Germ¨¢n Col¨®n Dom¨¦nech, adi¨®s a un maestro romanista
El ling¨¹¨ªsta era el ¨²ltimo representante vivo de la gran tradici¨®n de los estudios de Filolog¨ªa Rom¨¢nica en Europa
En medio del forzoso encierro llega la muy triste noticia del fallecimiento en Barcelona [el domingo a los 91 a?os] de uno de los m¨¢s grandes maestros de la filolog¨ªa espa?ola: el profesor Germ¨¢n Col¨®n Dom¨¦nech. En otras circunstancias estar¨ªamos ahora mismo viajando hacia all¨ª sus muchos amigos y disc¨ªpulos, para acompa?ar y consolar a su esposa, la admirable Mar¨ªa Pilar Perea, y para despedir y homenajear a nuestro gran maestro. Desgraciadamente, una m¨¢s de las muchas consecuencias que nos impone la situaci¨®n es la de forzarnos a llevar el duelo en solitario.
Germ¨¢n Col¨®n era el ¨²ltimo representante vivo de la gran tradici¨®n de los estudios de Filolog¨ªa Rom¨¢nica en Europa. Nacido en Castell¨®n en 1928, estudi¨® en la Universidad de Barcelona, se doctor¨® ¡ªcomo entonces era forzoso¡ª en la de Madrid y march¨® becado a Lovaina y Z¨²rich. El m¨¢s destacado de los romanistas suizos, Walther von Wartburg, le propuso ir como lector de espa?ol a la Universidad de Basilea, a la que se vincular¨ªa ya para el resto de su vida como docente y como investigador. A las ¨®rdenes de Wartburg trabaj¨® en el que probablemente sea el m¨¢s importante diccionario etimol¨®gico nunca realizado, el Franz?sisches Etymologisches W?rterbuch.
Ello decant¨® a Col¨®n por el estudio del l¨¦xico, en el que llegar¨ªa a ser maestro consumado. Su atenci¨®n se dirigi¨® hacia el dominio ling¨¹¨ªstico catal¨¢n, pero no en exclusiva: lo decisivo fue la perspectiva inter- o transrom¨¢nica desde la que lo abord¨®, la consideraci¨®n de los hechos ling¨¹¨ªsticos en su transversalidad hist¨®rica y geogr¨¢fica. Ello explica su inter¨¦s por los dominios ling¨¹¨ªsticos vecinos del catal¨¢n, y por la interacci¨®n entre ellos: el del aragon¨¦s y el castellano, por un lado; el del provenzal y el franc¨¦s, por otro.
Todo ello se tradujo en unos cuantos libros fundamentales: El l¨¦xico catal¨¢n en la Romania (1976), Panorama de la lexicograf¨ªa catalana (1986, en colaboraci¨®n con Amadeu Soberanas), Problemes de la llengua a Val¨¨ncia i als seus voltants (1987), El espa?ol y el catal¨¢n, juntos y en contraste (1989), Para la historia del l¨¦xico espa?ol (2002), etc¨¦tera. La bibliograf¨ªa de Germ¨¢n Col¨®n es ampl¨ªsima, y ha sido sucesivamente reunida en los varios homenajes que se le han tributado. El m¨¢s actualizado de esos censos bibliogr¨¢ficos es el que propici¨® su investidura como doctor honoris causa por la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (2003), inserto en una publicaci¨®n que incluye adem¨¢s, como util¨ªsima herramienta, un ¨ªndice electr¨®nico de todo el l¨¦xico estudiado en su inmensa obra.
El propio fil¨®logo lo cont¨® muy bien en el hermoso pr¨®logo de El catal¨¢n y el espa?ol, juntos y en contraste. Todo arranc¨® de la experiencia de un biling¨¹ismo vivido con curiosidad desde la infancia. En la escuela, nos dice, o¨ªa una lengua; en casa y en la calle, otra. ?Por qu¨¦ ventana y finestra, ciruela y pruna, agujero y forat, queso y formatge? El ni?o Germ¨¢n hac¨ªa ya listas con estas palabras, se encari?aba y aun obsesionaba con ellas. Decidi¨® que las estudiar¨ªa todas, unas y otras, las de las que llama en ese pr¨®logo ¡°mis dos lenguas¡±. ¡°A ning¨²n catalanohablante ¡ªescribi¨®¡ª le cedo un ¨¢pice en pasi¨®n por mi lengua materna, pero pocos me superar¨¢n en admiraci¨®n por la espl¨¦ndida lengua espa?ola¡± (a la que, como se ve, no ten¨ªa el m¨¢s m¨ªnimo problema de designar con este gentilicio). Sus incesantes lecturas enriquecieron desde entonces sus ficheros, pues Germ¨¢n Col¨®n no conceb¨ªa los estudios l¨¦xicos sin el soporte de una documentaci¨®n rigurosa. ¡°Sin el apoyo de los textos ¡ªescribi¨® en otra ocasi¨®n¡ª, las conjeturas etimol¨®gicas m¨¢s inteligentes no pasar¨¢n la mayor parte de las veces de juegos de ingenio¡±.
Germ¨¢n Col¨®n era miembro del Institut d¡¯Estudis Catalans, acad¨¦mico correspondiente de la Real Academia Espa?ola y de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona. Cuando dej¨® Basilea y se instal¨® en Barcelona, don¨® su riqu¨ªsima biblioteca a la Universidad Jaime I de su Castell¨®n natal. Cuatro universidades de lo que ¨¦l llamaba con una puntita de humor ¡°el domini¡± le hicieron doctor honoris causa: las de Valencia, Castell¨®n, Alicante y Aut¨®noma de Barcelona. Tambi¨¦n la Complutense de Madrid.
Querido, admirado Germ¨¢n, no podemos ir a despedirte. Te lloramos cada uno desde casa. Pero en cuanto pase todo esto nos reuniremos una vez m¨¢s para proclamar y celebrar tu magisterio, y esta vez, adem¨¢s, para honrar tu memoria.
Pedro ?lvarez de Miranda es miembro de la Real Academia Espa?ola.
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