Serrat y Sabina, dos p¨¢jaros libres en Buenos Aires
Los m¨²sicos renuevan su alianza con Am¨¦rica Latina y anuncian dos conciertos en Madrid
Dos amigos de toda la vida se r¨ªen del paso del tiempo, los achaques de la edad, las secuelas de las noches de parranda y las canciones perdidas. Podr¨ªan estar en la intimidad de una mesa oculta en un bar, celebrando que su salud no los ha retirado de la batalla. Pero no hay mesa de bar ni espacios oscuros, sino un escenario que se prende ante 10.000 personas en un nuevo estadio, el Movistar Arena, construido a toda velocidad en medio del tr¨¢nsito de Buenos Aires. Joan Manuel Serrat y Joaqu¨ªn Sabina o Joaqu¨ªn Sabina y Joan Manuel Serrat, sin protagonismos, renuevan una vez m¨¢s su amor¨ªo consigo mismos y con Am¨¦rica Latina.
No hay dos sin tres se llama esta nueva gira, la primera en siete a?os y la tercera que los encuentra juntos desde aquella presentaci¨®n que naci¨® casi como un juego en 2007. Las salas llenas que los artistas esperan encontrar en Paraguay, Uruguay, Costa Rica y M¨¦xico (han debido suspender Chile por la situaci¨®n pol¨ªtica en ese pa¨ªs) les dio valor y sumaron funciones en Madrid. La primera, prevista para el 20 de enero, agot¨® entradas en cuatro horas y los oblig¨® a programar otra para el d¨ªa siguiente.
Estamos en la tercera de las cuatro funciones que la pareja dar¨¢ en Buenos Aires. Serrat y Sabina est¨¢n de buen humor. Minutos antes del concierto no se han puesto la ropa de escenario y se toman las cosas con calma, para desesperaci¨®n de los productores, que en las bambalinas sienten la presi¨®n de los aplausos que bajan desde las plateas. Entre chanzas, parecen dos adolescentes que ocultan a sus padres la ¨²ltima de sus travesuras. La misma qu¨ªmica desbordar¨¢ enseguida sobre el escenario.
En Buenos Aires se habla de ¡°las dos orillas¡± para referirse a la cercan¨ªa entre Argentina y Uruguay. Estos ¡°dos p¨¢jaros¡± han creado un puente interoce¨¢nico. ¡°La gente nos siente muy cercanos porque siempre hemos pretendido estar cerca, cerca de la gente y de lo que ocurr¨ªa. Y esto tiene sus vaivenes, pero siempre tiene un ancla que te une, que puede ser el respeto y la confianza. La gente tiene confianza en nosotros¡±, dice Serrat. ¡°Lo extra?o es que sigamos aqu¨ª tantos a?os despu¨¦s, muchas casas de apuestas se hundieron en la primera gira porque apostaban en contra de que dur¨¢ramos, no sab¨ªamos ni si quiera si ¨ªbamos a ser capaces de acabarla¡±.
Aquella gira se llam¨® Dos p¨¢jaros de un tiro y s¨ª que la acabaron. Arranc¨® en Zaragoza en junio de 2007 y termin¨® en Buenos Aires seis meses y 72 conciertos despu¨¦s. Luego lleg¨® Dos p¨¢jaros contraatacan, en 2012, y pese al sabor a despedida hubo una tercera. Los artistas reconocen que mucha agua ha corrido bajo el puente desde el primer concierto en Zaragoza, pero que han sabido mantener en pie lo importante. ¡°El mundo cambia por su cuenta, pero yo no tengo porqu¨¦ cambiar siguiendo las normas y costumbres de este mundo que cambia¡±, aclara Serrat. Sabina insiste con la cuesti¨®n de la edad. Por los 70 a?os que suma ¨¦l y los 75 su amigo. ¡°Quer¨ªa decir que en mi caso me propuse hace muchos a?os envejecer sin dignidad y lo estoy consiguiendo¡±, dice, y todos r¨ªen de nuevo.
Se acaba el tiempo de la charla. En el escenario cruzar¨¢n acusaciones de traiciones pasadas, envidas pasajeras y alguna que otra cuesti¨®n de polleras. Hasta que Serrat ponga punto final, sin vueltas: ¡°La gente merece algo mejor que dos viejos chotos pele¨¢ndose¡±. Y los ¡°viejos¡± se dedicar¨¢n entonces a cantar, en pareja o de uno en uno, intercambiando canciones y celebrando los aplausos del otro. Sabina cometer¨¢ ¡°la blasfemia¡± de poner letra propia al tango Mano a Mano de Gardel y Serrat recordar¨¢ a noche en que el argentino Alberto Cort¨¦z le prest¨® la m¨²sica que hab¨ªa compuesto para las Nanas de la Cebolla de Miguel Hern¨¢ndez. Y antes del gran final, brindar¨¢n con cava en una peque?a mesa redonda ubicada a un costado del escenario. Ser¨¢n casi tres horas de m¨²sica e historias, a sala llena.
La gira inici¨® como un divertimento latinoamericano, con zarpada en Buenos Aires y recalada el 17 de diciembre en San Jos¨¦, Costa Rica. Pero a ¨²ltimo momento, los artistas decidieron sumar una funci¨®n en Madrid para el 20 de enero en el WiZink Center. Y les fue muy bien. No hay dos sin tres vendi¨® 10.000 entradas en cuatro horas y debi¨® agregar una nueva fecha para el d¨ªa siguiente. ¡°Es fant¨¢stico lo que ha pasado, uno siempre aspira a conservar esta relaci¨®n con la gente y se llega a l¨ªmites insospechados. Me siento muy feliz de tener que ir a?adiendo funciones¡±, dice Serrat. ¡°Si han agotado las entradas del primer d¨ªa en tan poco tiempo es porque tienen piedad de los catalanes¡±, dice riendo Sabina, dispuesto a no tomarse nada en serio. Y en ese tono c¨®mplice volar¨¢n los dos durante el resto de la noche.
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