El Museo del Prado no quiere ser el Louvre
La pinacoteca limita la asistencia a las exposiciones estrella del bicentenario para evitar la masificaci¨®n. ¡°Son muestras de tesis, no concebidas para acumular visitas¡±, dice su director
El Museo del Prado no quiere morir de ¨¦xito ni que sus visitantes se api?en por decenas ante La Anunciaci¨®n, de Fra Angelico, o alguna otra de sus obras maestras. En esta ocasi¨®n, el Louvre, el museo m¨¢s visitado del mundo (10,2 millones en 2018, un 25% m¨¢s que el a?o anterior), no ser¨¢ la referencia. Lejos de la intenci¨®n de los gestores del Prado est¨¢ emular esa imagen de La Gioconda rodeada de personas apretujadas luchando para ver qui¨¦n acerca m¨¢s su tel¨¦fono al peque?o cuadro para conseguir un selfi.
Para evitarlo el museo ha tomado una serie de medidas a fin de garantizar que los visitantes tengan un recorrido de calidad ahora que coinciden en el calendario las dos exposiciones estrella del bicentenario: Fra Angelico (hasta el 15 de septiembre) y Vel¨¢zquez, Rembrandt, Vermeer. Miradas afines (del 25 de junio al 29 de septiembre). Se ha limitado la entrada m¨¢xima de personas a 70 cada 15 minutos, frente a las 85 habituales, y se han suprimido las visitas en grupo. Esta decisi¨®n, en opini¨®n de los gestores del museo, contribuir¨¢ a evitar una p¨¦sima experiencia del p¨²blico, como ocurri¨® en ocasiones durante la exposici¨®n dedicada a El Bosco, la m¨¢s vista de su historia, con casi 600.000 asistentes.
Ya antes de la apertura de las dos extraordinarias exposiciones que coincidir¨¢n a lo largo del verano, el Museo del Prado (3,6 millones de visitantes en 2018, 2,9 en su sede central, el resto en exposiciones fuera) viene notando el efecto del bicentenario. En las primeras 24 semanas de este a?o lo han visitado 1.321.339 personas, frente a 1.246.194 en id¨¦ntico periodo del pasado a?o, lo que significa un 6% m¨¢s.
Al cumplirse un a?o desde su llegada a la direcci¨®n del museo, Miguel Falomir asegur¨® en una entrevista a este peri¨®dico que est¨¢bamos asistiendo al final de un modelo de museo. ¡°Ahora las exposiciones son peores de lo que eran en los ochenta o en los noventa. Las temporales est¨¢n llegando a su fin porque es dif¨ªcil hacer aportaciones nuevas de investigaci¨®n y porque los museos son cada vez m¨¢s reacios a prestar obra. El modelo est¨¢ en ca¨ªda libre. Lo importante tiene que ser la colecci¨®n permanente¡±.
Falomir, investigador y experto en pintura italiana y francesa (hasta 1700), precisa que en aquella ocasi¨®n se refer¨ªa a las exposiciones proyectadas exclusivamente para hacer taquilla. ¡°No es el caso de las dos grandes de este verano¡±, contin¨²a Falomir. ¡°Con Fra Angelico se parte de la idea de mostrar al p¨²blico la restauraci¨®n de La Anunciaci¨®n. Con Vel¨¢zquez, Rembrandt, Vermeer. Miradas afines se trata de demostrar que entre la escuela holandesa y la espa?ola hab¨ªa muchas m¨¢s aproximaciones de lo que quiso contar la propaganda oficial. Ambas son exposiciones de tesis, que se alejan de las concebidas para la acumulaci¨®n de visitas¡±.
Han sido los expertos de la instituci¨®n quienes han fijado el n¨²mero de 70 personas cada cuarto de hora. El Prado cuenta con un sistema de reserva y venta por Internet a trav¨¦s de su centro de atenci¨®n al visitante, donde se puede consultar la disponibilidad horaria para los pases temporales. Este hecho facilita la gesti¨®n de p¨²blico, con el objetivo de anticipar problemas que pudieran derivar del ¨¦xito de una exposici¨®n. Unas medidas de atenci¨®n similares se pusieron en marcha en 2009, a prop¨®sito de la muestra dedicada a Joaqu¨ªn Sorolla.
El Thyssen tambi¨¦n reduce
La preocupaci¨®n de evitar recorridos inc¨®modos es compartida por otros museos. Sin ir m¨¢s lejos, en el Museo Thyssen, cuya exposici¨®n del verano est¨¢ dedicada a Balenciaga y la pintura espa?ola, la reducci¨®n de visitantes es mayor que la del Prado, porque as¨ª lo exige la contemplaci¨®n tranquila de las agrupaciones de obras distribuidas en diferentes ambientes. La entrada se ha reducido a 55 personas cada 15 minutos, mientras que en Balthus, su anterior exposici¨®n de relumbr¨®n, fue de 85 visitantes cada cuarto de hora. Puede que la recaudaci¨®n por entradas sea inferior respecto al modelo de torno abierto para todos, pero en ambos museos tienen muy claro que conseguir la m¨¢xima calidad de la visita es prioritario.
Las grandes exposiciones temporales en los museos forman parte inseparable de la modernidad. Las masivas empezaron en 1972, con Los tesoros de Tutankam¨®n, primero en Londres y luego en Estados Unidos, con un mill¨®n de visitantes solo en el Metropolitan de Nueva York.
El modelo no ha parado de crecer, pero el caso del desbordamiento del Louvre se ha producido en circunstancias excepcionales. Los atentados terroristas en Par¨ªs, en noviembre de 2015, se tradujeron en un brutal descenso del turismo en la capital francesa a lo largo de 2016. Los responsables pol¨ªticos buscaron f¨®rmulas para reavivar la presencia de extranjeros y en ese contexto se inscribe el rodaje del v¨ªdeo Apeshit, de la cantante Beyonc¨¦. Una iniciativa que atrajo a p¨²blicos de todo el mundo en tal cantidad que ahora el problema consiste precisamente en rebajar la afluencia.
Sin embargo, las visitas masivas son tambi¨¦n una importante fuente de ingresos en los museos. Un portavoz del Prado explica que estos d¨ªas est¨¢n preparando los datos de cierre de 2018 para que los apruebe el Patronato, convocado para el 30 de julio. De momento puede adelantar un crecimiento en torno al 7% de los ingresos de venta por entradas a lo largo de 2018. Es presumible un incremento en la facturaci¨®n de la tienda, fruto de la mayor afluencia de visitantes al igual que aumentar¨¢n los ingresos por patrocinio y cesi¨®n y alquiler de espacios para eventos, todo ello originado por la notoriedad que est¨¢ consiguiendo el Prado gracias a su bicentenario y el espaldarazo que ha supuesto el Premio Princesa de Asturias de Comunicaci¨®n y Humanidades. Lo que no se sabe es cu¨¢ndo se podr¨¢ elegir un nuevo presidente del Patronato en sustituci¨®n de Jos¨¦ Pedro P¨¦rez Llorca, fallecido el 6 de marzo. Para ello habr¨¢ que esperar tambi¨¦n a que haya nuevo Gobierno en Espa?a.
Babelia
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