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?Qu¨¦ hubiera sido de nuestra vida sin el abecedario?
Ha llegado el mejor amigo de Elisardo Bastiaga al pueblo. De alguna manera todos los pueblos de verano, tambi¨¦n ¨¦ste, est¨¢n llenos de los mejores amigos, a veces por unos 15 d¨ªas. Cuando ¨¦ramos ni?os aquellas amistades duraban f¨ªsicamente un par de semanas o un mes, y luego se separaban solo el resto del a?o, siendo ¡°solo¡± la palabra fundamental. Era bello y tr¨¢gico como solo lo puede ser un verano, pues se ralentizaba el amor y los d¨ªas parec¨ªan eternos, pero los ¨²ltimos d¨ªas y la despedida se aceleraban como si alguien estuviese quemando una pel¨ªcula. El mejor amigo de Bastiaga, en fin, se llama Ram¨®n Bea, un apellido muy propio de esta zona de la r¨ªa, si bien ¨¦l es de Porto do Son.
A la comida de festejo se une Marta La Fiesss, que nos ha dejado en estas cr¨®nicas las mejores frases de amor que he escuchado nunca, y tambi¨¦n las m¨¢s improbables. Pero de lo que sabe La Fiesss es de pol¨ªtica, y mientras esperamos a Ram¨®n Bea comenta con desparpajo el ascenso de Isabel D¨ªaz Ayuso a la Comunidad de Madrid, que dice Bastiaga, y dice bien, qu¨¦ importa en Galicia la comunidad madrile?a, si bien explica La Fiesss que algo como D¨ªaz Ayuso impacta en los dem¨¢s, lo cual a Bastiaga no sabe si le parece bien o mal.
Durante la comida reparo en algo que dije en el preg¨®n que di en Pontevedra el s¨¢bado, cuando cit¨¦ al primer amigo que tuve en la ciudad, y que ser¨¢ el ¨²ltimo que tenga en vida: Anxo Iglesias Zald¨ªbar.
¡ª?Te das cuenta, Bastiaga, de que ese amigo tuyo se llama Ram¨®n Bea? ?Qu¨¦ hubiera sido de nuestra vida sin el abecedario?
Mi amigo, y el de Bastiaga, se sentaron con nosotros en el pupitre del colegio durante ocho a?os seguidos. Otra de mis mejores amigas, Patxu Jorge, se sent¨® conmigo en el instituto (el primer d¨ªa le dol¨ªan las piernas y se puso de rodillas en la silla, con tan mala suerte que entr¨® una profesora enana que pens¨® que le estaba vacilando y la ech¨® de clase) y ya nunca m¨¢s. El abecedario. El orden de las letras que se convierte de golpe en el orden sentimental de la vida. Que s¨ª, que hay otros amigos y no tienen ni apellido o lo tienen alejado, ?pero cu¨¢nto ha influido en que a los apellidos T, V, Y o Z les tocase el fondo del aula y sean m¨¢s bullangueros?
Bastiaga, emocionado por este triste descubrimiento (en la primera fila todos estaban m¨¢s controlado, as¨ª funcionaba el microcosmos en las aulas de muchos colegios), se abraz¨® a su amigo Bea y exigi¨® hacerse una foto con ¨¦l delante de un ¨¢rbol frondoso para Instagram. Brindamos por el abecedario mientras pens¨¢bamos en silencio, pero nadie quer¨ªa decirlo, que ese orden aleatorio fue el que llev¨® a Albert Rivera a la presidencia de Ciudadanos; en ese momento, exhaustos por el tour de force de la vida, nos dio pr¨¢cticamente igual.
Babelia
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