La ?pera de Par¨ªs, en huelga para defender las pensiones de Luis XIV
Los bailarines del ic¨®nico ballet parisino gozan de uno de los ¡°reg¨ªmenes especiales¡± que quiere abolir la reforma de Macron
El cartel que cuelga estos d¨ªas delante de la ?pera de Par¨ªs no es el de ¡°completo¡± sino el de "cerrado por huelga". Una docena de representaciones han sido suspendidas desde el comienzo de las movilizaciones nacionales, la semana pasada, contra la reforma de las pensiones que el Gobierno de Emmanuel Macron desvela este mi¨¦rcoles. Tambi¨¦n la Com¨¦die Fran?aise ha tenido que suspender varias de sus obras. Los bailarines, m¨²sicos y actores de dos de las instituciones culturales cl¨¢sicas de la capital francesa han saltado de los escenarios a las calles para demostrar, tambi¨¦n, su rechazo a unos cambios en las pensiones que los afectar¨¢n de manera muy particular, ya que estos trabajadores se benefician de una de la decena de ¡°reg¨ªmenes especiales¡± de jubilaci¨®n con los que quiere acabar el ejecutivo.
Y no es cualquier r¨¦gimen. Concedido por Luis XIV en 1698, es uno de los sistemas de retiro privilegiados ¡ªcon una edad de jubilaci¨®n mucho m¨¢s adelantada incluso que la de los del sector ferroviario y del transporte p¨²blico que llevan la voz cantante en las protestas de estos d¨ªas¡ª m¨¢s antiguos de Francia. Aunque muy pocos en n¨²mero, apenas unos 2.000, representan, en cierto modo, muchos de los desaf¨ªos que afronta la reforma gubernamental que quiere pasar a un sistema por puntos que sea igual para todos, seg¨²n el ejecutivo. No todos los bailarines franceses, de hecho, pueden retirarse como sus compa?eros de Par¨ªs a los 42 a?os: los trabajadores de ¨®peras regionales como las de Niza, Burdeos o Toulouse no tienen contratos fijos ni la garant¨ªa de una ayuda cuando acabe su carrera. Adem¨¢s, pese al riesgo de lesiones, los bailarines no se juegan la vida, como los militares o los polic¨ªas, que tambi¨¦n tienen reg¨ªmenes especiales. ?Pero hacer un sistema m¨¢s igualitario para todos debe significar perder derechos o luchar para que otros los adquieran?, preguntan a los que los acusan de defender un privilegio de solo unos pocos.
A sus 41 a?os, Alexandre Carniato dice que ahora entiende mejor los consejos que, cuando empezaba su carrera en la ?pera, le daban bailarines veteranos acerca de que cuidara muy bien de su cuerpo. Han sido d¨¦cadas de bailar sin parar y el cuerpo se resiente. En un a?o, seg¨²n el r¨¦gimen actual especial para los miembros de la ?pera de Par¨ªs en la que es bailar¨ªn y delegado sindical, podr¨¢ retirarse con una pensi¨®n de unos 1.000 euros.
Pocas opciones
¡°Me encantar¨ªa seguir bailando. Mi cabeza me dice s¨ª, pero mi cuerpo me dice no. Como esto es muy duro, acabamos pagando. Comenc¨¦ a bailar a los seis a?os y mi cuerpo envejece m¨¢s r¨¢pido¡±, se?ala. Su idea no es dejar de trabajar del todo el a?o que viene. Pero con una carrera ¨ªntegramente dedicada a la danza, las opciones no son muchas y la paga, tampoco. ¡°Si me hago profesor de danza en un colegio p¨²blico, ganar¨¦ 1.280 euros. Con la pensi¨®n de la ¨®pera, podr¨¦ equilibrar mi salario, porque tengo hijos y una hipoteca a 25 a?os¡±.
La jubilaci¨®n est¨¢ a¨²n lejos de la cabeza de Eloise y Antonio, bailarines de la misma compa?¨ªa de 23 y 25 a?os. No obstante, el martes, al igual que el jueves de la semana pasada, tambi¨¦n hicieron huelga y salieron a manifestarse en Par¨ªs.
¡°Esta reforma ser¨¢ dram¨¢tica para la ?pera y para la compa?¨ªa¡±, advierte Antonio, que recuerda que para representaciones como Raymonda, el ballet del ruso Alexander Glazounov que ha sido ahora suspendido por la huelga, los bailarines entran a las nueve de la ma?ana a trabajar y no salen hasta las 11 de la noche. Y as¨ª desde que entran a la compa?¨ªa, a los 16 a?os.
¡°No tenemos otra formaci¨®n, cuando salimos a los 42 a?os no todos tienen siquiera el bachillerato, ni formaci¨®n ni estudios y a los 42 nos catapultan a un mundo que no conocemos. Es una edad muy dif¨ªcil para reinventarse¡±, acota Eloise. Y eso, se?alan todos, contando que un bailar¨ªn pueda seguir bailando toda su carrera, porque incluso si las lesiones no interrumpen antes de tiempo su camino, pocos llegan a los 40 a?os actuando en los mejores ballets del mundo.
Tampoco es solo, subrayan, una cuesti¨®n personal. ¡°Sin este r¨¦gimen especial de pensiones, perderemos la excelencia del Ballet de la ?pera de Par¨ªs¡±, advirti¨® en Radio Classique el bailar¨ªn estrella de la compa?¨ªa, Germain Louvet, que tambi¨¦n secunda la huelga.
¡°La gente viene de todas partes del mundo a vernos, y eso es tambi¨¦n gracias al nivel de los bailarines de la ¨®pera¡±, coincide Carniato. ¡°Para que los mejores se queden, tiene que haber un atractivo, porque si no se ir¨¢n a otras compa?¨ªas que pagan mucho mejor. Se necesita un equilibrio que permita mantener la continuidad en esta casa tan prestigiosa¡±, y ese equilibrio, insiste, lo pone el plan de pensiones que ahora ven peligrar.
Babelia
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