El novillero Tom¨¢s Rufo ilusiona y roza la puerta grande en Madrid

En medio de una gran ovaci¨®n y tras conocer que hab¨ªa sido proclamado, por unanimidad, ganador del certamen de novilladas nocturnas de Las Ventas, Tom¨¢s Rufo cruz¨® sonriente el inmenso ruedo de la plaza de Madrid camino de la furgoneta que lo llevar¨ªa de vuelta hasta el hotel.

Se fue a pie, pero por poco. Si el presidente llega a atender la petici¨®n de buena parte del p¨²blico, se habr¨ªa marchado a hombros por la puerta grande. Quiz¨¢s un premio excesivo para una actuaci¨®n tan ilusionante como incompleta.

Dos semanas despu¨¦s de su presentaci¨®n, en la que ya dej¨® un buen sabor de boca, el joven natural de Talavera de la Reina (Toledo) volvi¨® a reivindicarse como revelaci¨®n de la noviller¨ªa y cort¨® una oreja, que por poco no son tres.

Con unos tendidos llenos de partidarios que lo apoyaron de forma incondicional desde el primer momento, Rufo demostr¨® que, al contrario que la mayor¨ªa, no es uno m¨¢s. Tiene valor, personalidad y posee un buen concepto del toreo.

Aunque le queda mucho que pulir -algo m¨¢s que comprensible teniendo en cuenta que debut¨® con picadores la pasada temporada- y pese a que el camino, seguro, ser¨¢ largo y nada f¨¢cil, tiene condiciones para funcionar.

El trofeo que logr¨®, merecido, lo obtuvo del cuarto, un serio novillo de El Cortijillo que desarroll¨® nobleza y calidad en el ¨²ltimo tercio. Aunque falt¨® ligaz¨®n, Rufo intent¨® colocarse en el sitio, se cruz¨® cuando fue necesario y dej¨® muletazos hondos y largos en los que corri¨® la mano con temple.

A veces m¨¢s vertical y desmayado y otras con el comp¨¢s m¨¢s abierto, jug¨® con la cintura rematando siempre los redondos y naturales. Algunos pases de pecho, a pies juntos, lentos y abrochados en la hombrera contraria, tambi¨¦n tuvieron sabor. Como el ep¨ªlogo de la faena. ?Manoletinas?, ?bernadinas? No, ayudados por alto. Bendito sea Dios.

Antes, tras su primer trasteo, y despu¨¦s, al finalizar el ¨²ltimo, los pa?uelos tambi¨¦n afloraron en los tendidos, esta vez de forma insuficiente. Con despaciosidad y quiz¨¢s excesiva pulcritud trat¨® al segundo, muy tardo, pero de gran transmisi¨®n en su embestida. Falt¨® atacar y no dejarle parar.

Y a menos fue la labor que firm¨® ante el sexto, muy manso en varas y banderillas, pero de gran movilidad en la muleta. En esta ocasi¨®n, y aunque de nuevo dej¨® detalles de calidad, sobraron enganchones.

Muy diferente fue la actuaci¨®n de Rafael Gonz¨¢lez en su en¨¦simo pase¨ªllo en Las Ventas en menos de dos a?os. Acelerado y vulgar, anduvo siempre mal colocado y abus¨® de las cercan¨ªas en sendos arrimones populistas que ahogaron el viaje de sus oponentes. Dos de los tres que estoque¨® dieron para mucho m¨¢s.