Aprend¨ª espa?ol con ¡®Pasapalabra¡¯, como tantos inmigrantes
Ese programa que ten¨ªa a media Espa?a enganchada pod¨ªa ayudarme a entender su idioma. Al final, me ense?¨® mucho de cultura local, europea y social
Era entre finales de 2007 y principios del 2008. Acaba de llegar desde mi Brasil natal a Espa?a, becada para un M¨¢ster en la Universidad de Navarra; tambi¨¦n acababa de darme cuenta de que los cursos de castellano que estudi¨¦ en Brasil me serv¨ªan nada m¨¢s que para saludar a la gente y leer art¨ªculos b¨¢sicos. De hecho llevaba ya seis meses viviendo en este pa¨ªs cuando me enter¨¦ que "hasta" no es lo que se dice para despedirse de la gente. "Hasta" no es nada. Yo lo descubr¨ª tras unos 180 d¨ªas dici¨¦ndole "hasta" a todo el que me dec¨ªa adi¨®s. Una compa?era del m¨¢ster un d¨ªa un d¨ªa me pregunt¨®: "?por qu¨¦ le dices 'hasta' a la gente?". Ah¨ª supe que ten¨ªa que a?adir un "ahora" o "pronto" para que el "hasta" tuviera sentido.
¡ª?Y t¨² por qu¨¦ nunca me lo dijiste?, le pregunt¨¦.
¡ªPorque sonaba gracioso, me dijo.
Me di cuenta de que me quedaba mucho castellano por aprender. Y de que sonar graciosa podr¨ªa ser una alternativa para despistar a la gente de mi lamentable nivel idiom¨¢tico.
Los j¨®venes lectores de este texto igual no se enteran, pero en aquellos lejanos tiempos no ten¨ªamos Netflix. Incluso quiz¨¢s a¨²n alquil¨¢bamos pel¨ªculas en una cosa llamada videoclubs. As¨ª que, aparte de las clases, de los trabajos y de despedirme diciendo "hasta" del panadero del barrio, lo que nos quedaba, adem¨¢s de los bares y de los libros (Facebook estaba llegando a Espa?a y Twitter era un invento), era la tele. Ese aparato hoy viejuno y aburrido.
Una tarde descubr¨ª Pasapalabra con Javi, el casero majete que se hab¨ªa separado de su esposa y ten¨ªa un piso muy grande en donde alquilaba habitaciones para estudiantes simp¨¢ticos o gente graciosa de la UNAV.
"Con la T: medio de transporte t¨ªpico del norte europeo y utilizado por los pueblos de la nieve".
¡ªTREN?!, dije yo en portugu¨¦s.
¡ª?TRINEO!, dijo Javi. Anot¨¦ mentalmente la diferencia..
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¡ª?Afundar?, dije en portugu¨¦s.
¡ª?Hundir!, dijo Javi.
Me di cuenta de que s¨ª, ese programa de televisi¨®n que ten¨ªa a media Espa?a enganchada podr¨ªa ayudarme a entender su idioma. Y no era solo eso. Me flipaba c¨®mo los participantes sab¨ªan los nombres de personajes hist¨®ricos, ten¨ªan conocimientos de cultura pop, siempre ten¨ªan artistas internacionales y mitolog¨ªa griega en la punta de la lengua.
M¨¢s que castellano, que tambi¨¦n, al final Pasapalabra me ense?¨® mucho de cultura. Local, europea y social.
Hace poco, me enter¨¦ que no fui la ¨²nica. Muchos amigos y compa?eros inmigrantes tambi¨¦n se hicieron adictos al programa que nos ense?¨® a conocer mejor el idioma de Cervantes mientras nos divert¨ªamos y que por lo visto ahora nos deja y ser¨¢ sustituido por S¨¢lvame, que tambi¨¦n ense?¨® cosas importantes de ese pa¨ªs, oiga: Bel¨¦n Esteban y Jorge Javier V¨¢zquez me presentaron otra Espa?a, con otros tonos, temas y colores, que ni siquiera me podr¨ªa imaginar cuando decid¨ª estudiar en lo que llam¨¢is "primer mundo".
Me refiero a gritos como: "Si no te gusta, te largas", "Yo a ti no te he tratado de payasa ni de no payasa, no te he tratado de nada", "Eres una mentirosa", "A m¨ª no me toques", "Hija de la grand¨ªsima....", "C¨¢llate ya". Y otras perlas.
Con la D: ¡°discusi¨®n de un punto de vista para intentar lograr un acuerdo¡±. No es debate. Ya me siento una se?ora castiza.
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