La b¨²squeda de la belleza, seg¨²n Rudolf Gerstenmaier
El coleccionista alem¨¢n exhibe en el museo Cerralbo una selecci¨®n de su escultura y artes decorativas
Hans?Rudolf Gerstenmaier (Hamburgo, 84 a?os), el coleccionista que decidi¨® hacerse espa?ol desde su llegada a Madrid en 1962, ha mostrado parte de su colecci¨®n de pintura, unas 115 obras, en numerosas ocasiones. Pero la colecci¨®n que atesora en sus domicilios de Madrid y El Boalo, abarca tambi¨¦n decenas de esculturas y de singulares piezas de artes decorativas que apenas han podido ser vistas por los aficionados al arte. Piezas escogidas de esta parte menos conocida de su colecci¨®n, conforman la exposici¨®n La b¨²squeda de la belleza que hasta el 19 de enero se puede ver en el Museo Cerralbo de Madrid. El jueves por la noche, durante la inauguraci¨®n de la muestra,?Gerstenmaier aseguraba sentirse feliz por poder difundir esta parte de su colecci¨®n. ¡°Yo no quiero tener las cosas escondidas, no soy de esos coleccionistas que prefieren acumular en secreto. Esta colecci¨®n es la ilusi¨®n de mi vida y quiero que se conozca¡±.
Las historiadoras Carolina Naya y Elisa Ramiro, autoras del cat¨¢logo de artes decorativas de la colecci¨®n?Gerstenmaier han ejercido de comisar¨ªas de la exposici¨®n en colaboraci¨®n con los especialistas del museo Cerralbo. La pintura no es el objeto de la muestra, pero son varios los lienzos que dan pie al discurso expositivo. El ¨®leo La playa de Almer¨ªa de noche (1882) de Dar¨ªo Regoyos es la pieza escogida para iniciar el recorrido por una exposici¨®n en la que no hay orden cronol¨®gico sino saltos que tienen a la belleza como hilo conductor a trav¨¦s de esculturas, cer¨¢mica, sillas, ba¨²les, objetos religiosos o joyas.
Dos bodegones florales de Gabriel de la Corte, que han llegado directamente de la exposici¨®n Balenciaga en el museo Thyssen cuelgan rodeados de media docena de platos realizados en Manises, Muel, Catalu?a y Sevilla. Un colorido lienzo de Francisco Pradilla, Tarjetero de mi estudio (1916) tiene como vecinos varios escritorios, siller¨ªa y un ba¨²l de origen mexicano. Confiesan las comisarias que en muchos casos las obras est¨¢n clasificadas pero no documentadas porque el coleccionista las ha ido comprando, desde la d¨¦cada de los 70, en almonedas, subastas y anticuarios tanto en Espa?a como en el resto de Europa.
Las esculturas ocupan una parte importante en la exposici¨®n. De diferentes tama?os, parece claro que algunas proceden de grandes conjuntos de los que, con el tiempo, han quedado desgajadas. El coleccionista se?ala como pieza favorita un San Jer¨®nimo esculpido en madera, seguramente de mediados del siglo XVI que adquiri¨® en una subasta. Otro de sus objetos preferidos es un c¨¢liz barroco de plata obra de Juan de Astorga del que solo existen en el mundo tres ejemplares. Seg¨²n apuntan las comisarias, los otros dos se exhiben en el Museo Victoria & Albert de Londres y en el Arqueol¨®gico Nacional, donde pagaron 100.000 euros en 2008 por su ejemplar. Gernstenmaier no recuerda lo que pag¨® por el suyo. Una tercera pieza que le emociona especialmente es La oraci¨®n en el huerto de Getseman¨ª, un relieve en madera policromada de mediados del siglo XVI.
En torno a El camellero (hacia 1865), de Mariano Fortuny el di¨¢logo gira en torno a piezas de peque?o tama?o como una escultura esmaltada de Mar¨ªa Magdalena penitente que pudo servir de adorno en alguna pieza de mobiliario de un dormitorio femenino, seg¨²n deduce la historiadora Carolina Naya. Un relicario de cristal adornado con piedras preciosas y un conjunto de placas de cofrad¨ªa con cartillas de devoci¨®n, rematan el recorrido de la exposici¨®n.
Hans Rudolf?Gerstenmaier contesta riendo que no echa de menos en su casa todas estas piezas porque sabe que volver¨¢n. No responde a la pregunta de si hay alguna donaci¨®n en ciernes como la de los 11 cuadros que este verano realiz¨® para el Museo del Prado. De momento y mientras lo piensa seguir¨¢ dando a conocer su colecci¨®n. La pr¨®xima exposici¨®n ser¨¢ en el Museo Goya de Zaragoza, el pr¨®ximo lunes 11 de noviembre con una selecci¨®n de sus pinturas flamencas que se expondr¨¢n bajo el t¨ªtulo de De Rubens a Van Dyck.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.