Adara y sus potingues: ?la ¨²ltima reina de la telerrealidad?
La edici¨®n m¨¢s vista en la historia de GH VIP, con una media del 36% de audiencia, concluye con la modelo como ganadora
Como la directora de Gran Hermano VIP se llama Mar¨ªa Zambrano, no ¨ªbamos a ser menos y aunque solo fuera por el eco con ese mismo nombre de una gran fil¨®sofa, tocaba consultar a alguien que es pura sabidur¨ªa. Todo el mundo sabe que el pensador Javier Gom¨¢ es un loco seguidor del programa. Aparte de sus tratados sobre Ejemplaridad p¨²blica o del ¨²ltimo titulado Dignidad, as¨ª lo ha dejado escrito en las p¨¢ginas de esta secci¨®n como quien confiesa un pecado mortal. No le importa admitir que m¨¢s que como una sociolog¨ªa o un pensamiento, es fan del programa porque se declara cotilla de toda la vida. ¡°Lo que voy a decirte es muy serio: esta edici¨®n debe quedar obligatoriamente desierta¡±, avisa minutos antes de que comenzase.
Su conclusi¨®n, sin duda, est¨¢ influida por el chasco que le caus¨® la eliminaci¨®n de nuestro h¨¦roe: el maestro Joao. Pero su juicio lo basaba en comentarios muy contundentes. No vamos a desvelar qu¨¦ piropo dedic¨® con nombre y apellidos a cada una de las tres finalistas, pero de una dijo que era un ejemplo de vulgaridad soez y demencial, de otra que ten¨ªa momentos pizpiretos pero que de pronto le entraba una agresividad aterradora y de la ¨²ltima que se trataba, simplemente, de una farsante.
Con premisas as¨ª, hab¨ªa que centrarse en los verdaderos atractivos del cierre de esta edici¨®n. Esa apisonadora que ha batido r¨¦cords y sin embargo se ha hecho, en teor¨ªa, el harakiri delante de toda Espa?a. El verdadero morbo, m¨¢s que en el plat¨®, estaba en la publicidad. La audiencia iba a reventar, eso seguro: ?y los anuncios? Hubo una abundante artiller¨ªa de la propia cadena lo que siempre da sensaci¨®n de relleno, pero ah¨ª se retrataron adem¨¢s marcas de perfumes y productos de belleza, almacenes, festivales, videojuegos o compa?¨ªas de telefon¨ªa dispuestas a coger parte de ese 36% de cuota de audiencia ¨C¡°lo mismo que un Madrid-Bar?a¡±, explicaba la veterana Mila Xim¨¦nez a las becarias de la Telerrealidad- mientras otras compa?¨ªas hu¨ªan del espacio tras la pol¨¦mica de un supuesto abuso?sexual?por dirimir en los tribunales hace dos a?os.
El verdadero morbo estuvo ah¨ª: en la demostraci¨®n de hasta qu¨¦ punto el fen¨®meno GH reta con audiencias golosas al propio mercado publicitario tras la pol¨¦mica del caso Carlota Prado. El mundo al rev¨¦s. Los nuevos c¨®digos morales y econ¨®micos sobre la mesa. El brete de dejar pasar la oportunidad de exponer sus productos en Navidad ante el escaparate m¨¢s descomunal de la parrilla televisiva a cinco d¨ªas de que Santa Claus baje por la chimenea. Principios y prestigio de marca frente a la tentaci¨®n de sacar tajada. Huida azuzada por la tormenta en las redes, una competencia incapaz de hacerle frente y la propia naturaleza de un programa que reta en cada edici¨®n sus propios l¨ªmites.
Eso ocurr¨ªa en el mundo real. Dentro del tinglado idealizado por sus propios actores con sue?os de fama hueca en la era Instagram, las finalistas daban muestras de sufrir s¨ªndrome de Estocolmo y no querer salir. Mila fue la primera en ser despedida por la audiencia. Su participaci¨®n y su fuerte han consistido en utilizar el programa como terapia para combatir la depresi¨®n, pero a pesar de una cargante man¨ªa por querer inspirar l¨¢stima a prop¨®sito, en sus ataques de ira se vislumbraba cierta verdad. Sobre todo cuando soltaba: ¡°?El dinero me lo voy a gastar en psic¨®logos y en cirug¨ªa porque he envejecido aqu¨ª cinco a?os!¡±.
