El otro planeta catal¨¢n del Planeta
La ceremonia del premio, un mundo no independentista, sirvi¨® de palco de reivindicaci¨®n institucional, con Calvo y Batet, mientras los disturbios segu¨ªan en la ciudad y Ada Colau se iba de la cena
El Planeta observaba ayer la ciudad desde las alturas, como desde otro planeta, porque el lugar de la ceremonia de su premio, el Museo Nacional de Arte de Catalu?a, es una especie de castillo en Montjuic que domina Barcelona y todo se ve peque?ito, sobre todo las manifestaciones. Normalmente se celebra en plena Diagonal, pero este a?o se ha trasladado ah¨ª. Nada que ver con la sentencia del proc¨¦s, aseguran, incluso antes de preguntarlo. La ceremonia era una c¨¢psula de normalidad, incluso fuera de lo normal: mesa para 980 invitados y ni un solo lazo amarillo. Es m¨¢s, nadie llevaba nada amarillo, ni un post-it. Toda la iluminaci¨®n de la sala de la gran c¨²pula del banquete era azulada, como de nevera. Se congelaban las pasiones, y brillaban canap¨¦s de jam¨®n ib¨¦rico del bueno. Viniendo de fuera, una ciudad donde no se sabe qu¨¦ va a pasar, se agradec¨ªa estar en un lugar previsible, donde todo el mundo sab¨ªa desde hac¨ªa horas qui¨¦n hab¨ªa ganado el premio. Era el tema que se evitaba educadamente en los corrillos, es tradici¨®n, y anoche tambi¨¦n el otro, lo que pasaba fuera, seg¨²n los corrillos. ¡°Entre escritores somos gente educada y se tiende a evitar los temas pol¨¦micos, aqu¨ª tambi¨¦n¡±, dec¨ªa la escritora Espido Freire, ganadora en 1999.
Se escuchaba mucha an¨¦cdota de lo que cost¨® llegar el d¨ªa anterior a tal sitio. La protesta roz¨® al Planeta, porque una manifestaci¨®n arrancaba en plaza de Espa?a, aunque cuatro horas antes. Pero hab¨ªa preocupaci¨®n: ¡°Estaban aqu¨ª, aqu¨ª mismo¡±, dec¨ªan dos invitados en la terraza de entrada se?alando el lugar, a un kil¨®metro. En Gran V¨ªa y el centro de la ciudad volaban tortas en enfrentamientos entre polic¨ªa y manifestantes, pero quedaba muy lejos. Solo la vicepresidenta Carmen Calvo dio sensaci¨®n de llegar del frente: ¡°La delegada de Gobierno est¨¢ bien¡±. Hab¨ªa gente que no sab¨ªa de qu¨¦ estaba hablando. ¡°Ah, s¨ª, que hoy hab¨ªa l¨ªo por all¨ª¡±, se o¨ªa decir. Pero la mayor parte de la realidad de los vecinos de Barcelona es as¨ª, no sale en las noticias. Se notaba que Calvo en el Planeta se sent¨ªa en refugio seguro.
¡°Ayer, de la rueda de prensa al hotel, que son veinte minutos, tard¨¦ tres horas. Al final llegu¨¦ andando, y con tacones bajo la lluvia. Pero bueno, paciencia¡±, contaba Carmen Posadas, la presidenta del jurado. ¡°Aqu¨ª es el tema del d¨ªa y se habla, claro, pero sobre todo est¨¢bamos preocupados por si hab¨ªa alg¨²n escrache, porque es una pena que estropearan un d¨ªa en que el libro, que tiene tan poco protagonismo, es el protagonista¡±. Armarla en el Planeta habr¨ªa requerido pr¨¢cticamente expediciones y campamento base. Y la monta?a estaba blindada por Mossos y Polic¨ªa Nacional. El glamour del premio era una pel¨ªcula invisible que dejaba el ruido fuera, en un reducto no nacionalista, y ya independentista ni hablamos, que el mundo indepe mira fatal. Tambi¨¦n a los suyos que van, si queda alguno y en cualquier caso llevan el lazo por dentro. Planeta traslad¨® su sede a Madrid hace dos a?os y toda la Generalitat dej¨® de asistir. Ayer, ¨²nico representante de ese mundo, Artur Mas, como expresidente. Estaba sentado en la mesa central, en la otra punta del sitio de Carmen Calvo. Lo m¨¢s cerca, a dos sillas de Manuel Cruz. Enfrente, ladeada, Meritxell Batet. ?nica autoridad catalana, Ada Colau, con cara de circunstancias y de pensar qu¨¦ hago yo aqu¨ª.
