Todo en una noche
Funciona a la perfecci¨®n como comedia enloquecida, capaz de integrar una escena de animaci¨®n dentro del metraje
¡°Definitivamente no, no, John Hughes no dirige mi vida¡±, reflexionaba Olive (Emma Stone) en un momento de Rumores y mentiras (2010), la incisiva comedia de instituto de Will Gluck que transgred¨ªa varias convenciones del g¨¦nero colocando el foco en la demonizaci¨®n social de la sexualidad femenina. No hay nada m¨¢s eficaz que un progresivo ¨Cy colectivo- cambio de sensibilidad para darse cuenta, por fin, de algo que resultaba obvio desde el principio: la mirada de un g¨¦nero cinematogr¨¢fico que, supuestamente, daba su voz a los perdedores ¨Clos desclasados, nunca los capitanes del equipo de rugby- no era m¨¢s que la modulaci¨®n nerd de un hegem¨®nico discurso de poder que dejaba fuera de cuadro muchas otras voces, al tiempo que perpetuaba arquetipos claramente cuestionables. Con S¨²per empollonas, debut en la direcci¨®n de la actriz Olivia Wilde, est¨¢ claro que la masturbaci¨®n masculina no est¨¢ al mando de esta comedia de instituto que cuestiona lugares comunes a varias bandas.
S?PER EMPOLLONAS
Direcci¨®n: Olivia Wilde.
Int¨¦rpretes: Beanie Feldstein, Kaitlyn Dever, Jessica Williams, Jason Sudeikis.
G¨¦nero: comedia.
Estados Unidos, 2019
Duraci¨®n: 102 minutos.
La presencia de Beanie Feldstein, con su desbordante carisma y esa avasalladora vis c¨®mica que podr¨ªa recordar a un joven Jonah Hill, invita a pensar en S¨²per empollonas como en una emanaci¨®n dislocada de Lady Bird (2017) de Greta Gerwig, pel¨ªcula donde la actriz daba vida a la mejor amiga de la protagonista. La amistad femenina tambi¨¦n est¨¢ en el centro de la pel¨ªcula de Wilde: dos inadaptadas por pura obcecaci¨®n con la excelencia acad¨¦mica deciden vivir su primera noche de juerga la v¨ªspera de su graduaci¨®n. La otra mitad del t¨¢ndem es Amy (Kaitlyn Dever), una chica recientemente desarmarizada que bebe los vientos por una sofisticada y andr¨®gina compa?era de clase.
S¨²per empollonas funciona a la perfecci¨®n como comedia enloquecida, capaz de integrar una escena de animaci¨®n dentro del metraje que no s¨®lo no chirr¨ªa, sino que despliega una est¨¦tica no exenta de carga ideol¨®gica en su cuestionamiento (lis¨¦rgico) de patrones f¨ªsicos. No obstante, lo interesante es comprobar c¨®mo esta pel¨ªcula protagonizada por dos chicas listas que hab¨ªan subestimado s sus compa?eros no s¨®lo pulveriza festivamente el arquetipo de la empollona, sino que tambi¨¦n descubre detr¨¢s de cada personaje secundario un discurso distinto al que la mirada prejuiciosa de las hero¨ªnas les hab¨ªa adjudicado autom¨¢ticamente. En este sentido, la figura del chico rico que quiere comprar el afecto de sus compa?eros aporta un encomiable ejemplo de desarrollo de personaje en direcci¨®n contraria al clich¨¦. Una pel¨ªcula que sabe divertir (y divertirse) cuestionando.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.