior es igual: un camastro, un inodoro y una mesa con una peque?a televisi¨®n con la caja transparente para comprobar que los presos no esconden nada en su interior. La recreaci¨®n se ha hecho con la ayuda de Joaqu¨ªn Jos¨¦ Mart¨ªnez, el ¨²nico espa?ol en salir del corredor de la muerte de Estados Unidos (en el que estuvo tres a?os acusado de un doble asesinato del que fue absuelto en 2001).
Tanto realismo entra?a otra dificultad, al menos para el ¨²ltimo cap¨ªtulo: el desarrollo en paralelo del nuevo juicio y del rodaje. ¡°Nacho nos iba compartiendo la informaci¨®n para desarrollar el guion del ¨²ltimo episodio¡±, dice Campos. ¡°Pero afect¨® m¨¢s emocionalmente, porque estaban rodando algo que estaba ocurriendo, y que adem¨¢s es muy dram¨¢tico¡±, tercia Carretero. ¡°Adem¨¢s, a?ade un punto de responsabilidad de contar esta historia¡±, a?ade.
?Por qu¨¦ entonces no contarla como un documental? ¡°Para un documental hace falta mucho tiempo, y nosotros quer¨ªamos llegar con margen para ayudar desde la medida de nuestras posibilidades a Pablo¡±, aduce Campos. ¡°Esta serie va a ser pr¨¢cticamente un documental por lo exhaustivo de la investigaci¨®n, c¨®mo se ha buscado la veracidad hasta el ultim¨ªsimo detalle¡±, defiende Carretero. ¡°Durante muchos a?os parec¨ªa que el periodismo iba por un lado y las producciones de ficci¨®n y audiovisual, por otro. En Espa?a desde hace unos a?os esa conexi¨®n est¨¢ ocurriendo y est¨¢ dando unos resultados muy buenos¡±, remata Carretero.
Otro de los esfuerzos audiovisuales sobre el caso es uno producido por Olmo Figueredo para su empresa La Claqueta PC con el t¨ªtulo The Miramar Murders, una serie documental que lleva en marcha desde 2014. Sus ventas internacionales las representa Filmax y en estos momentos est¨¢n negociando su venta televisiva. En su primera etapa la dirigi¨® Manuel Mart¨ªn Cuenca ¡ªque compagin¨® su trabajo en Miami con la carrera a los Goya de El autor¡ª y actualmente su responsable es Hern¨¢n Zin, ex corresponsal de guerra y director de documentales como, entre otros, Nacido en Gaza y Nacido en Siria (premio Platino al mejor documental iberoamericano).
Seg¨²n Figueredo, tras cuatro a?os de rodaje (desde 2015), ya tienen centenares de horas de filmaci¨®n. La conclusi¨®n no ser¨¢ tan tajante como en El corredor de la muerte. Para Zin, el objetivo es que ¡°sea el espectador decida, tras plantearse las dudas¡±, aunque asegura: ¡°En un sistema judicial europeo Ibar no hubiera sido condenado¡±. A¨²n tienen entrevistas por filmar ¡ªvuelven a mediados de mayo a Miami¡ª, antes de encarar el montaje de lo que se calcula ser¨¢n seis episodios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.