Viaje a la generaci¨®n de ¡®rock stars¡¯ del arte de los ochenta
Barcel¨®, Garc¨ªa Sevilla, Broto, Sicilia y Campano, a quien el Museo Reina Sof¨ªa le dedica una retrospectiva, han desplegado trayectorias desiguales desde aquellos a?os de protagonismo pol¨ªtico, medi¨¢tico y cultural
El 28 de octubre de 1982, el PSOE ganaba la elecciones?generales por mayor¨ªa absoluta con el 46% de los votos. El lema electoral hab¨ªa sido La hora del cambio, y el pa¨ªs se adentraba en una etapa de transformaciones radicales entre cuyos primeros objetivos se encontraba el cambio de imagen ante el mundo. Hab¨ªa que acabar con la diapositiva en blanco y negro de la Espa?a atrasada y marginal. As¨ª que nada mejor que recurrir al arte contempor¨¢neo para introducirse en los grandes espacios internacionales. Javier Solana, Ministro de Cultura entre 1982 y 1988, ten¨ªa muy claro que la entrada de Espa?a en la Comunidad Econ¨®mica Europea en 1986 era una oportunidad ¨²nica para presentar a los nuevos creadores. Para ejecutar el plan recurri¨® a la conservadora Carmen Gim¨¦nez, que ejerci¨® como responsable de la pol¨ªtica oficial de exposiciones entre 1983 y 1989 en diferentes sedes. Un a?o despu¨¦s, en 1990, abrir¨ªa sus puertas en Madrid el Museo Nacional Reina Sof¨ªa.?
Con m¨¢s o menos variantes, hubo entonces cinco artistas que, a modo de rock stars, pasearon su obra por todos los escenarios posibles. Fueron Miquel Barcel¨®, Ferran Garc¨ªa Sevilla, Jos¨¦ Manuel Broto, Jos¨¦ Mar¨ªa Sicilia y Miguel ?ngel Campano, de quien se celebra una gran retrospectiva en el Museo Reina Sof¨ªa de Madrid hasta el 20 de abril. Titulada D'apr¨¨s, la muestra presenta un centenar de sus obras realizadas desde 1972. Junto a este n¨²cleo original llegaron inmediatamente despu¨¦s otros artistas espa?oles como Juan Mu?oz, Cristina Iglesias, Susana Solano o Juan Usl¨¦, aunque las cr¨®nicas de la ¨¦poca se centran en el quinteto capitaneado por Barcel¨®.?
Carmen Gim¨¦nez trajo su experiencia como comisaria independiente y colaboradora del Comit¨¦ Conjunto Hispano-Norteamericano para la Cooperaci¨®n Cultural. La exposici¨®n que organiz¨®,? Contemporary Spanish Prints, estuvo durante dos a?os y medio en ocho museos y universidades de los Estados Unidos. All¨ª hab¨ªa obra de Bonifacio Alfonso, Frederic Amat, Rafael Canogar, Jorge Castillo, Eduardo Chillida, Gerardo Delgado, Equipo Cr¨®nica, Amadeo Gabino, Luis Gordillo, Jos¨¦ Guerrero y Josep Guinovart. A la vez, Gim¨¦nez trajo a Madrid y Barcelona Tendencias en Nueva York, con Eric Fischl, Keith Haring, Bryan Hunt, Bill Jensen, Robert Moskowitz, Susan Rothenberg, David Salle, Kenny Scharf, Julian Schnabel y Donald Sultan.?
Todos eran muy j¨®venes, la pintura era su medio de expresi¨®n y practicaban un informalismo como el que se expon¨ªa fuera
¡°La Espa?a socialista despert¨® un inter¨¦s mundial¡±, recuerda ahora Carmen Gim¨¦nez desde el Solomon R. Guggenheim de Nueva York. ¡°Fueron a?os de entusiasmo, emoci¨®n y mucho trabajo porque ten¨ªamos un presupuesto peque?¨ªsimo y todo estaba por hacer¡±. Asegura que ella no escog¨ªa a los artistas participantes en las numerosas exposiciones que se celebraban en el extranjero. ¡°La elecci¨®n la hac¨ªan los comisarios o los directores de museos donde se iba a exponer. Tuvimos mucho cuidado en eso tanto el ministro Solana como yo. Pese a ello, me consta que nos llovieron las cr¨ªticas de medios de comunicaci¨®n y de alg¨²n artista no incluido¡±.?
Todos eran muy j¨®venes (en torno a los 30 a?os), la pintura era su medio de expresi¨®n y practicaban un informalismo pr¨®ximo a lo que se pod¨ªa contemplar en las galer¨ªas de Nueva York, Londres o Par¨ªs. Nada que ver con las generaciones inmediatamente anteriores. Nunca fueron un grupo cohesionado ni compartieron principios art¨ªsticos. Pese a coincidir en Mallorca durante a?os, las relaciones personales han sido escasas, salvo en el caso de Sicilia y Campano. Todos siguieron viviendo de su trabajo y, con mayor o menor fortuna, han seguido apareciendo en diferentes exposiciones.?
