El club de Ricardo
Miguel del Arco dirige a Israel Elejalde en 'Ricardo III', de Shakespeare, a partir del 10 de octubre en el Pav¨®n
"Ahora que nadie nos oye¡±, r¨ªe Miguel del Arco, ¡°yo creo que Ricardo III tiene pasajes que rozan el desastre, pero su protagonista es aut¨¦nticamente deslumbrante, tanto que justificas el ardor con que Antonio Rojano y yo nos hemos lanzado sobre la versi¨®n, tan libre que as¨ª lo hemos hecho constar. Sin embargo, para entrar juntos en Shakespeare, Nuria Espert me propuso en su d¨ªa La violaci¨®n de Lucrecia, como si me desafiara dici¨¦ndome: ¡®Querido, ?por qu¨¦ montarlo m¨¢s f¨¢cil si podemos hacerlo m¨¢s dif¨ªcil?¡¯. Mucha gente me pregunta si lo que me atrae en Ricardo III es la comedia negra ¡ªsigue¡ª y en gran medida es verdad, pero tambi¨¦n enlaza con la incapacidad actual de ponernos de acuerdo en lo que tenemos a nuestro favor¡±. Es significativo que la funci¨®n empiece en paz, ¡°bajo este sol de York¡±.
El taimado rey Ricardo es un personaje ¡°tan potente que opaca todo lo que hay a su alrededor¡±, considera Del Arco: ¡°Cuesta encontrarle un familiar decente, aunque sea metaf¨®ricamente: todos se le arriman a cambio del sill¨®n¡±. Israel Elejalde, que encarnar¨¢ al protagonista a partir del 10 de octubre en el Pav¨®n, le define certeramente como ¡°un prodigio echado a perder¡±. Lo interesante, para Elejalde y Del Arco, es ¡°establecer cu¨¢nto de Ricardo y de los dem¨¢s hay en nosotros: eso mismo es lo que nos planteamos, por ejemplo, en el montaje de Jaur¨ªa¡±. Desde los primeros ensayos, Del Arco me dec¨ªa: ¡°Ricardo III te gana porque es un hijo de puta rebosante de humor negr¨ªsimo. Los villanos nos atraen como los accidentes: siempre queremos mirar. Ricardo no tiene ni idea de qu¨¦ hacer con el poder: quiere el poder a secas. Y con las ideas geniales de Shakespeare: hacer re¨ªr al p¨²blico con sus propias ideas terribles y que adem¨¢s nos las comenten¡±. La compa?¨ªa cuenta con siete int¨¦rpretes: a excepci¨®n de Israel Elejalde, el resto se multiplica: ?lvaro B¨¢guena, ?scar de la Fuente, Alejandro Jato, Ver¨®nica Ronda, Jos¨¦ Luis Torrijo y Manuela Velasco.
Cuando Del Arco acabe con el montaje shakespeariano, le sigue (el 10 de diciembre) La se?ora y la criada, un Calder¨®n muy poco conocido (¡°y burbujeante: me sac¨® tres carcajadas en la primera lectura¡±) que dirige para la Joven Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico, por encargo de Helena Pimenta en su ¨²ltima temporada. ¡°Sucede en Italia¡±, se?ala su director, ¡°y voy a localizarla en los a?os cincuenta, con m¨²sica de la ¨¦poca, pero sobre todo me hizo pensar en Goldoni: trabajamos con banda sonora de la canci¨®n ligera a lo Festival de San Remo, en versi¨®n de Julio Escalada¡±. Habla tambi¨¦n de una serie de la que ya ha entregado el piloto, coescrito con Carlos Mart¨ªn: su protagonista es un transexual fascinante del siglo XVI. Y Del Arco acaba con esta frase un tanto enigm¨¢tica: ¡°Hay ma?anas en las que me levanto y me siento capaz de llegar a todo en el teatro, y por la tarde pienso que deber¨ªa poner una charcuter¨ªa¡±.
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