Masculinidad y familia en M¨¦xico, historia de una p¨¦rdida
Emiliano Monge viaja en 'No contar todo' por M¨¦xico y su linaje a trav¨¦s de su abuelo, su padre y ¨¦l mismo
Contar la historia de su abuelo, Carlos Monge Mckey, que finge su propia muerte al hacer estallar una cantera y reaparece vivo a?os despu¨¦s; la de su padre, Carlos Monge S¨¢nchez, que rompe con la familia, incluso consigo mismo para volverse guerrillero; la propia, hizo que Emiliano Monge (Ciudad de M¨¦xico, 1978) pasase a?os convencido de que escribir una novela sobre su familia afectar¨ªa a su relaci¨®n con los dem¨¢s. Tras publicar hace casi ocho meses No contar todo (Literatura Random House), que ahora llega a Espa?a, siente que es ¨¦l el que est¨¢ perdido, golpeado. ¡°Varias veces y reincidentes, para acabarla de chingar. Cuando creo que algo ya pas¨®, descubro que el asunto sigue ah¨ª¡±.
Monge admite que para escribir la novela requiri¨® de una distancia emocional con sus familiares, como si ninguno fuera realmente las personas importantes que son en su vida. Ellos, los retratados descarnadamente, fueron tambi¨¦n los primeros lectores: ¡°A diferencia de mis otros libros, que siempre se los daba a mis lectores de confianza, esta vez me parec¨ªa natural y necesario entregar los primeros manuscritos a mis padres y a mis hermanos. Tengo que agradecerles a los cuatro el haber sido profundamente honestos, fuertes, generosos y justos en sus lecturas y en sus reacciones iniciales, pues se han mantenido en esas primeras reacciones durante todos estos meses. A pesar, incluso, de la suma de burradas que he dicho en entrevistas y presentaciones, que a veces han ido m¨¢s all¨¢ de lo dicho en la propia novela¡±.
No contar todo es un retrato tan ¨ªntimo que habla de todo un pa¨ªs. A trav¨¦s del libro se recorre la historia reciente de M¨¦xico, no solo, o no tanto, por los acontecimientos que sobrevuelan ¨Cnarcotr¨¢fico, mayo del 68, guerrillas-, sino por los aspectos que radiograf¨ªa del pa¨ªs norteamericano: la preponderancia de la familia, el machismo¡ ¡°Descubr¨ª que mi pinche pa¨ªs se empez¨® a romper por la familiar, es decir, hay narcotr¨¢fico claro, pero siento que pocos pa¨ªses en Am¨¦rica Latina tienen tan da?ina la idea de familia como M¨¦xico¡±.
-?C¨®mo se rompe un pa¨ªs por la familia?
-En gran medida por el machismo y por c¨®mo el machismo se reproduce en hombres y mujeres. Hay un mont¨®n de feministas geniales que en casa reproducen unos modelos tan mexicanos. Somos un pa¨ªs en donde la masculinidad est¨¢ impedida por el machismo, me refiero a una masculinidad sana. La idea del macho mexicano es una ausencia total de masculinidad.
Monge no es ajeno a todo ello. Hay una afectaci¨®n personal e ¨ªntima tras lo que ha escrito: ¡°Descubrir o tratar de desenvolver las capas de mi propio machismo me ha dejado la necesidad de buscar un nuevo lugar desde el cu¨¢l habitarme y habitar mis relaciones con los dem¨¢s, lo cual est¨¢ resultando brutalmente complicado. De alguna manera, al tratar de enfocar ciertos asuntos o temas de mi vida, desenfoqu¨¦ todos los dem¨¢s. Y ahora me toca buscar la forma de reenfocarlos de nuevo¡±, a?ade el escritor mexicano, que vivi¨® casi seis a?os en Barcelona.
El libro no solo le ha afectado en la relaci¨®n consigo mismo, tambi¨¦n en la escritura: ¡°Fue un cambio radical con mis trabajos anteriores, me llev¨® a cuestionar las voces con las que hab¨ªa narrado siempre¡±. As¨ª, No contar todo cuenta con tres narradores: el abuelo, que cuenta su vida a trav¨¦s de un diario; el padre de Monge, que lo hace en segunda persona y el propio Monge.
Para el autor, que siempre ha tenido en mente la idea de Samuel Beckett que se pas¨® toda su vida buscando el silencio, desarrollar su voz es lo que m¨¢s le ha costado. ¡°Me dej¨® en una b¨²squeda, que a¨²n contin¨²a, de una voz que me sirva para contar desde el lugar que ahora ocupo¡±. ¡°El problema es que ahora me est¨¢ costando mucho dejar de ser el silencio y encontrar desde d¨®nde hablar con una masculinidad distinta. La novela en la que estoy intentando trabajar tiene como sesenta narradores, lo ¨²nico que muestra es que estoy completamente perdido¡±.
La publicaci¨®n en Espa?a de su ¨²ltima novela tiene un sabor amargo para Monge, la ausencia de su editor, Claudio L¨®pez Lamadrid, fallecido recientemente: ¡°Claudio me hizo mejor persona. Y no creo que uno pueda decir nada mejor de un amigo: yo, antes de Claudio, era menos de lo que fui despu¨¦s de ¨¦l. Como editor, para colmo, sab¨ªa elegir sus batallas como nadie m¨¢s. Durante estos meses he pensado que no fue casual que aunque fue el editor de mis ¨²ltimos cuatro libros, se meti¨® mucho m¨¢s a fondo y mucho m¨¢s enrabiadamente en el proceso de dos de estos: El cielo ¨¢rido y No contar todo. Yo no s¨¦ si son mejores o peores que los dem¨¢s, ni siquiera si son buenos o malos, pero s¨ª s¨¦, sin duda alguna, que son los dos libros que han marcado, en mi trabajo, un cambio mayor, una evoluci¨®n m¨¢s clara, un giro brusco. Y esto Claudio lo supo antes que yo y decidi¨® acompa?arme mientras daba esos saltos¡±.
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