Paco Ure?a: ¡°Volver a Madrid es nacer de nuevo¡±
El torero murciano reaparece en San Isidro tras perder el ojo izquierdo hace siete meses
El diestro Paco Ure?a (Lorca, Murcia, 1982) no ha vuelto a pisar el ruedo de la plaza de Las Ventas vestido de torero desde el 10 de junio del a?o pasado. Desde entonces, ha cambiado radicalmente. El 14 de septiembre de 2018, un toro le arranc¨® el ojo izquierdo en la feria de Albacete y su vida ha sido un camino tortuoso entre quir¨®fanos, oftalm¨®logos y oscuras incertidumbres.
Este viernes, con una pr¨®tesis, en pleno proceso de recuperaci¨®n, con dudas f¨ªsicas todav¨ªa, pero con una fortaleza sobrehumana, Ure?a har¨¢ de nuevo el pase¨ªllo cargado de ilusi¨®n. Ese es su estado de ¨¢nimo, a pesar de que su aspecto refleja la dureza del camino recorrido y un ¨ªntimo enfado por las extremas dificultades que debe superar. ¡°S¨ª, creo que soy afortunado¡±, afirma el torero. ¡°Estoy vivo, que no es poco, y la vida me ha ofrecido la oportunidad de seguir toreando. Soy afortunado, sin duda¡±.
Dentro de unas horas, volver¨¢ a su?plaza. Y en ella, asegura, recuperar¨¢ la visi¨®n que ha perdido. ¡°Hacer de nuevo el pase¨ªllo en Las Ventas es un sue?o. Volver es recuperar la visi¨®n que me falta. Porque yo he nacido aqu¨ª como torero, y en este ruedo he resucitado cuando estaba perdido. Esta afici¨®n ha sacado siempre lo mejor de m¨ª; por eso, volver a Madrid es como nacer de nuevo¡±.
No olvida Paco Ure?a que su reaparici¨®n fue en la feria de Fallas de Valencia, otra plaza fetiche para ¨¦l. ¡°Aquel fue un d¨ªa muy emotivo. Vestirme de torero despu¨¦s de todo lo que hab¨ªa sucedido fue algo inenarrable. Veinte d¨ªas antes me quitaron el ojo y exist¨ªan serias dudas sobre mi reaparici¨®n. Fue un c¨²mulo de adversidades que tuve que superar, y, ciertamente, no fue f¨¢cil. Poder hacerlo me hizo crecer; me sent¨ª feliz entonces y procuro sentirme feliz cada d¨ªa¡±.
Ure?a tambi¨¦n prefiere obviar el sufrimiento vivido, pero reconoce que lo ha pasado mal. ¡°Mucho, muy mal, para qu¨¦ voy a mentir, y sigo en proceso de superaci¨®n. Soy consciente de que tengo una carencia y debo aprender a convivir con ella. No es f¨¢cil, pero estoy decidido a seguir adelante y cumplir mi sue?o como torero¡±.
Pregunta. ?Pens¨® en alg¨²n momento que no volver¨ªa a torear?
Respuesta. Yo no fui consciente, pero hubo un momento en el hospital en el que las cosas se pusieron muy feas, y el problema no era torear o no, sino no saber qu¨¦ iba a pasar con mi vida. Pero yo siempre tuve claro que volver¨ªa a vestirme de torero.
Pregunta. ?El hombre est¨¢ recuperado?
Respuesta. Totalmente no. A¨²n necesito tiempo. Me ha cambiado la vida y cada d¨ªa noto las secuelas. No estoy recuperado al cien por cien, pero sigo adelante.
Pregunta. ?Y el torero?
Respuesta. El torero es el que est¨¢ salvando al hombre.
Asegura Paco Ure?a que durante estos meses ha tenido mucho tiempo para reflexionar, pero jam¨¢s pens¨® en la posibilidad de dejar la profesi¨®n. ¡°Eso, jam¨¢s; al contrario. He analizado mis defectos y lo que debo hacer para corregirlos, pero el toro sigue siendo el eje central de mi existencia. Si tuviera que dar la vida para que el toro siguiera aqu¨ª, la dar¨ªa sin contemplaciones. No tengo ninguna duda. ?Rencor hacia el toro? Ninguno. Lo que me ha sucedido no es m¨¢s que una lecci¨®n.
Pregunta. Es duro ser torero¡
Respuesta. S¨ª, para unos m¨¢s que para otros. Es una profesi¨®n muy exigente. Yo soy muy inconformista y me obsesiona ser mejor torero y hacer aportaciones al toreo. S¨¦, no obstante, que me queda mucho por conseguir.
Paco Ure?a a¨²n debe acudir peri¨®dicamente a la consulta de oftalmolog¨ªa para continuar el proceso de adaptaci¨®n de la pr¨®tesis que ha sustituido a su ojo izquierdo. Trabaja cada d¨ªa para que su cerebro se acomode cuanto antes a la nueva situaci¨®n, y que los m¨¦dicos cifran en un plazo entre seis meses y un a?o. Ha perdido la profundidad de los objetos, y afirma: "A veces parece que lo tengo todo controlado y otras no, y me siento inseguro¡±.
Pegunta. ?Y en la cara del toro?
Respuesta. En la cara del toro, todav¨ªa hay cosas¡ Pero lo m¨¢s importante es darle normalidad, aunque reconozco que es dif¨ªcil. No es una excusa; es mi destino y como tal debo aceptarlo.
Ure?a cuenta desde hace a?os con la ayuda de una psic¨®loga y explica as¨ª por qu¨¦ acudi¨® a la consulta: ¡°Quer¨ªa ser mejor torero y una persona m¨¢s equilibrada; y ahora, con m¨¢s motivo. Es una parte m¨¢s de mi entrenamiento y me va muy bien¡±. A pesar del tiempo transcurrido y los malos ratos padecidos, el torero no tiene inconveniente en recordar los momentos que siguieron al pitonazo del toro en la feria de Albacete. ¡°Yo supe desde el primer instante que me hab¨ªa reventado el ojo. Casi me desmayo del dolor. Not¨¦ como cuando se funden los plomos de una vivienda. De pronto, me qued¨¦ a oscuras. Fue una sensaci¨®n horrible¡±.
El torero salt¨® al callej¨®n, se someti¨® a una superficial y urgente inspecci¨®n m¨¦dica y decidi¨® por su cuenta volver a la cara del toro. ¡°Volv¨ª al ruedo porque no puedo decir que estoy dispuesto a dar la vida por el toro y no hacer el esfuerzo de matarlo con dignidad. Si no, no ser¨ªa yo. No se puede decir te quiero y no demostrarlo cuando sea necesario¡±. ¡°Yo no he elegido mi profesi¨®n¡±, contin¨²a; ¡°es la profesi¨®n la que me ha elegido a m¨ª. Y este es mi destino y as¨ª lo acepto¡±.
¡°Pero no he venido a vender nada ni a dar l¨¢stima¡± termina. ¡°Quiero que me pongan en los carteles por mi toreo, no por mi deficiencia. Quiero ser mejor torero, y, sobre todo, mejor persona, porque eso es lo que quedar¨¢ de mi trayectoria y no las estad¨ªsticas¡±.
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