?As¨ª hemos vivido desde plat¨® la victoria de Adara! #VivaGranHermano pic.twitter.com/GqnaQjBria
— Gran Hermano (@ghoficial) December 20, 2019
Todo lo contrario al parip¨¦ perpetuo y calculado de Adara, esa cara bonita que perd¨ªa 10 kilos cuando aparec¨ªa en pantalla sin una masa de potingues con maquillaje en la cara. Alba, por su parte, ha sido la nada envuelta en tirabuzones a lo Lana Turner. Una apareci¨® vestida de reina mora y otra de estrella antigua de Hollywood. Las dos han competido bien a gusto en los litros de r¨ªmel disuelto en l¨¢grima que soltaban en cada situaci¨®n. ?Qu¨¦ co?azo ver una y otra vez llorar a la gente!
Con la ¨²ltima emisi¨®n a cargo de una soser¨ªa cargante y recargada para llenar cuatro horas de memeces, otro de los atractivos recay¨® en la reaparici¨®n de Jorge Javier tras airear depresiones y baja forma p¨²blicamente. No tard¨® en dominar el cotarro y re¨ªrse de s¨ª mismo. En su primera conversaci¨®n con Alba, solt¨®: ¡°A m¨ª me han colocado dos sterns, pero t¨² te lo has pasado de puta madre¡±. Br¨ªo, auto iron¨ªa y un asombroso oficio para demostrar qui¨¦n es el rey del plat¨®: ¡°Menos mal que voy a terapia cada semana¡±.
Todav¨ªa nos la quiere meter doblada ¨Cexpresi¨®n suya- con eso de que Gran Hermano es la vida. Pudo quiz¨¢s parecerlo en un principio, hace 19 a?os. Hoy, sus concursantes son profesionales de una vacuidad hist¨¦rica, blandengue y calculada para triunfar en el producto. Una fauna espec¨ªfica. No la vida, Jorge Javier. Eso es otra cosa. Fauna muy bien escogida, eso s¨ª: tanto como para destrozar previsiones propias y ajenas en la era de la tele de pago, cuando la cacareada decadencia de la televisi¨®n en abierto no llega, ni se la espera frente al auge de las plataformas.
Por lo dem¨¢s, tambi¨¦n se vivi¨® cierta tensi¨®n a la hora de temer si el viento y la lluvia de la borrasca Elsa arruinar¨ªa el decorado de cuento de Navidad que ten¨ªan montado en la puerta. Para el interior, escogieron algo m¨¢s acorde con el estreno mundial de Star Wars: una est¨¦tica mareante de pantallas que emulaban el despegue de las naves a velocidad de la luz, m¨²sica de angelitos y concursantes que, como todos ustedes saben, parecen sacados de una taberna del planeta Tatooine.
Hasta casi las dos de la madrugada no se conoci¨® a la ganadora. Un horario para insomnes, jubilados y ociosos: triunf¨® Adara. Solt¨® su insoportable histerismo en forma de gritos encadenados: ?Aaaaaaaaahhhhhhhh! ?Aaaaaaaaaaahhhhhhh! Si gan¨® fue porque supo poner picante, escenas calientes y se mantuvo al margen de las irradiaciones m¨¢s conflictivas aportando su romance con Gianmarco a costa del disgusto que le dio a Hugo, el padre de su hijo. Finalmente ha elegido a este Valentino con aire tanguero que encanta a Jorge Javier, seg¨²n ¨¦l, ¡°porque tiene todos los dientes¡±. El bolo?¨¦s lo prob¨® todo hasta que oli¨® carne de victoria entre el pintalabios de Adara.
Ah¨ª se la jug¨® y tambi¨¦n gan¨®. Ambos, adem¨¢s gozan del benepl¨¢cito del maestro Joao, cuando en relaci¨®n a Hugo le dijo: ¡°Te has equivocado de padre pero no de hijo¡±. Su madre, en cambio, no lo ve claro: cree que el mundo real no tiene nada que ver con ese campo de concentraci¨®n construido a base de forzada potencia ficticia. Le amarg¨® bien el momento a quien puede ser la ¨²ltima estrella de la telerrealidad. Pero para eso est¨¢n un poco las madres, ?no? Para bajar el sufl¨¦. Eso s¨ª es la vida.
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