El uranio pop crea mutantes

Los mandamientos del punk eran muy sencillos: ser provocador, rechazar las herencias y ser independientes. Y Aviador Dro los aplic¨® a rajatabla. Provocaban incluso a su propio p¨²blico, que les insultaba cuando cantaban Nuclear s¨ª. Porque nada es m¨¢s punk que re¨ªrse de los jipis y nada m¨¢s jipi en el Madrid de la Transici¨®n que el ecologismo. Disfrutaban tambi¨¦n abominando del pasado. En su Manifiesto de la revoluci¨®n din¨¢mica afirmaban que nada de lo que ocurri¨® antes de los Sex Pistols les interesaba, y en los panfletos que distribu¨ªan propugnaban borrar el pasado y empezar de cero. Todo era de boquilla, claro. Su defensa de la energ¨ªa at¨®mica parec¨ªa sacada de un c¨®mic de la Marvel. Recuerden que Spider-Man consigue sus superpoderes cuando le pica una ara?a radiactiva. Ese era su sue?o: mutar en algo m¨¢s perfecto que los despreciables y d¨¦biles Homo sapiens. Y por supuesto que beb¨ªan del pasado, de las ideas del anarquista Bakunin y del esp¨ªritu transgresor de las vanguardias del siglo XX. Sobre todo, del futurismo, ya desde el nombre, sacado de L¡¯aviatore Dro, ¨®pera futurista compuesta entre 1913 y 1920 por Francesco Balilla Pratella.

El crecimiento desmedido de su discogr¨¢fica, que edit¨® muchos ¨¦xitos de la ¨¦poca, provoc¨® un cisma

Imaginen la situaci¨®n: 1979, en un instituto del barrio madrile?o de Prosperidad, a unos adolescentes, compa?eros de instituto aficionados a la ciencia-ficci¨®n, los juegos de mesa y atravesados por ese rayo purificador que fue el punk, les convencen para ayudar en la ocupaci¨®n de un edificio abandonado. En el rebautizado Ateneo Libertario de Prosperidad nace Aviador Dro y sus Obreros Especializados ensayando al lado de Kaka de Luxe, Zombies o Radio Futura.

Inventaron el t¨¦rmino ¡°tecnopop¡± y fundaron la rama electr¨®nica de la escena de los ochenta

Es quiz¨¢s el ¨²nico grupo que sigue en activo de la primera hornada de lo que entonces se llamaba Nueva Ola Madrile?a y hoy se conoce como la movida. En 2019 cumplen 40 a?os, algo que han celebrado con una serie de conciertos y un libro coral: Aviador Dro. Anarqu¨ªa cient¨ªfica (Editorial La Felguera), coordinado por la veterana periodista Patricia Godes.

Crearon un universo propio que une la utop¨ªa cient¨ªfica con el colectivismo de ciencia-ficci¨®n

Aviador Dro fundaron la rama electr¨®nica de aquella escena. Inventores del t¨¦rmino ¡°tecnopop¡±, eran seguidores de Kraftwerk, The Residents y Devo, de quienes tomaron toda su est¨¦tica ¡ªmonos obreros, cascos de obra, movimientos rob¨®ticos¡ª y la idea de hacer pop con sintetizadores. Crean un universo propio que une la utop¨ªa cient¨ªfica con el colectivismo de ciencia-ficci¨®n. Un mundo formado por comunas federadas altamente tecnol¨®gicas en el que no hay m¨¢s Dios que la ciencia. Lo llaman anarcofuturismo y proclaman que su objetivo es implantarlo por medio de lo que denominan la revoluci¨®n din¨¢mica. Sue?an con un futuro lleno de c¨ªborgs y mutantes. Un planeta igualitario, fr¨ªo y eficaz. La distop¨ªa de la distop¨ªa. Como Un mundo feliz, de Huxley, creado a partir de las cenizas de la Espa?a de los ochenta. Y lo proclaman en sus canciones, en sus puestas en escena, en sus panfletos, con esa convicci¨®n que solo se tiene con 18 a?os.

Vistos hoy, sus discos (11 en total) resultan irregulares, pero dentro brillan grandes canciones. Aunque la gran obra de Aviador Dro no es un disco, sino una empresa. Cumplieron el tercer y m¨¢s importante mandamiento punk, ¡°Hazlo t¨² mismo¡±, y fundaron DRO, Discos Radiactivos Organizados, que en el libro se describe de forma breve y certera como ¡°un peque?o imperio artesanal¡±. Creado para distribuir sus propias grabaciones, pas¨® en pocos a?os de ser una estructura m¨ªnima llevada por los miembros del grupo a tener 60 empleados y una facturaci¨®n anual equivalente a 10 millones de euros actuales. Fue la gran discogr¨¢fica de la movida y editaron muchos de los ¨¦xitos de los ochenta: Los Nikis, Loquillo, Gabinete Caligari o Siniestro Total. Ese crecimiento desmedido provoca tensiones. En un rinc¨®n, Servando Carballar, alias Biovac N, l¨ªder, ide¨®logo y el ¨²nico de los 18 componentes que han pasado por el grupo que ha estado en todas las formaciones, y su pareja, Marta Cervera, alias Arco¨ªris. En el contrario, el resto, entonces ya m¨¢s socios que amigos. En 1988 se produce el cisma. Carballar y Cervera abandonan el sello. Tienen 26 a?os y una jugosa cantidad de dinero fruto de la venta de su parte en la empresa. Fundan la discogr¨¢fica La F¨¢brica Magn¨¦tica y una tienda de c¨®mics y juegos de rol. Cinco a?os despu¨¦s, el sello cierra, en parte v¨ªctima de la guerra a muerte que Carballar sostiene con DRO y en parte porque la movida agoniza y el reci¨¦n nacido indie es ruinoso. Sin embargo, la tienda de c¨®mics se convertir¨ªa en la cadena Generaci¨®n X, que actualmente tiene 20 sucursales.

El cisma es tambi¨¦n el final del grupo original y de su ¨¦poca m¨¢s trascendente. El siguiente disco, Trance, se publica tres a?os despu¨¦s bajo el alias Aviador Dro 4000. Recuperaron m¨¢s tarde su nombre, con el que durante 30 a?os han editado otros cinco largos, el ¨²ltimo en 2012, que han salido de distintos sellos. Peque?os, medianos y ambiciosos como Mecanisburgo, proyecto multimedia editado en 2001. Se han metido en bandas paralelas como Supergrupo, a medias con L-Kan. Y no han parado nunca de tocar en directo gracias a una fiel base de fans, intergeneracional y hasta internacional.

El libro, m¨¢s punk que cient¨ªfico, desarrolla esto en casi 600 p¨¢ginas divididas en cap¨ªtulos hist¨®ricos o tem¨¢ticos. Un exhaustivo batiburrillo que incluye ensayos y entrevistas de periodistas, miembros del grupo o de su c¨ªrculo cercano. Hay c¨®mics, fotos o reproducciones de sus fanzines y sus manifiestos. En realidad una loa a ese mismo esp¨ªritu de resistencia que ellos proclamaban desde su primer manifiesto: ¡°El mutante se adapta al futuro para sobrevivir y sobrevive para divertirse y progresar¡±.

¡®Aviador Dro. Anarqu¨ªa cient¨ªfica. La fascinante revoluci¨®n tecno del Aviador Dro¡¯. Editorial La Felguera, 2019. 560 p¨¢ginas. 24,90 euros.