Te quiero y me voy
Camila Cabello es de Ciudadanos
El ¨²ltimo d¨ªa de sus vacaciones (?vacaciones de qu¨¦?), Elisardo Bastiaga llen¨® su maletero y se fue a un bar a seguir la sesi¨®n extraordinaria del Congreso en el Canal 24 Horas. Lo hizo como quien va al f¨²tbol, pegando voces no se sabe a qui¨¦n, exaltado como un animal sudoroso porque el tiempo corre y seguimos sin Gobierno, y a Bastiaga le duele tanto la ausencia de ¡°Ejecutivo¡±, como lo llama, como de su follower 100, n¨²mero imposible por m¨¢s que ahora est¨¦ llenando su Instagram de nubes en lo que me parece un alarde est¨²pido: ?quien no acierta a fotografiar el cielo?
All¨ª, en el bar Medusa, famoso porque fue donde Espa?a le gan¨® a Malta 12-1 en Sanxenxo (estaba todo el pueblo dentro: yo ten¨ªa 4 a?os y me salieron canas, gafas y admiraba a Michael Landon), Bastiaga observ¨® a una hincha de Ciudadanos que gritaba en cada intervenci¨®n de Arrimadas ¡°vamos, ciudadana¡±. Los dos se enfrascaron en una discusi¨®n sobreentendida, esto es, sin dirigirse el uno al otro pero exclamando en alto cosas contrarias, como los matrimonios veteranos. Pronto el bar se anim¨® como en un derbi y acabaron celebrando zascas como goles. Todo esto me lo contaba Bastiaga haciendo Facetime desde su asiento de copiloto mientras ten¨ªa a su padre anciano conduciendo, que vale que hubiese llevado hace 60 a?os un cohete al espacio pero no estaba ya para un Alfa Romeo.
No sabe Bastiaga c¨®mo ocurri¨® pero ¨¦l y Camila, la chica de Ciudadanos, se empezaron a gustar. Bastiaga nunca supo cu¨¢l era su ideolog¨ªa y ella votaba a Albert Rivera: formaban la pareja perfecta. Compraron pistolas de agua, que ya me dir¨¢s t¨², y se dispararon agachados detr¨¢s de los contenedores como dos subvencionados; quisieron ir al cine de Sanxenxo, que estrenaba este verano El pr¨ªncipe de Zamunda. Se fueron a tomar unas olivas y una cerveza sin, hablaron durante 40 minutos eternos, ¡°los mejores de mi vida¡±, y al rato se estaban besando en un portal mientras el padre de Bastiaga le daba al cl¨¢xon con el coche aparcado en doble fila.
Fue el amor de verano m¨¢s breve del mundo y una chorrada ¨¦pica, pero quiz¨¢ ese absurdo fue lo que uni¨® sus almas m¨¢s de lo que hubiera unido un mes por delante, con sus tensas treguas. Pero fue bonito, seg¨²n ¨¦l; tan pillado se qued¨® que no pregunt¨® detalles de ella, ni c¨®mo era su nombre en cuentas sociales ni de qu¨¦ equipo de f¨²tbol sala era, ¨¦l que fue tantos a?os del Redislogar Cotransa. As¨ª que cuando hablaba conmigo con las l¨¢grimas asomando de la emoci¨®n en esa cara de fontanero de pactos, repar¨® en que a veces la gente usa su propio nombre en Instagram, as¨ª que busc¨® el de ella y vio que Camila Cabello, su novia, ten¨ªa casi 39 millones de followers, era una cantante famosa con un primo tercero en Portonovo y calcul¨®, Bastiaga, cu¨¢ntos followers le hubieran supuesto un stories de ella. ¡°Camila Cabello¡±, le dije, porque soy bastante m¨¢s moderno que ¨¦l. ¡°Amiga de Marta La Fiesss¡±, dijo, ¡°pero te dejo que me est¨¢ llamando Simancas¡±. Aplaz¨® as¨ª un d¨ªa la gran tragedia entre nosotros.
Babelia
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