Guirigay mon¨¢rquico republicano
El banderillero V¨ªctor Hugo Saugar, ¡®Pirri¡¯, sufri¨® una grave cornada en el gl¨²teo de 35 cent¨ªmetros de profundidad
Los Espartales-Del Cuvillo / Ventura, El Juli, Urdiales
Dos toros despuntados para rejoneo de Los Espartales -primero y cuarto-, anovillado el primero y mal presentado el otro; mansos y descastados; y cuatro de N¨²?ez del Cuvillo -el sexto, devuelto-, desiguales de presentaci¨®n, inv¨¢lido el primero, blandos, nobles y sosos. Sobrero de La Reina, manso, noble y soso.
Diego Ventura: rej¨®n trasero y contrario y un descabello (ovaci¨®n); rej¨®n trasero y contrario (oreja).
El Juli: estocada trasera (palmas); tres pinchazos y media (ovaci¨®n).
Diego Urdiales: estocada que asoma -aviso- y tres descabellos (ovaci¨®n); estocada desprendida (ovaci¨®n).
Parte m¨¦dico: el banderillero V¨ªctor Hugo Saugar, Pirri, sufri¨® una herida en el gl¨²teo izquierdo, con una trayectoria de 35 cent¨ªmetros que produce? lesiones en m¨²sculos de la zona, contusiona el nervio ci¨¢tico, rompe fascia lata y presenta orificio de salida. Pron¨®stico: grave.
Plaza de Las Ventas. 12 de junio. Festejo extraordinario de Beneficencia. Trig¨¦sima corrida de feria. Lleno de "no hay billetes" (23.624 espectadores, seg¨²n la empresa). Presidi¨® el rey Felipe VI desde el palco real y los toreros le brindaron sus primeros toros.
Suele ocurrir cuando un festejo de gran expectaci¨®n decepciona solemnemente, como el de este mi¨¦rcoles. El Rey en el palco, corrida extraordinaria, guirnaldas en las andanadas, banderillas de gala. Pero no pudo ser.
Eran m¨¢s de las nueve y cuarto de la noche, la gente estaba ya cansada y a esas horas el alcohol hace efectos demoledores.
Andaba en el ruedo Diego Urdiales tratando de buscarle las cosquillas al noble y soso sobrero de La Reina, cuando una voz -la en¨¦sima en esta feria- dice aquello de "Viva el Rey"; muchos la secundan mientras el torero mira al tendido con cara de enfado. Pero no se hab¨ªa puesto en el sitio Urdiales cuando otra voz dice: "?balos, dimisi¨®n", y los acompa?antes del Rey, entre los que estaba el ministro de Fomento en funciones, sonr¨ªen. Y Urdiales, entretanto, dibujando muletazos, algunos de bella factura, a un animal de muy corto ¨¢nimo y buena condici¨®n. Y entonces, surge el disparo final en voz femenina: "Viva la rep¨²blica". Y hasta aqu¨ª pod¨ªamos llegar¡
Algunos espectadores parecen identificar a la autora del grito y los tendidos repiten al un¨ªsono: "?Fuera, fuera!", y el presidente de la plaza, contento porque, por una vez, ese desafuero no iba contra ¨¦l.
En fin, que se arm¨® un barullo de armas tomar. El asunto no fue a mayores, pero el p¨²blico encontr¨® en el guirigay la diversi¨®n ausente en el ruedo. Y todo porque el espect¨¢culo carec¨ªa de inter¨¦s.
Continu¨® Urdiales con su tarea. Bien colocado, alcanz¨® alg¨²n momento de brillantez con ambas manos, pero su labor no consigui¨® entusiasmar a casi nadie; as¨ª, cuando acab¨® de estocada desprendida, todo qued¨® en una cari?osa ovaci¨®n.
La verdad es que el festejo fue un dram¨¢tico chasco real.
Dram¨¢tico, porque otro hombre vestido de luces acab¨® en la enfermer¨ªa con una gran herida en el gl¨²teo. Ninguna cornada est¨¢ prevista, pero esta menos, porque no son los toros de Cuvillo propensos a las volteretas, ni por las circunstancias que la rodearon. Tras clavar un par de banderillas, Pirri fue perseguido por el tercer toro, se confi¨®, quiz¨¢, al llegar al burladero y sufri¨® una cornada en el gl¨²teo.
