La cosecha roja de Hollywood
Aparece en espa?ol un estudio que describe los a?os m¨¢s progresistas del cine estadounidense, que acabaron en 1950 por la caza de brujas
La leyenda asegura que hubo un tiempo en que Hollywood se abri¨® a voces aut¨¦nticamente progresistas en sus pel¨ªculas, cuando sus guiones reflejaron el p¨¢lpito social, un tiempo que cerr¨® el macartismo y la caza de brujas. Ser¨¢ leyenda, pero alberga un poso de verdad.
Entre el arranque del cine sonoro y los inicios de los a?os cincuenta, cuando el senador Joseph McCarthy lider¨® la caza de brujas junto al Comit¨¦ de Actividades Antiamericanas (o HUAC, sus siglas en ingl¨¦s), algunas de las pel¨ªculas de los grandes estudios de Hollywood escondieron mensajes progresistas que pasaron inadvertidos para el gran p¨²blico, aunque algunos cr¨ªticos y espectadores m¨¢s avezados los aplaudieron. De aquellas dos d¨¦cadas levanta testimonio el monumental estudio La izquierda de Hollywood. La historia no contada de las pel¨ªculas de la ¨¦poca dorada, que en 2002 ¡ªcon el m¨¢s sucinto t¨ªtulo original de Radical Hollywood¡ª publicaron el historiador Paul Buhle y el cr¨ªtico de cine Dave Wagner, un libro convertido r¨¢pidamente en obra fundamental y que ahora aparece por primera vez en espa?ol editado por Antonio Machado Libros. Buhle y Wagner escribieron un volumen que compendia biograf¨ªas de guionistas y escritores, de directores y actores, con an¨¦cdotas meticulosamente narradas y an¨¢lisis detallados de las pel¨ªculas. Tanto, que el libro acababa siendo en ingl¨¦s de farragosa lectura y esa dificultad se ha multiplicado con una traducci¨®n al espa?ol bastante mejorable.
McCarthy y el HUAC se cargaron el esp¨ªritu cr¨ªtico de la ¨¦poca, expulsaron del negocio ¡ªy en muchos casos incluso de Estados Unidos¡ª a bastantes guionistas, brillantes motores del mejor cine de aquellos a?os. Y ah¨ª el libro provoca cierto dolor: en ese momento, Hollywood perdi¨® su conciencia m¨¢s social, m¨¢s libre. Hasta cierto punto, Buhle y Wagner le dan la raz¨®n al comit¨¦: la industria cinematogr¨¢fica puede que no estuviera infestada de comunistas; sin embargo, sus creadores eran mayoritariamente progresistas y sus pel¨ªculas llevaban en su interior cargas cr¨ªticas contra la sociedad y el Gobierno.
El estudio arranca con el advenimiento del cine sonoro, que oblig¨® a los estudios a contratar a m¨¢s guionistas. Ellos meter¨ªan carnaza en los argumentos de las pel¨ªculas, que en la ¨¦poca del mudo eran coescritos por los directores y las estrellas m¨¢s importantes sin grandes disquisiciones. Esa liviandad de historias hab¨ªa multiplicado la explosi¨®n de talento en Broadway, la competencia del cine y cuando hubo que llenar de palabras la pantalla, hacia all¨ª mir¨® Hollywood.
Y eso funcion¨® en todo tipo de filmes. Desde el m¨¢s obvio, el de las ¡°mujeres ca¨ªdas¡±, f¨¦minas rebeldes y liberales que sacaban de quicio a los moralistas, hasta, incluso, los musicales. Como apunta el libro: ¡°No hay g¨¦nero que pareciera menos susceptible de intervenci¨®n radical que el musical y ni los jefes de los estudios ni los artistas musicales mismos sospecharon ad¨®nde iban a llegar estos j¨®venes de ideas progresistas ni lo caro que pagar¨ªan por ello¡±. Un ejemplo: Yip Harburg, amigo de los hermanos Gershwin, rehizo un fracasado espect¨¢culo musical con canciones nuevas y le a?adi¨® un arco ¨ªris ¡ªs¨ªmbolo radical desde la Reforma protestante¡ª que no aparec¨ªa en la novela original: as¨ª naci¨® El mago de Oz.
Auge del hampa
Entre la avalancha de pel¨ªculas, an¨¦cdotas y nombres que salpican las p¨¢ginas de La izquierda de Hollywood, un g¨¦nero brilla m¨¢s que el resto: el policiaco con g¨¢nsteres. Sus dos primeros grandes ¨¦xitos fueron Hampa dorada (1930) y El enemigo p¨²blico (1931). La ¨²ltima, protagonizada por un joven James Cagney, se considera la piedra angular de este tipo de cine. Su guionista, John Bright, ¡°fue el primer innovador de izquierdas importante, tanto pol¨ªtica como est¨¦ticamente¡±, aseguran los autores. Nacido en Chicago, Bright supo plasmar el sentimiento especial de su ciudad con el gansterismo mezcl¨¢ndolo con su pasado como vecino de un barrio obrero de ideas progresistas: en esa clase de vecindarios naci¨® la mayor parte de los integrantes de las listas negras. Todo eso bulle en El enemigo p¨²blico, aunque, seg¨²n el libro, ¡°los cr¨ªticos con conciencia social se quejaron con acierto de que la cr¨ªtica impl¨ªcita al capitalismo siempre desaparec¨ªa en el ¨²ltimo rollo de las pel¨ªculas de g¨¢nsteres, en las que la locura individual desplazaba a todo lo dem¨¢s. Eso se deb¨ªa a los esfuerzos por satisfacer las exigencias de los censores de un final individualista y satisfactoriamente moralizante. Hollywood oblig¨® a los escritores a moderarse entonces y en las d¨¦cadas siguientes¡±.
El trasfondo de izquierdas de ¡®Solo ante el peligro¡¯
Paul Buhle y Dave Wagner son autores de la biograf¨ªa de Abraham Polonsky, el guionista de Cuerpo y alma, La fuerza del destino o El valle del fugitivo, "y el ¨²nico de la lista negra que dej¨® por escrito sus puntos de vista est¨¦ticos". Marxista convencido, tambi¨¦n se dio cuenta de que su lucha fue infructuosa porque aquellos progresistas nunca mandaron en Hollywood, sino que fueron mera mano de obra (con ideas propias, eso s¨ª). Por eso, el neoyorquino es un personaje capital en el volumen, m¨¢s que el mucho m¨¢s famoso e idolatrado Dalton Trumbo o que Carl Foreman, otro grande, guionista de Hombres, El trompetista o El ¨ªdolo de barro. Antes de ser expulsado de Hollywood, Foreman escribi¨® en 1952 Solo ante el peligro, el gran ejemplo de w¨¦stern de izquierdas. A Foreman le despidi¨® el productor, por miedo, del rodaje, pero dej¨® un libreto contra la inquisici¨®n, contra quienes callan ante las injusticias y apuestan por la "rentabilidad moral", y cre¨® el w¨¦stern disidente, "el que critica al capitalismo", como lo definen Buhle y Wagner, que radiograf¨ªan este filme al final de su estudio.
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