Rafael Gonz¨¢lez corta una 'orejita' en el fracaso ganadero de El Juli
Ignacio Olmos saluda una ovaci¨®n en un festejo de escaso contenido art¨ªstico
El nombre propio de la primera novillada nocturna del mes de julio en Las Ventas, el gran protagonista de la noche, aquel del que todos hablaban antes, durante y despu¨¦s del festejo, estuvo ausente. Ausente o bien camuflado, porque nadie lo vio. ¡°?l¡± era Juli¨¢n L¨®pez El Juli, que volv¨ªa a Madrid, esta vez como ganadero. Su divisa, formada con reses de sus dos vacadas de cabecera, Daniel Ruiz y Garcigrande, tomaba antig¨¹edad.
Pero la que deb¨ªa de ser su gran noche, al final no fue m¨¢s que un fiasco. Para empezar -y tiene delito-, los veterinarios solo le aprobaron tres ejemplares. Debutas en Madrid, en la primera plaza del mundo, como ganadero -sin m¨¦ritos conocidos para ello, por cierto- y eres incapaz de lidiar un encierro completo. S¨ª se?or. Y si al menos los tres que saltaron al ruedo hubieran sido dechados de bravura¡ Pues tampoco. Aunque dos de ellos tuvieron movilidad e incluso una pizca de casta, todos fueron mansos.
El Juli no estuvo presente, probablemente para ahorrarse el bochorno y los comentarios jocosos que le dedicaron algunos aficionados. Pero envi¨® varios embajadores. Dos de ellos, su apoderado, Luis Manuel Lozano, y el ganadero de Garcigrande, Justo Hern¨¢ndez, estaban sentados en la primera fila del tendido uno. Eso s¨ª, cuando arrastraron al tercero (el ¨²ltimo de Juli¨¢n), se marcharon. Todo un gesto de respeto a los toreros que permanecieron en el ruedo hasta las once y cuarto de la noche.
EL FREIXO/GARC?A, GONZ?LEZ, OLMOS
Novillos de El Freixo (1?, 2? y 3?), correctamente presentados, mansos, nobles y con movilidad los dos primeros; y Couto de Fornilhos (4?, 5? y 6?), bien presentados, mansos, nobles y descastados.
Tibo Garc¨ªa: estocada (palmas); dos pinchazos, pinchazo hondo _aviso_ y se echa el toro (silencio).
Rafael Gonz¨¢lez: bajonazo (oreja protestada); pinchazo _aviso_, otros dos pinchazos, media estocada baja y perpendicular, un descabello _segundo aviso_ y se echa el toro (silencio).
Ignacio Olmos: estocada perdiendo la muleta (saludos); estocada, tres descabellos _aviso_ y cinco descabellos m¨¢s (silencio).
Plaza de toros de Las Ventas. Primera novillada nocturna del mes de julio. Alrededor de un cuarto de entrada (6.984 espectadores, seg¨²n la empresa).
Uno, Rafael Gonz¨¢lez, cort¨® una oreja y, de no haber fallado con la espada en su segundo, probablemente habr¨ªa abierto la puerta grande. Todo, pese a no pegar ni un pase. Enti¨¦ndase que pases s¨ª peg¨®, muchos, pero todos carecieron del debido temple, ajuste y belleza. Como la mayor¨ªa de los novilleros y matadores actuales, Gonz¨¢lez es un obrero del toreo. Tiene oficio, s¨ª, pero todo lo hace de forma rutinaria y mec¨¢nica, sin la m¨¢s m¨ªnima naturalidad ni gracia.
De rodillas comenz¨® la faena a su primero, un manso que se movi¨® mucho en los primeros tercios, pero que fue a menos en el ¨²ltimo. Despu¨¦s llegar¨ªan las sucesivas series de vulgares muletazos, aderezadas, como no, con los infalibles y efectivos cambiados por la espalda. Eso, las manoletinas finales y un bajonazo pusieron en su mano la oreja. Ante el muy noble pero descastado quinto, y pese al arrim¨®n a toro parado que se peg¨®, el fallo en la suerte suprema impidi¨® que se marchara en volandas.
Ese quinto, al igual que cuarto y sexto, llev¨® el hierro de Couto de Fornilhos. Un improvisado desaf¨ªo ganadero que qued¨® en tablas porque los de la divisa portuguesa no mejoraron el comportamiento de los pupilos de El Juli. Tambi¨¦n nobles y mansos, en sus entra?as no hab¨ªa un ¨¢pice de casta.
Escaso material para las muchas ilusiones que seguro tendr¨ªan Tibo Garc¨ªa e Ignacio Olmos, que completaban la terna. Pese al buen concepto de ambos, su frialdad y escaso rodaje, unido al pobre juego de sus oponentes, no despert¨® m¨¢s que desidia y aburrimiento en los tendidos. Olmos al menos demostr¨® ser un buen estoqueador, y Garc¨ªa se libr¨® de milagro de la cornada tras ser cogido por el que abri¨® plaza, bronco, pero de fondo encastado.
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