Pasarse de pop
Dar¨ªo Villalba nunca tuvo el ¨¦xito que merec¨ªa como nexo con lo que estaba pasando al otro lado del oc¨¦ano
Aqu¨ª no gustan los artistas que se pasan de modernos, digan lo que digan. Ni gustan ni se les entiende. Ocurre con Warhol, nada popular entre ciertos intelectuales y enterados del pa¨ªs. Ocurre con tanta vehemencia que hay incluso intentos por borrarle de la historia del arte. Se le suele leer como un banal enredado con botes de sopa y dibujos de zapatos; flores y retratos de Monroe y Taylor arrancados de las p¨¢ginas de las revistas. Incluso se hacen grandes esfuerzos para subrayar su imagen m¨¢s predecible, la que hace realidad lo que dec¨ªa la cr¨ªtica en la d¨¦cada de 1960: el p¨²blico odiaba a los pop porque los entend¨ªa, igual que hab¨ªa odiado a los expresionistas abstractos porque no los entend¨ªa. Y si se llega a conocer al Warhol complejo, el que se apropia de sillas el¨¦ctricas e im¨¢genes de convictos y hace pinturas meadas, retratos gay y calaveras, peor. Nada despierta m¨¢s recelos que un apropiacionista melanc¨®lico.
Tal vez por esa obsesi¨®n hacia lo ¡°original¡± han triunfado sobre todo los pop menos pop ¡ªCr¨®nica y Arroyo¡ª, pintores por encima de todo. Las otras apropiaciones, de fotos y medios, han despertado menos entusiasmo hasta ¨¦pocas recientes ¡ªahora todos se han puesto en ¡°modo archivo¡±¡ª. De hecho, frente a Cr¨®nica y Arroyo, Dar¨ªo Villalba nunca tuvo en realidad el ¨¦xito que merec¨ªa: brillar como futuro avant la lettre y nexo con lo que estaba pasando al otro lado del oc¨¦ano. Villalba fue distinto y eso no se perdona f¨¢cilmente aqu¨ª. En Estados Unidos, donde la carrera diplom¨¢tica llev¨® al padre, se convirti¨® en patinador ol¨ªmpico y asisti¨® a la inauguraci¨®n de la exposici¨®n de flores de Warhol, quien le denomin¨® ¡°pop soul¡± ¡ªotra vez la melancol¨ªa¡ª. All¨ª aprendi¨® una nueva mirada de apropiaciones y fotograf¨ªas personales ¡ªchaperos, convictos, deseos, diversidades¡¡ª, su prodigioso archivo, para encontrar despu¨¦s temporadas de asilo en su ciudad fetiche durante a?os: Londres.
A partir del pr¨®ximo mi¨¦rcoles se podr¨¢n ver en Alcal¨¢ 31 los Encapsulados,?fotos apropiadas que atrapan en metacrilatos a modernas y criminales. Es una exposici¨®n en la cual Mal¨² Mart¨ªn de Argila ha trabajado con Villalba hasta su muerte el pasado verano. Nunca antes se hab¨ªan visto tantos Encapsulados juntos y es emocionante verlos tras muchos a?os. Parecen la prueba irrefutable de que Villalba se pas¨® deliciosamente de moderno con estos extra?os artefactos a los cuales replica el cat¨¢logo de Andr¨¦s Mengs, encapsulado tambi¨¦n. El bosque de personajes flotantes ¡ªsin derecho y sin rev¨¦s¡ª parecen moverse a mi paso y me recuerdan a aquella tienda de mi infancia con una entrada muy Carnaby Street en el barrio de Salamanca, cerca de la modista de mi madre. Cada vez que pasaba cerca so?aba con ser mayor de una vez para ser pop. Hoy, caminando entre las obras apropiadas de Villalba, lo he conseguido al fin.
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