Dar¨ªo Villaba: cris¨¢lidas del alma
Una exposici¨®n re¨²ne por primera vez todos los ¡®encapsulados¡¯ del artista, la obra que hizo de ¨¦l un referente dentro de la comunidad art¨ªstica internacional
En 1974, llegaban a la Galer¨ªa Vandr¨¦s, un espacio alternativo y rompedor en la pacata Espa?a de Franco, unos objetos m¨®viles, ambiguos y desafiantes. Encerradas en una estructura de metacrilato transparente, las fotograf¨ªas, en blanco y negro y ligeramente manipuladas, de una serie de protagonistas ¡ªenfermos, presos, delincuentes y dementes, entre otros¡ª noqueaban a los visitantes de la sala. La confusi¨®n que creaban no estaba exenta de admiraci¨®n. Bajo el nombre de encapsulados, hab¨ªan merecido el Gran Premio en la Bienal de S?o?Paulo. Su autor, Dar¨ªo Villalba, (San Sebasti¨¢n 1939- 2018), quedaba se?alado como una referencia crucial del arte espa?ol contempor¨¢neo.
¡°Ven¨ªan precedidos de una historia de ¨¦xitos en el extranjero¡±, se?ala Mar¨ªa Luisa Mart¨ªn de Argila, ¡°y tuvieron un impacto impresionante. Los que tuvimos la ocasi¨®n de ver esa exposici¨®n quedamos absolutamente asombrados. En Espa?a los preced¨ªa el impacto del grupo El Paso y por entonces comenzaban a despuntar Eduardo Arroyo y Luis Gordillo. El escenario del arte era muy distinto del resto de Europa, y por supuesto de Estados Unidos¡±. Era all¨ª donde Villalba hab¨ªa gestado la obra que puede verse en la Sala Alcal¨¢ 31, hasta el 28 de julio, bajo el t¨ªtulo Pop soul. Encapsulados & Otros. Comisariada por Mart¨ªn, la exposici¨®n comenz¨® a tomar forma contando con la colaboraci¨®n del artista, lamentablemente fallecido en junio del pasado a?o. Ambos se propusieron reunir por primera vez todos los encapsulados que componen las dos series ¡ª rosa y blanco y negro¡ª recuperando algunos de los que se hallaban en paradero desconocido. ¡°Aparte del gran inter¨¦s que supone la exposici¨®n desde el punto de vista art¨ªstico, tambi¨¦n lo es desde el hist¨®rico¡±, subraya la comisaria.
Villalba se referir¨ªa a estos objetos como ¡°juguetes patol¨®gicos para adultos¡±. Reflejan al "hombre con dos pieles: una la de siempre, otra su invento, su industria, su propio tejer. Pieles cristal". Son figuras vulnerables que quedan protegidas de las agresiones del mundo exterior y de la realidad. Su primera serie, la rosa, realizada entre 1968 y 1969, se expuso en la Bienal de Venecia de 1970. En la segunda, su tama?o ha aumentado y los personajes se vuelven m¨¢s vulnerables. Son seres m¨¢s marginales. Utiliza el blanco y negro sin apenas someter la imagen a una manipulaci¨®n. Llegar¨¢n al p¨²blico por primera vez en 1973, en la XII Bienal de S?o Paulo. ¡°En los encapsulados el r¨¦gimen de representaci¨®n se ha vuelto amenaza: los gestos codificados que el espectador es capaz de entender como marginales son magnificados y lo que se ve por el rabillo del ojo ha pasado a ocupar el centro de la visi¨®n¡±, escribe Manuel Segade en el cat¨¢logo que acompa?a a la muestra. ¡°Toma la fotograf¨ªa para reflejar y nombrar lo innombrable¡±, escribe Mart¨ªn.
La heterodoxia fue una actitud para este artista, consciente de que ¡°sin riesgo no hay nada, ni siquiera libertad¡±. Desde muy joven aprendi¨® a cuestionar todo aquello que ve¨ªa, sometiendo a revisi¨®n cualquier tipo de postulado. Su formaci¨®n dentro de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza se vio enriquecida por el ambiente cosmopolita que disfrut¨® gracias a las estancias en el extranjero obligadas por la carrera diplom¨¢tica de su padre. De esta forma, no tuvo reparos en poner en duda las r¨ªgidas teorizaciones sobre el cubismo impartidas por Andr¨¦ Lothe en su famoso taller en Par¨ªs, donde lleg¨® como aprendiz. ¡°Hay que ser consciente del momento en que aparece uno en la historia del arte, y de con qui¨¦n tiene que lidiar¡±, advert¨ªa durante una charla con los estudiantes de la UNED, as¨ª durante su residencia en los Estados Unidos, en los primeros a?os de los sesenta, observar el nacimiento del movimiento Pop le predispone a una b¨²squeda est¨¦tica en contestaci¨®n a dicho movimiento.
