Neil Jordan filma la soledad patol¨®gica de la gran ciudad
El director irland¨¦s estrena en Espa?a 'La viuda', un drama de terror y suspense en el que una pianista y una joven entablan relaci¨®n tras un encuentro inesperado
La fascinaci¨®n por lo s¨®rdido de Neil Jordan (Sligo, Irlanda, 69 a?os) no tiene l¨ªmites. Tras haber dado por concluida su obsesi¨®n por el cine draculesco, el cineasta regresa ahora a las salas espa?oles con La viuda, un drama de terror y suspense en el que vuelve a ense?ar el colmillo. Concretamente, el de Greta (Isabelle Huppert), una pianista viuda de Nueva York que vive en la desesperaci¨®n despu¨¦s de que su hija aparentemente la haya abandonado, y que encuentra un rescoldo de luz en Francis (Chlo? Grace Moretz), una joven reci¨¦n llegada a la ciudad que ha perdido a su madre y pronto descubre sus aviesas intenciones.
¡°El reto era convertir una trama simple, como es la sustituci¨®n de una hija perdida por alguien que no es ella, en una exploraci¨®n demente de la maternidad¡±, cuenta al tel¨¦fono desde Los Angeles el cineasta, que reconoce una deuda de la pel¨ªcula con la ciudad contempor¨¢nea, ¡°donde la soledad puede alcanzar cotas extremas¡±. El hecho de que la historia la protagonicen mujeres le ha permitido abonar un terreno que, considera, hab¨ªan dominado hasta ahora los hombres: ¡°Si pensamos en actores demon¨ªacos, a todos nos vienen a la cabeza papeles de Anthony Perkins o Nicolas Cage. Me parec¨ªa fascinante que ese rol lo pudiera desempe?ar una mujer, porque se abandona m¨¢s f¨¢cilmente la din¨¢mica sexual y eso permite filmar la soledad de un modo sorprendente¡±.
Jordan, ganador de un Oscar al mejor guion en 1992 por Juego de l¨¢grimas, ha elegido para el personaje de Huppert a una mujer ¡°sofisticada, dulce y de clase media¡±, de cuya vida pasada apenas da a conocer alg¨²n dato. ¡°Me preocupaban menos la psicolog¨ªa o las historias personales de las protagonistas que las situaciones y din¨¢micas en las que las iba a situar la historia¡±, justifica el director, que resta peso a algunas cr¨ªticas que se han vertido a este respecto sobre la pel¨ªcula tras su estreno en junio de 2018 en Estados Unidos.
El director insiste en que la originalidad no era una de sus pretensiones. ¡°La verdadera exigencia era qu¨¦ pod¨ªa hacer con la forma¡±, sostiene. Por ello, en el resultado final del trabajo ha buscado que primara precisamente el af¨¢n en hacer saltar lo inesperado y hasta lo parad¨®jico en cada encuentro entre las protagonistas, que se conocen de forma casual. ¡°La idea de que aleatoriamente estableces una relaci¨®n pr¨®xima con alguien desconocido es muy seductora e inquietante. Te planta en una situaci¨®n en la que esa persona puede convertirse en tu mejor amigo o en el mayor de los monstruos. He querido jugar con eso¡±, sostiene el cineasta.
Precisamente el fuerte v¨ªnculo que de un modo inesperado se establece entre Greta y Francis le ha servido a Jordan para retratar la vertiente m¨¢s enfermiza de la soledad urbana. "Cuanto m¨¢s se han extendido las redes sociales a la cultura urbana, tanto m¨¢s patol¨®gica se ha vuelto la soledad de la gente de alguna extra?a forma. [En ese contexto] es particularmente turbadora la extremada soledad a la que se puede enfrentar una mujer de mediana edad en determinadas situaciones", explica el director.
Jordan suelta un carcajada al otro lado de la l¨ªnea cuando le recuerdan el episodio que propicia que las protagonistas entablen relaci¨®n: Greta deja deliberadamente en un vag¨®n del suburbano un bolso con su direcci¨®n anotada en ¨¦l. Cuando Francis se lo entrega en su casa, siniestra y apartada del traj¨ªn de transe¨²ntes, ella decide acceder a conocer a su verduga. ?Lo habr¨ªa hecho Jordan? ¡°No, imposible, yo no soy una joven ingenua del Medio Oeste americano¡±. ?T¨®pico? ¡°No lo creo, pero le digo que yo nunca habr¨ªa entrado en esa casa¡±.
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