La noche en que se salv¨® Notre Dame
Los testigos reconstruyen las nueve horas cruciales que hicieron temer por la destrucci¨®n total del templo
Nadie que pise los restos de Notre Dame sale indemne. Ya sean obispos, pol¨ªticos, expertos, bomberos o los pocos periodistas que han tenido acceso a la catedral incendiada la noche del lunes, todos salen con el gesto sombr¨ªo y el coraz¨®n encogido. Tan grandes son los da?os. Pero podr¨ªa haber sido peor. Por unas horas, se creyeron perdidos ocho siglos de historia de Par¨ªs, de Francia, de Europa. No fue as¨ª. Este es un relato de los acontecimientos que se sucedieron durante la noche en que pudo arder Par¨ªs, pero se logr¨® salvar Notre Dame.
LA ALARMA. Es Lunes Santo y un Par¨ªs inundado de turistas de Semana Santa ¡ªpor sus calles se pasea hasta Michelle Obama, que al d¨ªa siguiente presenta sus memorias en la capital francesa¡ª empieza a cerrar en calma la jornada. A las 18.00, en Notre Dame, aunque las visitas ya han concluido, sigue habiendo gente. Acaba de comenzar una misa. Poco antes, a las 17.50, el ¨²ltimo obrero que trabaja en las obras de restauraci¨®n iniciadas el a?o pasado ¡ªdebido a las cuales se erigen varias toneladas de andamios sobre el tejado de la catedral¡ª abandona la zona, tras apagar la electricidad de los dos ascensores del andamiaje y el alumbrado de la obra, seg¨²n la empresa responsable de los trabajos. Toda la estructura que sostiene el techo de la catedral es de madera centenaria, por lo que las medidas de precauci¨®n son extremas. ¡°Tenemos vigilantes que van tres veces al d¨ªa a la cubierta para verificar que no arde¡±, explica el rector de la catedral, Patrick Chauvet. La primera alarma suena a las 18.20. ¡°Pero no se constata ning¨²n fuego¡±, contar¨¢ despu¨¦s el fiscal de Par¨ªs, R¨¦mi Heitz, cuya oficina ha priorizado en todo momento la tesis del accidente. Aun as¨ª, se decide evacuar preventivamente el templo. A las 18.43, suena la segunda alarma. Los vigilantes vuelven a subir. ¡°All¨ª ya se constata el fuego a nivel de la cubierta¡±, explica Heitz. ¡°Pero era demasiado tarde, ya hab¨ªa fuego y no se pod¨ªa hacer nada. Una cubierta del siglo XIII arde r¨¢pido¡±, se resigna Chauvet.
?FUEGO! El rector de Notre Dame acababa de salir de la catedral cuando un comerciante de la calle aleda?a le llama la atenci¨®n. ¡°Me dice: ¡®Monse?or, hay humo saliendo de la iglesia¡¯. Volv¨ª de inmediato, eran las siete menos diez y fui al presbiterio a ver qu¨¦ pasaba. Ya hab¨ªan llamado a los bomberos¡±. La primera reacci¨®n de Olivier de Ch?lus en cuanto oy¨® que sal¨ªa humo de la catedral tambi¨¦n fue ¡°precipitarse¡± hacia el monumento al que ha consagrado su vida. ¡°Fui uno de los primeros en llegar¡±, cuenta este doctorando en Historia Medieval que lleva 10 a?os trabajando como jefe de los gu¨ªas de Notre Dame. ¡°El fuego hab¨ªa empezado a ganar, las brasas ca¨ªan sobre la plaza y nos vimos obligados a alejarnos hasta el fondo, donde permanecimos horas de pie viendo c¨®mo ard¨ªa la catedral, sin poder hacer nada¡±. Una angustia compartida por miles de personas que asisten desde los alrededores, tambi¨¦n impotentes, al espect¨¢culo de las llamas devorando Notre Dame. ¡°En el momento en que el tejado se hunde, se escucha un grito de estupor que la gente no puede reprimir¡±, recuerda el fot¨®grafo Geoffroy Van der Hasselt, que, en cuanto vio c¨®mo sobre el cielo de Par¨ªs se erig¨ªa una columna de ¡°humo amarillo y verde¡±, decide acercarse a la catedral. Poco despu¨¦s, cuando adivina que el hundimiento de la aguja es inminente, se prepara. ¡°Estoy concentrado, esperando el momento en que caiga y saco una r¨¢faga de fotos¡±. La imagen que capta abrir¨¢ las portadas de peri¨®dicos de medio mundo el d¨ªa siguiente. Para entonces, sobre las 20.00, los bomberos llevan ya una hora luchando contra el fuego. Acompa?ados por los c¨¢nticos religiosos que, de forma espont¨¢nea, entonan miles de espectadores, librar¨¢n una batalla que durar¨¢ nueve horas, hasta que de madrugada, a las 3.30, se atreven a declarar el incendio controlado, que no completamente apagado. Alrededor de 400 bomberos y 18 bombas de agua trabajar¨¢n todo ese tiempo de manera incansable. Pero el destino de Notre Dame se decide en mucho menos tiempo.