En Nueva York le impactan los excesos. El derroche de alegr¨ªa, de miseria, de velocidad, el bullicio de la gente que transita sus calles, ¡°donde la carne del ser humano se mezcla con el aluminio de la arquitectura. (¡) Rodeados de pl¨¢stico y de la frialdad de la ciudad, as¨ª surgieron en mi mente estos encapsulados¡±, dir¨ªa el autor. En su contestaci¨®n a la frialdad del pop, ¡°sin alma ni esp¨ªritu¡±, opt¨® por utilizar su lenguaje en lo formal haciendo uso de los mismos elementos, el pl¨¢stico, el metacrilato y la trama fotogr¨¢fica, ¡°para desvelar una intenci¨®n mucho m¨¢s pict¨®rica, po¨¦tica y an¨ªmica¡±. En cierta ocasi¨®n, Andy Warhol, mientras el artista espa?ol le explicaba sus motivaciones, le se?al¨®: ¡°Lo que usted hace es pop soul¡±, un pop del alma.
Del informalismo no logra desprenderse del todo y en su inclinaci¨®n hac¨ªa lo figurativo se observa una leve incorporaci¨®n del gesto en rasgos pict¨®ricos que aplica a unas im¨¢genes, recortadas, procedentes de archivos, prensa y tiendas de segunda mano que, cuidadosamente elegidas, comenzar¨¢ a almacenar. Formaran un archivo de ¡®documentos b¨¢sicos¡¯, que ampliar¨¢ y retomar¨¢ a lo largo de los a?os como parte de su obra. Ser¨¢ el primero en Espa?a en emplear la fotograf¨ªa como pintura, causando cierto asombro. ¡°Tanto la fotograf¨ªa como la pintura son mentira¡±, dir¨ªa el artista. ¡°La fotograf¨ªa atrapa un momento fugaz, al igual que la pintura, pero la realidad est¨¢ siempre en constante movimiento¡±. Villalba hace uso de ambas para mostrar las pulsiones an¨ªmicas del ser humano. En ¨¦l la pintura se convierte en fotograf¨ªa y la fotograf¨ªa en pintura y se ralentiza.
Hace uso de im¨¢genes apropiadas, como las del injustamente condenado a cadena perpetua Aaron Evert Jones, publicadas por el fot¨®grafo americano Danny Lyon en su libro Conversation with the Dead, que Villalba utiliz¨® en tres obras fundamentales en su trayectoria. ¡°No pierden un ¨¢pice de importancia una vez revelada la fuente, sino, lo contrario. Revelan la preocupaci¨®n social del artista, as¨ª como su adscripci¨®n a una estrategia ling¨¹¨ªstica fundamental para las pr¨¢cticas art¨ªsticas contempor¨¢neas, con ra¨ªz en el collage¡±, escribe Segade. La segunda planta de la sala incluye obras realizadas con fotograf¨ªas tomadas por el propio autor. Impresas sobre tela, componen unos d¨ªpticos y tr¨ªpticos, donde el pathos de sus protagonistas queda aprisionado, a la vez que se escapa, a trav¨¦s de la piel, la l¨¢grima, la cicatriz, o la negritud.
Ser refer¨ªa a su obra como ¡°una herida cl¨ªnica y as¨¦pticamente controlada¡±. El dolor de sus protagonistas nos traslada a una oscuridad no exenta de la luz de la esperanza. ¡°Hay una parte muy m¨ªstica en mi trabajo¡±, declaraba a EFE. Un sentido existencialista que invita a ser entroncado con la tradici¨®n hisp¨¢nica. ¡°Yo siempre lo he visto as¨ª, se?ala la comisaria. ¡°Francisco Calvo Serraller siempre observ¨® una relaci¨®n del autor con el existencialismo del arte espa?ol, con ese sentimiento de la Espa?a negra, con los blancos y negros del informalismo de Millares y de Canogar. A Dar¨ªo nunca le gust¨® esa relaci¨®n. ?l no se ve¨ªa as¨ª, pero los que hemos estudiado mucho su obra no lo dudamos¡±.
¡°Si usted quiere saber algo de Dar¨ªo Villalba no mire la superficie de mis obras, pues ah¨ª insin¨²o: estoy osadamente soterrado en el interior¡±, dir¨ªa el artista.
Dar¨ªo Villalba. Pop Soul. Encapsulados & Otros. Sala Alcal¨¢ 31. Madrid. Hasta el 28 de julio.
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