La fina l¨ªnea que separa la alfombra roja de la cola del paro
La precariedad laboral obliga a muchos actores a buscar trabajos alternativos, aunque pocos renuncian a su sue?o. Por cada uno que llega a fin de mes hay cincuenta que no pueden
Los actores espa?oles viven al borde del acantilado. Por cada int¨¦rprete que llega a fin de mes de manera holgada, hay 50 que no. La mitad de los actores cobra menos de 3.000 euros al a?o. Y eso los que trabajan. Quien reina en el mundo de la interpretaci¨®n no es ni el m¨¦todo, ni el cine, ni las series: es la precariedad. Solo se puede entender que prosigan en la batalla por la vocaci¨®n, la palabra m¨¢s repetida en las conversaciones con actores que lo son o lo fueron. Otros han encontrado pasiones alternativas: Mariano Alameda, rostro famos¨ªsimo de Al salir de clase, imparte clases de yoga en el centro Nagual, fundado por ¨¦l. Para ganarse la vida entre personaje y personaje, no solo se cumple el t¨®pico de poner copas: hay vendedores de seguros, profesores¡ Liberto Rabal, protagonista de Carne tr¨¦mula, trabaja en una tienda de Ikea. La interpretaci¨®n es la profesi¨®n m¨¢s cercana a una monta?a rusa. Se sube y se baja a tal velocidad que a veces no da tiempo ni a prepararse para el impacto.
Hace una d¨¦cada, a F¨¢tima Baeza (Madrid, 46 a?os) la paraban por la calle. Era la enfermera Esther Garc¨ªa, uno de los personajes m¨¢s queridos de la serie de televisi¨®n Hospital Central, que interpret¨® de 2000 a 2011. Al terminar la emisi¨®n, no consigui¨® enlazar enseguida con otro papel protagonista, sino que regres¨® a la rueda de los epis¨®dicos. As¨ª que poco a poco fue volviendo a su vida anterior a la fama: contratos por d¨ªas o semanas, algunas obras de teatro, intervenciones en pel¨ªculas, trabajos como profesora de interpretaci¨®n o coach. ¡°Cuando eliges esta profesi¨®n sabes que no vas a tener un trabajo fijo nunca, esto es intermitente, cuentas con ello y construyes tu vida teni¨¦ndolo en cuenta¡±, dice la actriz. ¡°Jam¨¢s me he planteado dejarlo, yo amo este trabajo. La intermitencia tiene muchos inconvenientes, cierto, es complicado tener una familia, hijos, aunque tambi¨¦n tiene algo muy bello: no permite que te acomodes, te obliga a vivir el presente¡±.
Hay que tener una personalidad equilibrada para soportar que hoy te quiera toda Espa?a y ma?ana nadie sepa c¨®mo te llamas. Un t¨®pico que parodia el personaje que encarna Lidia San Jos¨¦ (Madrid, 36 a?os) en la serie Paquita Salas, como antigua estrella infantil medio olvidada, en buena parte inspirada en la historia de la propia actriz. Con la diferencia de que San Jos¨¦, que se hizo muy popular cuando era adolescente por series como A las once en casa y ?Ala¡ Dina!, no se siente para nada un juguete roto. ¡°Yo nunca he dejado de trabajar, lo que pasa es que lleg¨® un momento que dej¨¦ de hacerlo en televisi¨®n. Fue incre¨ªble, rechac¨¦ varias pruebas porque no quer¨ªa encasillarme en papeles de ni?a guapa y dejaron de llamarme. As¨ª que me dediqu¨¦ a otras cosas que me apetec¨ªan: estudi¨¦ una carrera [Historia], hice cine, documentales, teatro¡±. Hace cuatro a?os se instal¨® en M¨¦xico, y asegura que ha sido la mejor decisi¨®n de su vida. All¨ª trabaja como actriz (estuvo en Luis Miguel: la serie) y se escapa cuando tiene que rodar Paquita Salas, que le ha devuelto la popularidad en Espa?a. ¡°Soy consciente de que igual que dejaron de llamarme antes, puede volver a pasar. Es una noria injusta¡±.
Eso lo conoce bien Carlos Olalla (Barcelona, 61 a?os). En su curr¨ªculo figuran m¨¢s de 100 series y varios rodajes internacionales gracias a su dominio del ingl¨¦s. Pero, en noviembre de 2016, se dio cuenta de que no ten¨ªa dinero para pagar el alquiler de la casa que comparte con su madre, tambi¨¦n actriz, y su hermano, y durante dos meses recit¨® poemas en el metro de Madrid. ¡°Muchos te dicen: cuando tengas trabajo, ahorra¡±, cuenta. ¡°El problema es que cuando por fin act¨²as, pagas las deudas¡±. Sus declamaciones en el metro sirvieron tambi¨¦n para llamar la atenci¨®n sobre la situaci¨®n del sector. ¡°Ahora me mantengo entre rodajes grabando audiolibros para la ONCE. Y me siento un privilegiado. ?C¨®mo est¨¢n las actrices de mi edad? Esta es la profesi¨®n m¨¢s sexista que existe. ?Por qu¨¦ solo aparecen jueces, psic¨®logos, m¨¦dicos hombres?¡±. Olalla, que entre otras labores codirige el Festival de cine de Ca?ada Real, insiste en la cara social: ¡°Somos insolidarios, como el resto de nuestra sociedad. No nos movilizamos mientras est¨¢n robando el acceso a la cultura. En Francia han creado la figura de los profesionales discontinuos para proteger al sector¡±. Est¨¢ montando una obra sobre los exilios. ¡°Y la dirigir¨¢ un talento incre¨ªble, Raquel Mesa, que fue actriz de la compa?¨ªa Yllana, estudi¨® direcci¨®n en la RESAD [la escuela de arte dram¨¢tico] y ahora vende seguros por tel¨¦fono¡±.