EL CUARTO DE HORA DE LA VERDAD. ¡°Todo se jug¨® en un cuarto de hora, no m¨¢s de media hora¡±, revelar¨¢ despu¨¦s el secretario de Estado del Interior, Laurent Nu?ez. El fuego ha llegado a la torre norte y, si esta cae, caer¨¢ todo el edificio. En la c¨¦lula de crisis instalada junto a la catedral, las m¨¢ximas autoridades del pa¨ªs escuchan al general de los bomberos, Jean-Claude Gallet. Est¨¢ hasta el presidente, Emmanuel Macron, que por el incendio ha cancelado el discurso crucial que iba a pronunciar esa noche con medidas clave para paliar la crisis de los chalecos amarillos. ¡°El general dice que, para salvar las torres, hay que intervenir y hacer subir a 10 hombres, con un riesgo consentido. Es decir, 10 hombres que no sabemos si volver¨¢n a bajar. Es un momento¡ Nadie habla, todos confiamos en ¨¦l¡±, relata la alcaldesa de Par¨ªs, Anne Hidalgo. A las 22.50, un suspiro de alivio. El fuego en las torres ha sido contenido. Salvar Notre Dame empieza a parecer plausible.
EL D?A DESPU?S. El martes amanece gris y fr¨ªo, como el ¨¢nimo de todos en Notre Dame. Los restos carbonizados del tejado cubren toda la plaza frente a la catedral. Dentro, la imagen es m¨¢s dantesca a¨²n. ¡°Sobre la nave hay dos agujeros enormes, como si una bomba hubiera ca¨ªdo sobre la catedral¡±, relata el rector. Aun as¨ª, hay algunas buenas noticias. Se han logrado salvar las principales reliquias, algunas sacadas en brazos por los propios bomberos, y los rosetones no corren peligro inmediato. Tampoco se ha da?ado el ¨®rgano. Incluso se ha hallado el gallo que coronaba la malograda aguja. La noticia no anima a muchos de los bomberos que siguen trabajando sin descanso. ¡°Hicimos lo que pudimos, pero estoy triste¡±, susurra uno, a pesar de que les han prohibido hablar con los medios. Aunque tiene seis a?os de experiencia, reconoce: ¡°Este fuego no lo olvidar¨¦ jam¨¢s¡±. Pocos lo har¨¢n.
Par¨ªs tendr¨¢ una seo ¡°ef¨ªmera¡± durante la reconstrucci¨®n
La reconstrucci¨®n de Notre Dame ser¨¢ una lucha contra reloj para cumplir el plazo m¨¢ximo dictado por el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, de reabrir en cinco a?os. Aunque no es mucho tiempo para que la catedral de Par¨ªs recupere sus ocho siglos de esplendor, s¨ª se puede hacer muy largo para todos aquellos que sienten la p¨¦rdida de uno de los monumentos m¨¢s visitados de la ciudad. Para ellos, el rector de Notre Dame, Patrick Chauvet, quiere construir una ¡°catedral ef¨ªmera¡± de madera que buscar¨¢ suplir, al menos, la parte espiritual del templo g¨®tico.
¡°No vale decir que la catedral estar¨¢ cerrada durante cinco a?os y ya est¨¢¡±, explic¨® Chauvet en la cadena CNews. ¡°As¨ª que me he dicho: ?no podr¨ªamos construir sobre la plaza [frente a Notre Dame] una catedral ef¨ªmera?¡±, explic¨® Chauvet en la cadena CNews. Seg¨²n asegur¨®, la alcaldesa de Par¨ªs, Anne Hidalgo, ha aceptado el proyecto y permitir¨¢ que la construcci¨®n de madera se erija sobre ¡°una parte¡± de la plaza, mientras se realizan los trabajos de restauraci¨®n.
¡°Quiero un lugar que sea bello, que sea un poco simb¨®lico, que atraiga¡±, dijo Chauvet sobre la construcci¨®n que imagina, pero que todav¨ªa no ha sido dise?ada. Deber¨¢ ser un ¡°lugar de acogida¡± en el que habr¨¢ ¡°curas para poder hablar¡±, pero en el que tambi¨¦n se pueda seguir recibiendo a los ¡°curiosos¡± y a 13 millones de turistas que visitaban anualmente Notre Dame hasta la fat¨ªdica noche del lunes.
Chauvet anunci¨® sus planes pocas horas antes de participar en los homenajes que Par¨ªs dedic¨® ayer a los bomberos que evitaron que la catedral acabara totalmente destruida por las llamas. La primera ceremonia se celebr¨® en el El¨ªseo, donde Emmanuel Macron anunci¨® que el papa Francisco ha aceptado visitar Par¨ªs. ¡°He hablado con el Papa por tel¨¦fono. Evidentemente, lo he invitado a venir, y vendr¨¢ en su momento¡±, declar¨®. El mandatario calific¨® de ¡°ejemplar¡± el trabajo de los 600 bomberos que trabajaron en el siniestro ¡ª400 en la catedral y otros 200 de apoyo log¨ªstico¡ª y anunci¨® que recibir¨¢n una medalla de honor por acto de valor y su dedicaci¨®n.
No ser¨¢ la ¨²nica condecoraci¨®n que reciban los denominados ¡°soldados del fuego¡±. Poco m¨¢s tarde, en una ceremonia abierta al p¨²blico ante el Ayuntamiento de Par¨ªs, desde donde se divisan las ruinas de Notre Dame, la alcaldesa de la capital anunci¨® que los bomberos tambi¨¦n ser¨¢n nombrados ¡°ciudadanos de honor¡± de la ciudad en la que salvaron, no solo un monumento, sino una parte de todos los parisienses.
Babelia
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