Fue un chasco, porque siempre se espera mucho de esta corrida de la que cada a?o se dice que es la m¨¢s importante de la temporada, y solo ser¨¢ porque la preside el Rey, pero no m¨¢s. Acudi¨® Felipe VI, que no parece que se haya contagiado del veneno de la afici¨®n, y se volvi¨® a su casa sin muchos argumentos para volver. Con la de cosas buenas que han ocurrido en esta feria¡ Ojal¨¢ Padilla, que lo acompa?¨® en el palco, le ofreciera argumentos para que emule a su se?or padre en materia taurina.
Y fue aut¨¦ntico y real -el chasco, se quiere decir-, a pesar de las buenas intenciones de la terna.
Diego Ventura hizo un esfuerzo ¨ªmprobo para que su actuaci¨®n fuera algo m¨¢s que una mera exhibici¨®n ecuestre. Pero si no cambia de toros, acabar¨¢ recogiendo pollos -hoy le regalaron dos-, yemas y botas de vino por los pueblos al tiempo que los paisanos se lo pasan en grande con la doma de una cuadra espectacular. Ventura es un gran torero a caballo sin toros. A Las Ventas no puede venir la primera figura del rejoneo actual con dos novillos amuermados y sin vida.
Bomb¨®n, L¨ªo, Nazar¨ª, Remate, Campina, Fino, Bronce y D¨®lar se divirtieron correteando por la arena despu¨¦s de un largo viaje desde Sevilla, pero los espectadores se aburrieron sobremanera. El primer suced¨¢neo de toro era un becerrote manso y amuermado, que pretendi¨® saltar al callej¨®n y carec¨ªa de casta, bravura y codicia. Ventura estuvo correcto, pero no pudo superar lo que no era m¨¢s que un fr¨ªo tr¨¢mite. Anim¨® los tendidos con un par a dos manos a lomos de D¨®lar y eso fue lo m¨¢s sobresaliente de su actuaci¨®n ante el cuarto.
Despu¨¦s de los toros que se han visto aqu¨ª, los de N¨²?ez de Cuvillo parec¨ªan de juguete. Las comparaciones son odiosas, pero tambi¨¦n reales. Inv¨¢lido fue el primero de El Juli, nula emoci¨®n, a pesar de su larga labor, y jug¨® al toro con el quinto, un terr¨®n de az¨²car, dulce y derretido al instante.
Lo mejor de la tarde, la faena de Urdiales al tercero, irregular y deslavazada, pero personal¨ªsima, plagada de detalles y basada en la naturalidad, cimiento fundamental del buen toreo. Una gran tanda de derechazos, un molinete, un largo de pecho, una trincherilla, pinceladas todas de un privilegiado.
Ministros, m¨²sicos, toreros... y Felipe VI
Felipe VI ha presidido la Corrida de la Beneficencia en Las Ventas, en medio de un ambiente festivo y con un lleno de "no hay billetes". El p¨²blico aplaudi¨® su presencia. Es la segunda vez que se ha dejado ver en este festejo desde su proclamaci¨®n en 2014 (la anterior fue en 2017). Tradicionalmente, la cita grande de la Beneficencia la preside un miembro de la familia real, aunque el monarca no es un asiduo de la feria, y el pasado a?o solo acudi¨® a la Corrida de la Prensa.
Comparti¨® palco real con el torero Juan Jos¨¦ Padilla, el ministro de Fomento en funciones Jos¨¦ Luis ?balos, el presidente de la Comunidad de Madrid en funciones, Pedro Roll¨¢n ¡ªambos en funciones¡ª y el director del Centro de Asuntos Taurinos de Madrid, Manuel ?ngel Fern¨¢ndez. Entre el p¨²blico se vio a toreros como El Fundi y personalidades como Andr¨¦s Calamaro, Vicente del Bosque y Terelu Campos, as¨ª como los pol¨ªticos del PP Adolfo Su¨¢rez Illana y Andrea Levy. La sobrina del Rey, Victoria de Marichalar, presenci¨® tambi¨¦n la corrida desde el tendido.
La corrida del jueves
Toros de Cuadri, para Rafaelillo, L¨®pez Chaves y Octavio Chac¨®n
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