Muere a los 85 a?os el escritor sueco Per Olov Enquist, gran retratista de las miserias humanas
Novelista y dramaturgo, el autor sueco colabor¨® con Ingmar Bergman y escribi¨® el guion de ¡®Pelle el conquistador¡¯
Per Olov Enquist muri¨® de c¨¢ncer este s¨¢bado en Estocolmo. Ten¨ªa 85 a?os, pero, en sus propias palabras, llevaba 30 viviendo ¡°de propina¡±. Concretamente, desde el 6 de febrero de 1990. Ese d¨ªa dej¨® de beber y comenz¨® una segunda vida. Hab¨ªa estado tan enganchado al alcohol durante una d¨¦cada que pens¨® que nunca volver¨ªa a escribir. Se hab¨ªa escapado de dos centros de rehabilitaci¨®n y en el tercero -donde no le quitaron ni los zapatos ni la m¨¢quina de escribir- se lanz¨® a redactar La biblioteca del capit¨¢n Nemo. Aquella novela autobiogr¨¢fica, publicada en 1991, le devolvi¨® la confianza en s¨ª mismo. Tanto que en 2008 decidi¨® contarlo todo en Otra vida, unas memorias escritas en tercera persona que ya forman parte del canon universal del g¨¦nero. En Espa?a las public¨® Destino, la editorial que, junto con N¨®rdica, m¨¢s ha hecho por difundir en el ¨¢mbito del espa?ol la obra de un autor que muy pronto se convirti¨® en un cl¨¢sico en Escandinavia.
Fue precisamente esa aura de respetabilidad la que hizo que sus memorias provocaran todo un esc¨¢ndalo en Suecia. Enquist viv¨ªa en Copenhague con su segunda esposa y nadie en su pa¨ªs conoc¨ªa su adicci¨®n. Hasta entonces era el eterno candidato al premio Nobel, el autor de La noche de las tr¨ªbadas, la obra de teatro sueco m¨¢s representada en el mundo durante el siglo XX. Para los seguidores del deporte, era adem¨¢s el cronista estrella de los Juegos Ol¨ªmpicos de M¨²nich de 1972, donde le toc¨® relatar el secuestro y asesinato de los atletas israel¨ªes. Tambi¨¦n ¨¦l hab¨ªa sido atleta: en 1959 represent¨® a su pa¨ªs en los campeonatos mundiales universitarios como saltador de altura. Fue esa doble condici¨®n de intelectual y deportista lo que llev¨® a Olof Palme a pedirle que formara parte del Consejo Estatal de Cultura en los a?os sesenta. El escritor colabor¨® estrechamente con el primer ministro socialdem¨®crata, pero nunca lleg¨® a considerarse amigo suyo. Esa palabra la reservaba para Ingmar Bergman, que llev¨® a la televisi¨®n Creadores de im¨¢genes, una obra teatral en la que Enquist recrea con toda crudeza el desagradable encuentro entre Victor Sj?str?m, pionero del cine mundo, y la escritora Selma Lagerl?f, Nobel de Literatura en 1909.
Per Olov Enquist hab¨ªa nacido el 23 de septiembre de 1934 en Hjoggb?le, una aldea mil kil¨®metros al norte de Estocolmo. All¨ª comparti¨® juegos con el futuro padre de Stieg Larsson. De aquel lugar de 80 habitantes salieron seis escritores. ¡°El aislamiento y la endogamia produce locos y artistas¡±, explicaba ¨¦l con una sonrisa. Sus libros no hacen concesiones, pero ¨¦l era un hombre risue?o, amable y hablador. Desde sus casi dos metros de altura, pod¨ªa contarte que, de ni?o, su madre le ten¨ªa prohibido todo lo que m¨¢s tarde marcar¨ªa su vida: ir al cine y al teatro, bailar y jugar al f¨²tbol. Practicaba una forma de extremo pietismo luterano que marc¨® a su hijo sin amargarlo. Perdi¨® antes la fe que el humor, pero ambas cosas est¨¢n presentes en su extensa obra: novela, teatro, cr¨®nicas, guiones para cine y televisi¨®n, dos libretos de ¨®pera y libros infantiles pensados para sus nietos. ¡°No te sirven las respuestas de la religi¨®n¡±, dec¨ªa, ¡°pero nunca te desentiendes de las preguntas por lo bueno y lo malo, el cielo o el infierno¡±. De este ¨²ltimo tuvo noticias en vida. Y escap¨® de ¨¦l.
Un pie en la historia
Enquist se convirti¨® en dramaturgo por casualidad. Invitado a dar un curso sobre August Strindberg, escribi¨® una obra de teatro para explicar a sus alumnos la misoginia del autor de La se?orita Julia. El resultado fue La noche de las tr¨ªbadas, que terminar¨ªa en Broadway en 1977 con Max von Sydow y Bibi Andersen como protagonistas. Nunca abandonar¨ªa ya el teatro sin dejar de mantenerse fiel a una narrativa que tiene siempre un pie en la historia. Si en Los legionarios relata la vergonzosa entrega a la URSS de un centenar de refugiados por parte de Suecia y en La visita del m¨¦dico de c¨¢mara viaja a la Europa de la Ilustraci¨®n, en El libro de Blanche y Marie retrata a Marie Curie. La intrahistoria quedaba para su propia vida y para la paup¨¦rrima emigraci¨®n sueca a Dinamarca: de eso trata Pelle el conquistador, un guion suyo dirigido por Billie August que obtuvo en 1989 el Oscar a la mejor pel¨ªcula extranjera.
Babelia
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