Los obreros que trabajaban en Notre Dame violaron la prohibici¨®n de fumar

Algunos de los obreros que trabajaban en las obras de renovaci¨®n de la catedral de Notre Dame fumaban en su puesto de trabajo pese a estar estrictamente prohibido. La informaci¨®n, adelantada este mi¨¦rcoles por Le Canard Encha?n¨¦, ha sido confirmada por la empresa responsable del andamiaje del templo g¨®tico, que sin embargo rechaza que esta fuera la causa del incendio?que arras¨® la catedral el pasado 15 de abril. El semanario sat¨ªrico revela en su ¨²ltimo n¨²mero otros fallos de seguridad que podr¨ªan haber propiciado el devastador fuego.

M¨¢s informaci¨®n

As¨ª ha ca¨ªdo la aguja de la Catedral de Notre Dame durante el incendio

La catedral no ten¨ªa p¨®liza de seguro

¡°Efectivamente, algunos empleados violaban la prohibici¨®n (de fumar) de vez en cuando, y lo lamentamos¡±, dijo a la Agencia France Presse Marc Eskenazi, portavoz de la empresa Le Bras Fr¨¨res, la encargada de montar los andamios en el techo de la catedral para las obras de restauraci¨®n previstas. Seg¨²n explic¨®, aunque ¡°estaba prohibido fumar en los andamios¡±, los obreros contravinieron las indicaciones, ya que era ¡°un poco complicado bajar, porque tomaba tiempo¡±.

Los responsables de la investigaci¨®n del incendio ¡°involuntario¡±, como ha sido clasificado por la Fiscal¨ªa de Par¨ªs,?hallaron cerca de los restos de los andamios siete colillas, seg¨²n la publicaci¨®n sat¨ªrica francesa. Sin embargo, Eskenazi descart¨® que un cigarrillo mal apagado pudiera ser la causa del incendio que arras¨® parte del techo de la catedral, gener¨® numerosos da?os en el interior de la nave y derrumb¨® su aguja. ¡°Cualquier persona que haya intentado alguna vez prender el fuego de una chimenea (sabe que) no pasa gran cosa cuando se lanza una colilla sobre un tronco de roble¡±, se?al¨® en referencia a las 1.200 vigas de madera centenaria que sosten¨ªan la cubierta de la catedral, llamada por este motivo ¡°el bosque¡±.?

Otros fallos de seguridad

La violaci¨®n de la prohibici¨®n de fumar no es sin embargo el ¨²nico fallo de seguridad que sufr¨ªa Notre Dame. Seg¨²n?Le Canard Encha?n¨¦, aunque en la cubierta de madera no deb¨ªa haber ning¨²n dispositivo el¨¦ctrico que pudiera provocar una chispa, ¡°cables el¨¦ctricos corr¨ªan por todo el envigado¡±, colocados ¡°por demanda expresa de los cl¨¦rigos¡± a pesar de estar en clara ¡°infracci¨®n de todas las normas de seguridad dictadas por los arquitectos jefe de los monumentos hist¨®ricos¡±. Los cables electrificaban las campanas que hab¨ªa tanto en la cubierta como bajo la destruida aguja. La medida deb¨ªa ser temporal mientras se reparaban los campanarios principales en las torres, pero nunca fue revertida y, de hecho, esas campanas ta?eron ¡°12 minutos antes de que sonara la primera alarma de incendio¡±.

Cualquier persona que haya intentado alguna vez prender el fuego de una chimenea sabe que no pasa gran cosa cuando se lanza una colilla sobre un tronco?

Adem¨¢s, en la tarde del fat¨ªdico incendio, una ¡°serie de errores humanos¡± provocaron que este fuera detectado tard¨ªamente y que los bomberos llegaran 35 minutos despu¨¦s de que sonara la primera alarma y no 20, como se?ala la versi¨®n oficial.

Hasta ahora,?el relato oficial es que tras sonar la primera alarma, alrededor de las 18.20, los vigilantes responsables de subir al tejado y comprobar su estado no pudieron constatar ning¨²n fuego, como dijo el rector de la catedral, Patrick Chauvet, la semana pasada. Seg¨²n el Canard, esto se debi¨® a que los dos enviados ¡°se equivocaron de lugar y por tanto no pod¨ªan detectar nada¡±. Ambos acusan ahora al empleado del dispositivo de seguridad de la catedral de haberles dado una informaci¨®n err¨®nea, algo que la sociedad responsable del sistema, Elitys, desminti¨® al semanario sat¨ªrico.

Solo tras sonar por segunda vez la alarma los responsables lograron hallar el origen del fuego, pero para entonces ya era demasiado tarde. Los bomberos fueron alertados a las 18.51 y los primeros camiones llegaron ¡°justo antes de las 19.00¡±. Sin embargo, se?ala el semanario, se vieron confrontados a otro problema: aunque las columnas secas estaban bien situadas, su di¨¢metro no permit¨ªa el paso de m¨¢s de entre 200 y 500 litros de agua por minuto, cantidad suficiente para apagar un principio de incendio pero no uno ya desarrollado, como sucedi¨® en Notre Dame. Cuando llegaron los equipos con m¨¢s potencia ¡°era demasiado tarde para salvar la cubierta¡±.