El fracaso espa?ol, sin complejos
La autora de ¡®Imperiofobia¡¯ olvida en ¡®Fracasolog¨ªa¡¯ que todos los imperios han tenido su sombra de descr¨¦dito interno
La propaganda es una forma de gestionar la mentira que el espa?ol nunca ha podido aprender¡±, escribe con orgullo la autora de esta Fracasolog¨ªa, que viene a ser una continuaci¨®n de la Imperiofobia que public¨® hace tres a?os. Ambos libros se refieren a la hostilidad francesa y anglosajona contra el imperio espa?ol, quiz¨¢ porque ¡ªcomo dice en el nuevo libro¡ª ¡°durante muchas d¨¦cadas todas las tribus juntas de allende los Pirineos no pudieron vencer al imperio que levantaron aquellos hijos de Roma, los espa?oles del siglo XVI¡±. Su primer ensayo intentaba desmentir la leyenda negra. La autora de Imperiofobia no a?adi¨® mucho nuevo a lo dicho por los cl¨¢sicos del tema y ahora olvida que todos los imperios han tenido su sombra de descr¨¦dito interno: resultan demasiado caros para los pobres y traen muchas bajas de sus soldados. Incluso de la soberbia Inglaterra se podr¨ªa escribir otra fracasolog¨ªa, si el feo modismo cunde¡ Y no digamos de Francia¡
Todo lo que han escrito los historiadores y los fil¨®logos acerca del siglo XVIII espa?ol le importa un bledo a Roca Barea
Pero esta Fracasolog¨ªa cree que la actitud cr¨ªtica, descalificatoria y hasta contrita con respecto a los glorias patrias es cosa privativa de Espa?a. Y un grave pecado, que es lo peor. Este libro ¡ªbastante desordenado¡ª incluye elementos e historias que estar¨ªan mejor acomodados en una continuaci¨®n declarada de Imperiofobia, pero prefiere dedicar sus p¨¢ginas a una descalificaci¨®n de los intelectuales espa?oles desde que la nueva dinast¨ªa borb¨®nica y ¡°el siglo XVIII incrusta[n] entre los espa?oles el desprecio por lo suyo y la admiraci¨®n acr¨ªtica por lo moderno¡±. Y todo sin aportar una interpretaci¨®n que proceda de una lectura atenta de los textos, en una prosa impulsiva y caprichosa, donde el estilo ofrece alguna arcaica rodomontada (como aquella de ¡°las tribus de allende los Pirineos¡± que se ha citado), aunque predomina la forma llana y jocosa, sin complejos (como se dice ahora), con alg¨²n indiscreto autoelogio y salpicada de una bibliograf¨ªa copiosa pero arbitraria y de bastantes errores. Me limitar¨¦ a dos de estos: la autora se empe?a en contradecir a menudo un libro de Ortega y Gasset ¡ªpersonaje que le fastidia particularmente¡ª, pero siempre lo cita mal: no existe La Espa?a invertebrada, sino Espa?a invertebrada. Tampoco le gusta la obra de Paul Preston, pero conviene que conste a sus lectores que la entidad que organiz¨® el coloquio al que se refiere ¡ªla Fundaci¨®n Ca?ada Blanch¡ª es la admirable y veterana creaci¨®n de un exportador de c¨ªtricos valenciano. Y nada tiene que ver con la Generalitat de Catalunya ni se fund¨® en 2009.
Pero Roca Barea no es f¨¢cil de convencer¡ Todo lo que han escrito los historiadores y los fil¨®logos acerca del siglo XVIII espa?ol le importa un bledo a quien narra una versi¨®n delirante del mot¨ªn contra Esquilache y a quien es ajena toda la renovaci¨®n de la historiograf¨ªa literaria del espa?ol Siglo de las Luces en los ¨²ltimos 60 a?os. Sospecha incluso que esa literatura no existe porque los blasones de la gloria ilustrada son solamente los ensayos divulgativos del padre Feijoo, los trabajos cavilosos de Jovellanos o las Cartas marruecas de Cadalso (en las que quiz¨¢ descubra un d¨ªa un inteligente elogio de Hern¨¢n Cort¨¦s): ¡°Tengo para m¨ª¡±, sentencia, ¡°que uno de los objetivos de los afrancesados [sic, por ilustrados] era matar al pa¨ªs de aburrimiento¡±. Tampoco durante el siglo XIX mejora la autoestima nacional¡ La autora ha rele¨ªdo el art¨ªculo de Larra En este pa¨ªs y ya le parece tener munici¨®n bastante; no vale la pena mencionar ni la dualidad pol¨ªtica de Goya, ni la importancia de Morat¨ªn, ni la apasionada fracasolog¨ªa de Gald¨®s, ni la pol¨¦mica de la ciencia espa?ola, ni haber mirado alg¨²n ar?t¨ªculo de Clar¨ªn o de Pardo Baz¨¢n, o ir m¨¢s all¨¢ de calificar el krausismo como ¡°una m¨ªstica indigesta que afortunadamente ley¨® muy poca gente¡±. Hay que llegar con rapidez a lo que denomina ¡°generaci¨®n del 98¡± para comprobar que ¡°con el 98 se instala durante d¨¦cadas la idea del Desastre¡±. Y que luego vendr¨¢ la obsesi¨®n germ¨¢nica de Ortega, otra forma de masoquismo nacional que se documenta en un absurdo excurso sobre la obra de Max Weber y su influencia entre nosotros¡
?Se?or, cu¨¢nto ha perdido el g¨¦nero de la apolog¨ªa espa?ola de talante conservador desde Forner, Capmany, Men¨¦ndez Pelayo y Maeztu hasta la fecha de esta copiosa bernardina sin complejos que ha escrito la se?ora Roca Barea!
COMPRA ONLINE 'FRACASOLOG?A'
Autor:?Mar¨ªa Elvira Roca Barea.
Editorial: Espasa (2019).
Formato: tapa blanda y versi¨®n Kindle (528 p¨¢ginas).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.