¡°Fue un embajador italiano del cine¡±
El mundo de la cultura y la pol¨ªtica de Italia llora la p¨¦rdida del director de cine y escen¨®grafo Franco Zeffirelli
El director de cine y escen¨®grafo italiano Franco Zeffirelli ha muerto este s¨¢bado en su casa de Roma a los 96 a?os. Sus m¨¢s de 60 a?os de prol¨ªfica trayectoria en el cine, el teatro, la ¨®pera y la televisi¨®n son historia viva del espect¨¢culo en Italia, donde se le recuerda como el Miguel ?ngel de las artes esc¨¦nicas, un artista poli¨¦drico que triunf¨® en sus m¨²ltiples facetas.
El autor, que se defin¨ªa como ¡°un artesano¡±, naci¨® en Florencia en 1923, lleg¨® al cine como disc¨ªpulo de Luchino Visconti y debut¨® en la ¨®pera como escen¨®grafo en 1954 en el Teatro de la Scala de Mil¨¢n con La Cenerentola, de Rossini, y en el cine con la comedia Camping en 1957. El ¨¦xito le lleg¨® en la d¨¦cada de los sesenta, con dos adaptaciones cinematogr¨¢ficas de obras de Shakespeare: La fierecilla domada (1967), con Elizabeth Taylor y Richard Burton como protagonistas, y Romeo y Julieta (1968), por la que fue nominado al Oscar.
Su amor por la ¨®pera marc¨® tambi¨¦n su obra cinematogr¨¢fica. Llev¨® a la pantalla cl¨¢sicos de la l¨ªrica y el teatro como La boheme (escenificaci¨®n de la ¨®pera de Puccini), en 1965; Carmen (1978), La traviata (1982) o Hamlet (1990), con Mel Gibson, Glenn Close y Helena Bonham Carter.
El Teatro milan¨¦s de la Scala se ha despedido del autor record¨¢ndolo como un maestro que ¡°ha dejado una se?al inconfundible y personal en la historia del teatro musical, del cine y de la prosa¡±. El Teatro de la ?pera de Roma lo ha rememorado como ¡°una figura poli¨¦drica, un creador de belleza en la mejor tradici¨®n del arte italiano¡±. Y el Teatro M¨¢ximo de Palermo lo ha evocado como ¡°un coloso que ha marcado el arte de nuestra ¨¦poca que deja una lecci¨®n de elegancia y de estilo¡±.
Otros t¨ªtulos como Hermano Sol, hermana Luna (1972), una biograf¨ªa de San Francisco de As¨ªs, Amor sin fin, con Broke Shields (1981) y T¨¦ con Mussolini (1999), en parte autobiogr¨¢fica, acabaron de forjarlo como uno de los directores m¨¢s valorados dentro y fuera del pa¨ªs. Sus espect¨¢culos teatrales, su est¨¦tica refinada, su perfecci¨®n estil¨ªstica, sus puestas en escena, su b¨²squeda casi obsesiva de la belleza conquistaron al mundo internacional del arte.
Para la televisi¨®n, Zeffirelli rod¨®, entre otras, Jes¨²s de Nazaret (1977), con varios episodios en Marruecos y T¨²nez, coproducida por la RAI y que cont¨® con la aprobaci¨®n de la Iglesia y el rechazo del Partido Comunista italiano. El presidente de la RAI, la televisi¨®n p¨²blica italiana, Marcello Foa, se?al¨® que esta obra ¡°marc¨® la historia del servicio p¨²blico¡±, en un momento particular en el que ¡°toda Italia se sinti¨® unida al admirar el gran trabajo de uno de sus grandes maestros¡±.
El mundo de la cultura y la pol¨ªtica llora su p¨¦rdida. En su mensaje de p¨¦same, el presidente de la Asociaci¨®n Nacional de la Industria Cinematogr¨¢fica (ANICA), Francesco Rutelli, ha definido al director como ¡°un esp¨ªritu libre¡± que ¡°ha transmitido un culto por la belleza inseparable de la identidad italiana¡±. El ministro de Cultura, Alberto Bonisoli, lo ha recordado como ¡°un genio de nuestros tiempos¡± y el primer ministro, Giuseppe Conte, lo ha definido como ¡°un embajador italiano del cine, del arte y de la belleza¡±.
Zeffirelli mantuvo una gran amistad con la soprano Maria Callas, a quien dedic¨® la cinta Callas Forever (2002) y que, seg¨²n confes¨®, fue la ¨²nica mujer de la que estuvo enamorado. Fue uno de los ¨²ltimos supervivientes de la dolce vita italiana. Cont¨® en su autobiograf¨ªa, publicada en Italia en 2006, que nunca sinti¨® atracci¨®n f¨ªsica por las mujeres, aunque las idolatraba. Una de sus grandes pasiones, en lo profesional y en lo personal, fue su maestro Luchino Visconti, con quien mantuvo una larga y complicada relaci¨®n que termin¨® de forma abrupta cuando Visconti hizo que detuvieran a Zeffirelli y lo interrogaran tras un robo en el edificio en el que conviv¨ªan. Detestaba la palabra ¡®gay¡¯ , que para ¨¦l era ¡°una manera est¨²pida de llamar a los homosexuales, como si fuesen payasitos inocuos y divertidos¡±.
Se declaraba conservador, cat¨®lico y de derechas ¡°por desesperaci¨®n anticomunista¡±. Fue aprendiz de Giorgio La Pira, popular alcalde de Florencia y uno de los grandes exponentes de la Democracia Cristiana. En 1994 inici¨® una una breve experiencia pol¨ªtica como senador de Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, a quien le un¨ªa una estrecha amistad. La presidenta de los senadores de esa formaci¨®n, Anna Maria Bernini, ha recordado al cineasta como ¡°el ¨²ltimo gran protagonista de una ¨¦poca irrepetible de la cultura italiana y un maestro insustituible¡±.
Franco Zeffirelli, cuyo nombre real era Gianfranco Corsi, no dej¨® de trabajar hasta el final. Su ¨²ltimo proyecto y en el que hab¨ªa estado trabajando desde hac¨ªa diez a?os es una nueva Traviata, que abrir¨¢ la pr¨®xima semana la estaci¨®n del Festival l¨ªrico del Arena de Verona. En el horizonte ten¨ªa previsto llevar Rigoletto, de Verdi, en 2020 a Om¨¢n. Se instalar¨¢ una capilla ardiente en el Palazzo Vecchio de Florencia para despedir y rendir homenaje al artista.
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