¡®Juego de tronos¡¯ 8x04: El escorpi¨®n y la rana

M¨¢s informaci¨®n

8x01: El sexo de los dragones

8x02: ¡°Es cierto, Dany¡±

8x03: Una batalla de sombras contra sombras

Aunque el desenlace de Juego de tronos est¨¢ a la vuelta de la esquina, despu¨¦s del ¨²ltimo cap¨ªtulo emitido todo parece otra vez de vuelta a la casilla de salida. Las traiciones sobrevuelan, las venganzas se renuevan y la ambici¨®n de poder sigue intacta. Un cap¨ªtulo denso, de combates verbales y en muchos sentidos a ras de suelo. Despu¨¦s de la ¨¦pica batalla contra los muertos en Invernalia y de quemar en enormes piras de fuego a sus h¨¦roes ca¨ªdos, cada personaje volvi¨® al lugar que le corresponde, sin tiempo para curar las heridas ni resolver los asuntos pendientes. Solo Sansa y su sentido com¨²n intentaron poner algo de calma. Imposible. La ambici¨®n de poder es el motor de Daenerys Targaryen, su obsesi¨®n por el trono siempre ha sido el factor m¨¢s inquietante de un personaje que est¨¢ demasiado solo y que despu¨¦s de hoy lo est¨¢ a¨²n m¨¢s si cabe.

La captura y ejecuci¨®n de su amiga y cortesana Missandei, y la muerte de otro de sus dragones, Rhaegal, en una fatal emboscada, son la primera consecuencia de su decisi¨®n precipitada de volver al Sur. La c¨®lera en el rostro de la Khaleesi reflejaba la ca¨ªda libre de un personaje que parece condenado a pagar la ceguera de su ambici¨®n y que a veces se merece conquistar su maldito trono de hierro para darse entonces cuenta del enorme precio que ha pagado por ¨¦l. Como el coro de las tragedias griegas, Tyrion y Varys comentan los hechos e intercambian secretos mientras los personajes llamados a reinar se precipitan en sus errores. Y Jon, el bueno de Jon, es un experto metepatas que, frito de ver c¨®mo se tiran de los pelos sus mujeres favoritas, acaba de abrir la espita que puede acabar con todo. Su secreto (ya no tan secreto) sobre su verdadera identidad no solo lo aleja de su t¨ªa y amante sino que abre un nuevo frente de conspiraciones de las que ambos pueden ser v¨ªctimas. Como dice el sabio Varys, que Jon no quiera gobernar lo convierte en el m¨¢s adecuado para hacerlo.

Su amor (si es que eso import¨® alguna vez en esta serie) no es el ¨²nico en juego. La amarga despedida entre Jaime Lannister y Brienne de Tarth bien podr¨ªa resumir las ¨²ltimas horas en los Siete Reinos. No hay principios que valgan, la llamada de la sangre siempre gana y como en la f¨¢bula del escorpi¨®n y la rana, no hay elecci¨®n. Y Jaime, en una nueva vuelta de tuerca de uno de los personajes que mejor ha encarnado la lucha entre el bien y el mal, eligi¨® su propia naturaleza. Luciendo su aguij¨®n envenenado decidi¨® volver al infierno al que pertenece. "?Crees que soy un buen hombre?", le pregunt¨® Jaime a una Brienne ahogada en l¨¢grimas ("Qu¨¦date conmigo, por favor", le suplicaba ella, "t¨² no eres como tu hermana"). Pero Brienne solo encontr¨® la tozuda realidad como respuesta: despu¨¦s de detallarle todos los cr¨ªmenes que volver¨ªa a cometer por la sanguinaria Cersei (nombre que repiti¨® una y otra vez con una crueldad innecesaria) zanj¨® el dilema: "Es odiosa, como yo". Si la justicia po¨¦tica existiese, Jaime ser¨ªa el verdugo de su hermana y amante. De Matareyes, apodo que carga el personaje por haber matado por la espalda al Rey Loco, a Matareinas.

Cuando Brienne y Jaime Lannister cruzaron sus caminos en la segunda temporada empez¨® un amor plat¨®nico que se ha consumado en esta recta final de la serie. Seg¨²n le explic¨® George R.R. Martin a Gwendoline Christie, actriz brit¨¢nica que interpreta a la gigantesca mujer caballero, para ¨¦l se trataba de subvertir los roles de La Bella y la Bestia para al final preguntarse qui¨¦n de los dos es la bestia. Escorpiones, ranas, bellas y bestias... despu¨¦s de este ¨²ltimo cap¨ªtulo solo reina el desconcierto.