A las 21.20, ya con todo el mundo all¨ª, apareci¨® discretamente uno de los condenados, y en esto tampoco hac¨ªan falta quinielas para adivinar qui¨¦n: Santi Vila. Codazos entre los curiosos. Grandes abrazos c¨®mplices. ?C¨®mo est¨¢? ¡°Muy contrariado, siento una gran tristeza, mira c¨®mo est¨¢ la ciudad, es un momento muy bestia. Esperemos solucionarlo bien y que no se lastime nadie. Pod¨ªamos ser la capital del libro y en cambio¡ Este es un acto que hay que apoyar. La alegr¨ªa que se ve cuando todo va bien hoy no la ves¡±. Pero bueno, dentro corr¨ªa alegremente el cava Naveran Brut Vintage.
Hab¨ªa invitados y famosos que hac¨ªan cola para el estrado de las fotos, mientras otros mucho m¨¢s importantes, se?ores bien de Barcelona, lo esquivaban: ¡°Mira t¨² que hacer cola para que te hagan fotos¡±. Una ordinariez. Circulaban galletitas de parmigiano, suspiros de foie. En la suavidad ambiental, los hab¨ªa poco diplom¨¢ticos, como Leopoldo Bad¨ªa: ¡°Todo esto que ha pasado no me ha gustado nada. Dicen que esto se arregla hablando, pero no s¨¦ c¨®mo se habla. Si se habla de esto hoy me cambiar¨¦ de mesa¡±. O Lorenzo Silva, vencedor en 2012: ¡°He visto la ciudad muy tranquila, tengo una sensaci¨®n de sobreactuaci¨®n, porque la sentencia es compasiva. Yo no celebro que vayan a la c¨¢rcel, no me alegro, pero no compro los aspavientos de doncella violada de personas que estaban muy avisadas¡±.
Clara S¨¢nchez, ganadora de la edici¨®n de 2013, tiene familia en Catalu?a y son independentistas. ¡°Lo que hacemos es procurar no hablar de ello. Creo que el nacionalismo es sentimiento, no ideolog¨ªa, y a m¨ª me cuesta entenderlo, porque no lo soy. Creo que hay enfrentamientos que son in¨²tiles, gastan energ¨ªa para cosas m¨¢s importantes. S¨ª, lo siento por la persona que ha perdido el ojo¡±. Sobre el l¨ªo de all¨¢ abajo tampoco se escandaliza, piensa que est¨¢ bien protestar si no se est¨¢ de acuerdo: ¡°Nos gustar¨ªa que la realidad fuera decorosa, pero es ca¨®tica. Es una lucha de deseos, y si prima el sentido com¨²n, la tolerancia, podremos solucionarlo¡±. Santiago Posteguillo,?el triunfador del a?o pasado, no quer¨ªa opinar: ¡°Lo que pienso de todo esto es que cuando el presidente de la Generalitat, los dirigentes de los CDR, o Pedro S¨¢nchez, o Casado, o Rivera, opinen sobre el ritmo y la narrativa de un libro m¨ªo, yo opinar¨¦ sobre esto¡±.
La cena (esfera de quinoa con salm¨®n, tronco de rape, sacher de frambuesa) arranc¨® con un v¨ªdeo promocional sobre el encanto de los libros, pero era equ¨ªvoco, alguien pod¨ªa pensar que estaba hablando de pol¨ªtica: ¡°Aquel fue el d¨ªa que comenzamos a so?ar¡ Un viaje sin retorno que nunca alcanzamos a imaginar¡ Bienvenidos a la magia de las palabras¡±. Tras el postre, lleg¨® el fallo del jurado e invitaron al escenario a Carmen Calvo y Meritxell Batet, hubo murmullos en la sala, se percib¨ªa claramente que era una imagen significativa, nadie se enga?aba. Ada Colau ya no estaba, se hab¨ªa largado. Fuentes municipales atribuyeron su marcha a su intenci¨®n de seguir la situaci¨®n por los incidentes en la ciudad. La presidenta del Congreso fue de hecho quien entreg¨® el premio. Las dos se hicieron la foto con los ganadores.
Babelia
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