Olalla confirma que la inmensa producci¨®n audiovisual de las plataformas digitales aumenta la contrataci¨®n de int¨¦rpretes¡ pero de los m¨¢s j¨®venes. ¡°Y a muchos ni siquiera los cogen por talento o f¨ªsico, sino por su cantidad de seguidores en redes sociales¡±, comenta defraudado. San Jos¨¦ lo ha sufrido en carne propia: ¡°He perdido varios papeles porque antes de firmar el contrato se dieron cuenta de que no tengo muchos seguidores en redes y decidieron llamar a otras que s¨ª los ten¨ªan¡±.
El ¨²ltimo gran estudio sobre el mundo de la actuaci¨®n lo realiz¨® la Fundaci¨®n Aisge (la sociedad que gestiona los derechos intelectuales de los int¨¦rpretes) en 2016, tras una encuesta que contestaron 3.282 actores y bailarines de sus cerca de 9.000 asociados. De ellos, solo un 43% hab¨ªa conseguido en ese a?o empleo en el sector, y m¨¢s de la mitad no superaba los 3.000 euros anuales. Un 29% no obtuvo m¨¢s de 600 euros en todos esos meses. Apenas un 2,15% super¨® los 30.000. En 2004, el porcentaje de parados era del 28%; y en 2011, del 23%, mientras que en 2016 se lleg¨® al 57%. Cada vez se trabaja menos, y encima se cobra menos por d¨ªa.
Hace a?os que el gremio reclama una regulaci¨®n adecuada a las especiales caracter¨ªsticas de su intermitente profesi¨®n. ¡°La legislaci¨®n laboral est¨¢ pensada para trabajos fijos y a nosotros nos penaliza. No queremos privilegios, pero cuando trabajas dos d¨ªas s¨ª y 10 no, luego otra semana s¨ª, y despu¨¦s llegan tres meses sin cobrar porque est¨¢s prepar¨¢ndote para una obra de teatro, es imposible cotizar lo necesario para acceder luego al paro o a beneficios como bajas de maternidad o paternidad¡±, comenta I?aki Guevara, secretario general de la Uni¨®n de Actores y Actrices. Guevara ha participado en la redacci¨®n del nuevo Estatuto del Artista.
Socorro temporal
Iv¨¢n Arpa, coordinador del departamento de asistencia social de la Fundaci¨®n Aisge, insiste: ¡°La mayor¨ªa se jubila con muy pocos a?os cotizados, por lo que sus pensiones son terriblemente bajas¡±. Unos 500 socios de Aisge, entre jubilados e incapacitados, reciben en torno a 500 euros mensuales para llegar al salario m¨ªnimo interprofesional (900). Hay tambi¨¦n programas de socorro temporal, para pagar alquileres o hipotecas en situaciones coyunturales, as¨ª como medicamentos, de los que se benefician 1.100 int¨¦rpretes.
Nadie habla de juguetes rotos, sino de amor a la profesi¨®n. A¨²n le pica el gusanillo a Miguel ?ngel Valero (Madrid, 49 a?os), director del Ceapat, centro del Ministerio de Sanidad que desarrolla desde el campo de la ingeniera soluciones para la accesibilidad, tras ser durante a?os profesor titular en Ingenier¨ªa Telem¨¢tica en la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid. ¡°De vez en cuando act¨²o en alg¨²n cortometraje de amigos¡±. Su cara le suena a todo el mundo: cuando era ni?o, Valero se hizo famos¨ªsimo como Pira?a en la serie Verano azul. ¡°En ambas profesiones colaboras en un gran equipo, y cuatro d¨¦cadas despu¨¦s es bonito que a¨²n recuerden aquella serie¡±, comenta. ¡°Estoy muy orgulloso de mi vida art¨ªstica, pero en paralelo desarroll¨¦ mi profesi¨®n de ingeniero enfocado en la salud y en lo social, que es mi vocaci¨®n. Yo nunca dije hasta aqu¨ª, pero nunca me plante¨¦ trabajar solo en la actuaci¨®n¡±. Y confiesa: ¡°Doy conferencias, ponencias sobre tecnolog¨ªa para discapacidad, y noto cierto cari?o nacido de mi pasado televisivo y cinematogr¨¢fico. Hay otra confianza¡±.
Babelia
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