Mentiras radiactivas

Cuando le cuentan a Mijail Gorbachov que se ha producido un accidente en la central nuclear de Chern¨®bil, en Ucrania, una de sus primeras preguntas es si la prensa internacional se ha enterado ¡ªla sovi¨¦tica es obvio que no iba a contar nada, aunque lo supiese¡ª. Cuando le explican que todo est¨¢ bajo control ¡ªla prensa, no la fuga radiactiva¡ª se queda tranquilo. Eso no impedir¨¢ que el desastre ocurrido en la madrugada del 25 al 26 de abril de 1986 fuese detectado por una central nuclear sueca y que la alarma estallase en toda Europa. La estupenda miniserie de cinco cap¨ªtulos Chernobyl, que HBO emite cada martes y de la que ya est¨¢n disponibles tres episodios, trata sobre todo de eso, de las mentiras y de los secretos de Estado, de los sistemas basados en ocultar informaci¨®n, no en difundirla, que resultan mucho m¨¢s radiactivos que el uranio y el cesio.

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¡®Chern¨®bil¡¯: una pel¨ªcula de terror

La vida se abre paso en el ecosistema radiactivo de Chern¨®bil

Como explic¨® en una entrevista el director y guionista de la serie, Craig Mazin: "La lecci¨®n que nos ofrece Chernobyl es que la energ¨ªa nuclear no es peligrosa. Lo peligroso son las mentiras, la arrogancia y la supresi¨®n de la cr¨ªtica". En ese sentido, se trata de una mirada hacia el sistema socialista, pero tambi¨¦n hacia todas aquellas organizaciones que tratan de adaptar la realidad a su visi¨®n del mundo, no al rev¨¦s, que esconden las malas noticias a sus jefes, aunque al final les estallen en el rostro. Los responsables del mayor accidente nuclear de la historia, que se produjo durante un ensayo, quisieron primero negar los hechos y luego escaquearse de su responsabilidad. Su gran culpa no fue solo provocar una cat¨¢strofe, sino adem¨¢s no poner en marcha los medios para paliar sus efectos. Al final la verdad les arrastr¨® a todos, de hecho arrastr¨® a la propia Uni¨®n Sovi¨¦tica.

Los h¨¦roes de la serie no son solo aquellos que se lanzaron a tratar de apagar el fuego, los liquidadores que fueron las primeras v¨ªctimas del desastre, sino los que dicen la verdad, los que no tienen miedo a romper el espeso silencio que se impone en las dictaduras. Se trata de dos cient¨ªficos, Valery Legasov y Ulana Khomyuk, interpretados por los siempre magn¨ªficos Jared Harris y Emily Watson, que se niegan a aceptar la famosa frase de Piatakov, uno de los compa?eros de primera hora de Lenin: "Si el Partido se lo exige, un aut¨¦ntico bolchevique est¨¢ dispuesto a creer que el negro es blanco y que el blanco es negro".

La ambientaci¨®n y el relato de la serie resultan impresionantes. Algunos momentos parecen sacados del libro de la premio Nobel de Literatura bielorrusa Svetlana Alexi¨¦vich?Voces de Chern¨®bil. Cr¨®nica del futuro (DeBolsillo), respiran la misma autenticidad, la misma textura que solo se logra con decenas de testimonios. "Chern¨®bil es un enigma que a¨²n debemos descifrar. Un signo que debemos leer. Tal vez el enigma del siglo XXI. Un reto para nuestro tiempo", escribe Alexievich. Ninguna serie podr¨¢ iluminar todos los rincones oscuros de aquella cat¨¢strofe ¡ªni siquiera se sabe todav¨ªa cu¨¢nta muri¨® por el accidente¡ª, pero Chernobyl ayuda a comprender todo el sistema de mentiras que lo provoc¨®.