Miquel Barcel¨® (Felanitx, Mallorca, 1957), ten¨ªa su propia galer¨ªa desde los 17 a?os. Con 27, en 1985, protagoniz¨® una antol¨®gica en el Palacio de Vel¨¢zquez de Madrid. El "number one", como le llama Gim¨¦nez, se ha convertido en uno de los nombres indiscutibles del panorama internacional y la obra que realiza entre Mallorca y Par¨ªs forma parte de la colecciones p¨²blicas y privadas m¨¢s relevantes.?
Ferran Garc¨ªa Sevilla (Palma de Mallorca, 1949) vive en Barcelona desde los 18 a?os. Recuerda aquellas exposiciones conjuntas con la sensaci¨®n de haber participado en un enga?o montado para arropar una pol¨ªtica exterior con la que no comulgaba. Pese a ello, siente un gran reconocimiento por Carmen Gim¨¦nez. Artista de actitud radical, hace ocho a?os decidi¨® dejar de pintar y destruir gran parte de sus cuadros. ¡°Cog¨ª una sierra mec¨¢nica y empec¨¦ a abrir embalajes en los que guardaba pinturas de los ochenta y las fui desmigando una tras otra. Me cepill¨¦ 102 y podr¨ªa haber seguido. Baj¨¦ los restos a un contenedor y me qued¨¦ tan a gusto. Ning¨²n remordimiento".??
Pese a lo dicho entonces, Garc¨ªa Sevilla ha vuelto a pintar y a intervenir en su obra. Su ¨²ltima acci¨®n ha sido sobre la serie Dioses que se expone en la colecci¨®n permanente del Macba de Barcelona. Entregado a la causa independentista, el 24 de octubre pasado entr¨® en el museo y peg¨® e insert¨® notas contra la sentencia del proc¨¦s y en defensa de la rep¨²blica catalana. El resultado es un v¨ªdeo?para difundir a trav¨¦s de las redes sociales. El artista confiesa que no mantiene gran relaci¨®n con sus compa?eros de los ochenta, aunque reconoce que puede haber sobrevivido un hilo invisible entre ellos. Con Jos¨¦ Manuel Broto (Zaragoza, 1949) habl¨® el pasado a?o para saber c¨®mo se encontraba despu¨¦s de las inundaciones de Sant Lloren?, el pueblo mallorqu¨ªn situado al este de la isla en el que vive y sigue pintando el artista zaragozano desde hace tres d¨¦cadas.?
Ferran Garc¨ªa Sevilla entr¨® en el MACBA y peg¨® e insert¨® notas contra la sentencia del proc¨¦s
Jos¨¦ Mar¨ªa Sicilia (Madrid, 1954) es, despu¨¦s de Barcel¨®, el artista que m¨¢s reconocimiento nacional e internacional ha tenido dentro del quinteto. Premio Nacional de Artes Pl¨¢sticas, ha vivido entre Par¨ªs, Soller (Mallorca) y Madrid. En 2017 puso en marcha la Fundaci¨®n El Instante, desde la que promueve proyectos y acciones con una vertiente social, cient¨ªfica y cultural. A Sicilia no le interesan nada las exposiciones institucionales que protagoniz¨® en aquellos inicios, porque es algo que se le deshace en la memoria. Prefiere dialogar por escrito con Miguel ?ngel Campano, su colega y amigo, con quien realiz¨® su ¨²ltima obra para la Fundaci¨®n: ¡°El pasado pasa mal la mayor¨ªa de las veces. A veces ni siquiera pasa. Miguel ?ngel, ?pero t¨² y yo qu¨¦ somos? Nada. Un cuento, una patra?a¡±.?
?Cual fue la aportaci¨®n al arte de todos ellos? ?Fue solo una burbuja hinchada por los intereses pol¨ªticos del momento? El cr¨ªtico e historiador Fernando Huici lo pone en duda. ¡°No son una burbuja. Es un grupo de artistas que conectan con lo que se hace en el exterior. Cuando a Barcel¨® le escogen para la Documenta de Kassel en 1982, no se le elige desde el Gobierno espa?ol. Lo decide Rudi Fuchs, uno de los referentes m¨¢s importantes de aquellos a?os en el arte contempor¨¢neo.?Opino que todos ellos, con diferencias, son due?os de una obra que ha sobrevivido muy bien. Y lo m¨¢s importante es que en esa d¨¦cada el arte espa?ol vivi¨® una promoci¨®n como nunca antes ni despu¨¦s ha habido. Llegaron los 90 y esa promoci¨®n termin¨®¡±.
Borja-Villel: ¡°No es un per¨ªodo marginal en el Reina Sof¨ªa¡±
Manuel Borja-Villel, director del Reina Sof¨ªa desde 2008, es el centro de las cr¨ªticas de los pintores de los ochenta por el escaso protagonismo que tienen en la colecci¨®n permanente y en las exposiciones temporales. La muestra que ahora se le dedica a Miguel ?ngel Campano (Madrid, 1948-2018) con un centenar de obras, es vista como una excepci¨®n.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.