Versos de l¨ªnea clara

"Es probable que la poes¨ªa sea tan solo una cuesti¨®n de intensidad. Y la intensidad, ?a qu¨¦ podemos asociarla, si no es a un sentimiento?¡±, se pregunta ret¨®ricamente Joan Margarit en el ep¨ªlogo a Casa de misericordia. Es lo ¨²nico que hace con ret¨®rica porque sabe que, de lo contrario, no estar¨ªa hablando de sentimiento sino de sentimentalismo, eso que con tanta frecuencia se confunde con la poes¨ªa cuando no es m¨¢s que un desahogo.

Seg¨²n Margarit, la intensidad aparece cuando los impulsos del coraz¨®n pasan por el cauce de la raz¨®n. Entonces se produce tambi¨¦n la emoci¨®n, el efecto m¨¢s buscado en sus versos. ¡°Ha de ser exacta y concisa¡±, dec¨ªa en ese mismo ep¨ªlogo para reivindicar que, sin renunciar al misterio del que nace, un poema tiene que ser claro. ¡°Entenderse¡±, dice ¨¦l. Aunque la voz del nuevo premio Cervantes se ha ido volviendo cada vez m¨¢s ¨¢spera, sus 13 libros de poemas tienen un tono com¨²n, el de la buena conversaci¨®n. No obstante, en su obra pueden se?alarse algunos hitos.

Aguafuertes. Publicado cuando su autor se acercaba a los 60 a?os, este libro de 1995 es tal vez la mejor puerta de entrada al universo de Joan Margarit: del enfrentamiento con el padre ¡ª¡°te ibas convirtiendo en un fascista¡±¡ª a la pasi¨®n por los hijos pasando por la infancia en Tenerife o el viaje adolescente a Barcelona, sus dos ciudades. Atravesado por el amor y la muerte, contiene adem¨¢s uno de sus poemas m¨¢s ¨¦picos: La libertad. ¡°La libertad es una librer¨ªa. / Ir indocumentado. / Las canciones prohibidas. / Una forma de amor, la libertad¡±. Cuando coincide en una lectura p¨²blica con su amigo Luis Garc¨ªa Montero, ambos acostumbran a leerlo a dos voces: el poeta de Granada lee un verso en catal¨¢n mientras el de Sana¨¹ja lee el siguiente en castellano.

Estaci¨® de Fran?a. En 1999 Margarit public¨® este poemario en edici¨®n biling¨¹e en la editorial Hiperi¨®n. Con ¨¦l inauguraba una forma de escribir en la que la versi¨®n castellana es algo m¨¢s que una traducci¨®n y algo menos que un texto completamente distinto. En sus propias palabras y con un gui?o a la famosa pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica: ¡°Ahora la ¨²nica normalizaci¨®n posible para m¨ª es no renunciar a nada de cuanto tengo y que he ido adquiriendo en mi viaje po¨¦tico¡±.

El libro incluye uno de los poemas m¨¢s largos de Margarit: Fil¨®sofo en la noche, un mon¨®logo dram¨¢tico en el que da voz a Emilio Lled¨®, que reflexiona sobre su vida solitaria de viudo mientras lee la Il¨ªada: ¡°Hoy viven muy lejos la hija y los hijos, / mayores que t¨²: te fuiste tan joven. / Pienso, melanc¨®lico, que oscurecer¨¢ / ahora en Chicago. Berl¨ªn y las verdes / afueras de Londres yacen en la noche. / Y a ti no te esperan m¨¢s albas que ¨¦stas / que surgen de noche entre las palabras¡±.

Joana. Afectada desde su nacimiento por el doloroso s¨ªndrome de Rubinstein-Taybe, Joana hab¨ªa protagonizado ya algunos de los mejores poemas de su padre cuando, en 2002, este dedic¨® a la muerte de su hija uno de los m¨¢s estremecedores libros de duelo de la literatura reciente. ¡°Nunca sabr¨¦ qu¨¦ sabes t¨² de m¨ª, / ni en qu¨¦ verdad hemos estado juntos¡±, escribe un hombre arrasado cuyo principal miedo hasta entonces hab¨ªa sido morir antes que Joana dej¨¢ndola desamparada.

C¨¢lculo de estructuras. ¡°Alba?iles al alba encienden fuego / con restos de encofrados. / La vida ha sido un edificio en obras / con el viento en lo alto del andamio, / siempre cara al vac¨ªo. Ya se sabe / que quien pone la red no tiene red. / ?De qu¨¦ sirve haber dicho tantas veces / palabras como amor? / Pobres bombillas de un final de l¨ªnea, / se encienden los recuerdos. / Pero no quiero que me compadezcan: / me repugna esta forma tan f¨¢cil del desd¨¦n¡±. Este poema, titulado Seguridad, da bien el tono de un libro de 2005 cuyo t¨ªtulo juega con el oficio al que Joan Margarit dedic¨® su vida profesional. Catedr¨¢tico de c¨¢lculo de estructuras de la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona, durante a?os trabaj¨® en la continuaci¨®n de la obra m¨¢s famosa de Gaud¨ª: la Sagrada Familia. Eligi¨®, cuenta, una disciplina tan ¡°¨¢rida¡± porque era la que menos interferencias ten¨ªa con su verdadera vocaci¨®n: la poes¨ªa.